Prieto, Tomás Francisco

Salamanca, 1716 - Madrid, 1782

Segundo premio de segunda clase de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (prueba de reverso)

Departamento: Museo
Nº Inventario: AD-A-058
Dimensiones: D. 68 mm G. 1 mm P. 8,08 grs
Serie: Medallística y numismática
Datación: 1753
Técnica: Acuñación
Inscripciones: Leyenda: "NON CORONABITUR NISI LEGITIME CERTAVERIT"
En la base del pedestal: M
Observaciones: En la colección de medallas merece especial atención el conjunto formado por las concebidas para ser entregadas por la Academia como premios. Entre ellas sobresale la serie del siglo XVIII, que corresponde a premios en sus diversas categorías, otorgados a los artistas que se formaron en esta Corporación. Casi todas fueron inventadas por Prieto, Director del Grabado, y ejecutadas en cobre por su discípulo Gerónimo Antonio Gil. Según los Estatutos de la Academia de 1751, todas ellas debían mostrar siempre en su anverso la efigie de Fernando III el Santo, patrono de la Academia, aunque en diversas actitudes. El reverso también es siempre el mismo y es el que figura aquí: el emblema que la Corporación tenía en esos momentos como distintivo. Se trata de una representación de la Divina Providencia en forma de mano y destellos de sol entre nubes, premiando con coronas de laurel a las Tres Nobles Artes, Pintura, Escultura y Arquitectura, colocadas en un pedestal en cuya base aparecen el castillo, la corona real y el león rampante. Figura también en el reverso el lema de la Real Academia: NON CORONABITUR NISI LEGITIME CERTAVERIT (Sólo será premiado aquel que legítimamente lo merezca). Estas medallas se comenzaron a distribuir en 1753.
Aquí se trata de una prueba del reverso realizada en plata dorada. La pieza definitiva era una medalla de plata que pesaba ocho onzas.
Su troquel es nº AD-A-368.
Forma conjunto con nº AD-A-051.
Prieto fue aprendiz en el taller del grabador siciliano Lorenzo de Montemán y Cusens, donde se formó en dibujo, modelado y grabado; y en el gusto por la medalla italiana y la francesa. Cuando alcanzó la maestría montó su taller realizando grabados en talla dulce, punzones y trabajos de orfebrería, caracterizados por el recargamiento propio del estilo barroco. Sus discípulos aprendieron como él lo había hecho: con libros y modelos que complementaban su formación. A la muerte de Francisco Hernández Escudero se trasladó a Madrid para optar a la plaza vacante de grabador principal de la Casa de la Moneda de Madrid, puesto que logró en 1748. Como intelectual de su época asentó las bases de lo que sería la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en donde se agrupaban las especialidades de pintura, escultura y arquitectura, y se incluyeron las de grabado en lámina y en hueco, siendo director de esta sección hasta su muerte. Los primeros encargos que recibió fueron precisamente las medallas del premio que la Academia adjudicaba todos los años, y luego cada tres, en los concursos públicos.
Procedencia: Encargada por la Academia
Bibliografía:

• PIQUERO LÓPEZ, Mª de los Ángeles Blanca y SALINERO MORO, Mª del Carmen, Inventario de la colección de medallas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Academia, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 66, 1988, 292, nº 58, fot.
• VILLENA, Elvira, El arte de la medalla en la España ilustrada, Ayuntamiento de Madrid, 2004, 410, nº 120, fot. 305.