Las obras recogidas en estas bases de datos forman parte de diferentes colecciones que se han ido formando en la Academia desde sus orígenes. Se conservan las primeras estampas, los primeros vaciados en yeso de las esculturas del Alcázar de Madrid, los primeros cuadros y las esculturas que hicieron los profesores y los discípulos que pasaron por este centro de formación y de estudio. La Academia guarda también las obras premiadas de sus mejores alumnos y las que fueron donando durante más de dos siglos destacados artistas que pertenecieron a ella. Surgió de este modo un fondo artístico que se abrió al público en forma de museo ya en el siglo XVIII. En la Real Academia de las tres Nobles Artes estuvieron las obras de Tiziano, de Rubens, de Pompeo Leoni y de muchos otros artistas, que más tarde fueron llevadas al Museo del Prado. Durante toda la segunda mitad del siglo XVIII y gran parte del XIX la Academia fue el lugar en que se depositaron obras de diversa procedencia. De este modo confluyeron en sus colecciones las que habían pertenecido a la disuelta Compañía de Jesús, las incautadas durante la ocupación napoleónica y muchas de las que se recogieron precariamente en el ex convento de la Trinidad. También se compraron colecciones significativas como la de dibujos de Carlo Maratti adquirida a la viuda de Andrea Procaccini o donaciones como la gran galería de vaciados que ofreció Mengs a Carlos III poco antes de su muerte. De este modo se ha ido consolidando con el paso del tiempo una de las mejores colecciones artísticas de España.

La catalogación de los fondos de la Academia ha sido -como suele ocurrir en todos los museos- un proceso de generaciones con idas y venidas en lo referente a autores, identificaciones y procedencias. Por ello cuando nos adentramos en su estudio encontramos los nombres de prestigiosas figuras que nos han precedido como Ceán Bermúdez, Pedro de Madrazo, Elías Tormo, Diego Angulo, José María Azcárate, Alfonso Pérez Sánchez, Antonio Bonet y muchos otros que forman parte de nuestra cultura y de nuestra historia. Un colectivo que mantiene, transmite y hereda la reflexión a que nos lleva el permanente estudio de nuestro patrimonio cultural y nuestras colecciones artísticas. Por ello, estas bases de datos, que ahora ponemos a disposición de estudiosos de todos los niveles, pueden considerarse el punto de encuentro de un gran trabajo colectivo. Podemos decir que se acumulan aquí los estudios de varios decenios, publicados o no, que han realizado expertos en numerosas materias. Figuran entre ellos los que han recopilado información documental, los que han identificado obras de procedencia diversa y tambien los que han desarrollado los medios técnicos para hacerlas accesibles. De este modo hoy podemos disponer de un sistema fluido de acceso a unas colecciones en las que los objetos se cuentan por miles. Lo nombres de los que tenemos documentación y de quienes se vayan añadiendo en adelante figuran en la lista alfabética que ofrecemos a continuación.