Hernández Amores, Germán
Murcia, 1823 - 1894
Eva
Departamento: Museo
Nº Inventario: 0435
Datación: 1854
Otros números: En etiqueta circular: 568. En etiqueta rectangular: 417. En etiqueta rectangular: 35 /almacén.
Dimensiones: 201 x 138 cm
Inscripciones: Detrás: "De D. Germán Hernandez en el 2º año de su pensión. / 1854."
Técnica: Óleo sobre lienzo
Procedencia: Pensiones. Envío desde Roma.
Observaciones: Tras su formación inicial en la Academia de Dibujo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, donde llegó a asistir a la sala de modelo en el curso 1842-1843, en 1844 se instaló en Madrid junto con sus tres hermanos. Su formación continuó a partir de ese momento en las aulas de San Fernando, donde entre 1844 y 1850 fue alumno de Francisco Pérez del Valle, José y Federico de Madrazo, Juan y Carlos Ribera, los cuales formaron al pintor en los ideales estéticos del clasicismo. Gracias a su formación previa, en la Academia pudo superar inmediatamente el examen de modelos y pasar a ejercitarse en el natural. De esta segunda etapa de formación se conservan varios dibujos que documentan su evolución como alumno, es decir, sus ejercicios con vaciados en yeso
P-1273 y
P-1776 y más adelante, un ejercicio de desnudo masculino de espaldas
P-1347 caracterizado por la seguridad de la línea y el delicado sombreado de la figura. Durante los últimos años de su formación en Madrid presentó en los salones de la Academia sus primeros cuadros, que fueron muy bien valorados por la crítica.
Entre 1850 y 1853 prosiguió sus estudios en París, pensionado por las Pías Fundaciones, donde pudo conocer de primera mano la obra de Jacques-Louis David y Jean-Auguste-Dominique Ingres. Su objetivo a partir de entonces fue obtener una pensión para la estudiar en la Academia de Roma, logro que alcanzó finalmente de manera extraordinaria tras presentar el boceto de
La túnica de José 0588 y tras una protesta a su favor que lanzaron conjuntamente la prensa y los propios alumnos de San Fernando. Tras su regreso a Madrid en 1855 comenzó la etapa más esplendorosa de su carrera, durante la cual ejerció la docencia, concurrió a exposiciones nacionales e internacionales, y fue jurado de premios y certámenes diversos. Del prestigio alcanzado en ese tiempo por su figura son buena muestra las figuras alegóricas de los ríos españoles y varias provincias que pintó en el salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados y, en otro orden de cosas, el encargo recibido para redactar un proyecto para el Museo Helénico en el Casón del Buen Retiro. En 1892 ingresó con todos los honores en la Academia de San Fernando, dedicando su discurso al arte clásico hasta el siglo XIII.
Este lienzo fue un envío de su segundo año de pensionado en Roma. En él aborda el desnudo femenino a través de Eva, sorprendida en el instante de coger la manzana, el fruto prohibido, del árbol del conocimiento (
Génesis, 2, 9). Su figura, de tez anacarada, insegura en el gesto y cuerpo magníficamente estilizado, destaca en medio del Edén, un lugar paradisíaco evocado mediante un tratamiento muy detallista de la vegetación que recuerda la pintura de los primeros renacentistas. La pintura es suave y lineal, de gran frialdad académica, y presenta a la protagonista de forma idealizada y hasta cierto punto espiritual.
Inventarios:- CATÁLOGO de las obras pictóricas que constituyen la Galería de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1884. [f. 84r] "Cuarto de Susana. Hernández (Germán). Eva en el Paraíso. Alto 2,00 – ancho 1, 40, lienzo".
Bibliografía:- PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Inventario de las pinturas, Madrid, 1964, 44, nº 435.
- PÁEZ BURRUEZO, Martín, El clasicismo en la pintura española del siglo XIX: Germán Hernández Amores, Editora Regional de Murcia, 1995, 2218-219.
Fotografías: Enrique Sáenz de San Pedro