Nació en Málaga, ciudad en la que estudió siendo muy joven Aritmética, Geometría, Dibujo, Trigonometría Plana y Geografía en el Real Colegio de San Telmo. Posteriormente ejerció la profesión de albañil hasta que en 1790 pasó a Granada para obtener el título de maestro, grado que le fue concedido el 8 de noviembre de 1793.  Dicho título le confirió la licencia para poder ejecutar obras en las ciudades, villas y lugares de los reinos y señoríos sin incurrir en pena alguna, siempre que se sujetase a las maestrías mayores y obras que debían ser examinadas y aprobadas por las Academias de San Fernando y San Carlos de Valencia.

Gracias a la carta de examen de los maestros del gremio conocemos sus características físicas, un «Cuerpo Regular Color trigueño. ójos Melados Claros, frente Ancha, pelo y varva Ruvio. (inteligible) un poco partida con un Lunar én él Labio. vajo y dé edad como de treinta y dos años. é igual és Abil. y suficient^te, y ha dado mui buena cuentta y Razon Asi de óbra como de Palabrala […]».

Volvió a Málaga para trabajar como maestro de obras, pero en 1800 se trasladó a Madrid a fin de instruirse en la enseñanza de la arquitectura y obtener el título oficial de arquitecto. Ingresó como alumno en la Academia de San Fernando el 18 de julio de 1801 contando más de 25 años de edad, y pronto se puso bajo la dirección del director Juan Pedro Arnal. En septiembre de ese mismo año remitió a la Academia varios diseños para graduarse en esta clase, pero se vieron faltos de mérito en la Junta Ordinaria del 6 de septiembre de 1801.            

Al año siguiente, presentó como prueba de pensado para la obtención del título de arquitecto el proyecto de una «Aduana para un Puerto de mar», acompañado del informe facultativo y el avance del coste de la obra. Fue admitido al resto de los ejercicios de reglamento, de ahí que le sortearan los programas de repente. De los tres que le tocaron en suerte, eligió el correspondiente a un «Edificio de Alhóndiga para una ciudad» que también sería aprobado; no obstante, al pasar a realizar el examen teórico los profesores le vieron sin los conocimientos necesarios en su arte, por cuya razón tuvo que continuar estudiando durante el año siguiente con arreglo a lo que marcaban los estatutos académicos.

El 4 de junio de 1803 volvió a solicitar su admisión a los ejercicios para la misma clase, en vista de que llevaba residiendo en Madrid 27 meses y ya no podía subsistir al no tener otro medio para ganarse la vida. Para este objeto presentó la certificación de su título de maestro expedido en Granada y como prueba de pensado cuatro diseños de una Aduana para un puerto de mar (del A-1041 al A-1044), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, calculada en 28.763.320 reales y 17 maravedíes.           

La Junta de la Comisión celebrada el 16 de junio de 1803 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 3 de julio, momento en el que le sortearon los programas de repente. De los tres asuntos que le tocaron en suerte eligió en esta ocasión: «Idear una Alhóndiga con piezas para custodia de los generos respectivos á ellas, y demas para la contratación: planta, fachada, y corte, geométricos».

Concluida la prueba de repente, fue examinado en la clase de maestro arquitecto el 7 de julio de 1803, Junta Extraordinaria a la que asistieron como vocales los profesores Arnal, Aguado, Varas y Bosarte. Cotejada la obra de pensado con la de repente, que el interesado explicó una vez entrado en la sala, Acosta procedió a realizar el examen teórico contestando a las preguntas que le hicieron los examinadores sobre sus obras y las partes esenciales de la teoría y práctica de la arquitectura. Los miembros del tribunal vieron que la prueba de repente no estaba desempeñada correctamente de ahí que fuese reprobado por segunda.

Su interés por ostentar el título de arquitecto le llevó el 7 de agosto de 1803 a solicitar día para ser de nuevo examinado, en vista de que en este mes había estudiado todo lo que había podido. Le tocó como asunto de repente el «Plano de Casa para un Longista de Madrid con 70 pies de fachada, labrada entre medianería», ejercicio que le fue aprobado. Pero al ser examinado en la Junta Extraordinaria del 22 de agosto por los profesores Arnal, Cuervo, Casanova, Varas y Bosarte, éstos le reprobaron el examen de preguntas aconsejándole una mayor dedicación al estudio y el no poderse presentar a nuevo examen hasta pasado un año, pero dejándole aprobada la prueba de pensado.

A finales de 1804 volvió a Madrid procedente de Málaga para ser nuevamente examinado. La Academia supo de su llegada a la Corte porque en una de sus juntas se dio cuenta «que llegó a Madrid el dia 1º del corriente; Se ignora toda via como ha venido, y la posada adonde se ha alojado. Su edad como de 40- años, es de buena talla, color como asoleado del camino. Capote negro nuevo, sombrero redondo, botas y Pantalón de pana. Dice q^e ha pasado el Lazareto en los Angeles […]», pero aún con todo no constaba en la corporación académica nada concreto sobre su venida y la detención en dicho lazareto.

Por fin, el 6 de diciembre se presentó en la Secretaría de la Academia, por entonces a cargo de Isidro Bosarte, para concluir las pruebas exigidas y para que se le diesen los asuntos de repente en la primera junta mensual que debía celebrarse en enero de 1805. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 6 de enero, fecha en la que le fueron sorteados los programas, tocándole en suerte los números 26, 87 y 71, de entre los cuales eligió el nº 26, es decir, un Atrio magnífico para el ingreso de un palacio real indicándose la escalera (A-5219).

La Junta del 10 de enero de 1805 se reunió para examinarle en la clase de arquitecto, asistiendo a ella como vocales Pedro Arnal, Antonio Aguado, Juan Antonio Cuervo e Isidro Bosarte. Reconocidas la nueva prueba de repente junto con la de pensado que estaba aprobada desde 1804, le mandaron entrar en la sala para hacerle varias preguntas sobre los mismos planos y sobre la teoría y práctica de la arquitectura, pero al faltar el profesor Antonio Varas al estar indispuesto, no se pudo hacer un dictamen completo del examen, teniéndose que posponer para otro día. Para dar cumplimiento a la junta suspendida, la tarde del 31 de enero se celebró la junta de examen definitiva, fecha en la que se acordó de nuevo la reprobación del pretendiente al título solicitado, dictamen que sería corroborado por la Academia en su Junta Ordinaria del 2 de febrero de 1805.

No contento con los resultados obtenidos, solicitó por tercera vez el 4 de octubre de 1805 su admisión a nueva prueba de repente, siendo admitido en la Junta Ordinaria celebrada dos días más tarde. En este momento le sortearon los programas, tocándole en suerte los números 33, 48 y 10. De los tres eligió el nº 33: «En un sitio de 60 á 70 pies de fachada entre medianerias, idear la casa para un longista que tenga en el piso principal su habitación con todas conveniencias. Planta, fachada y corte» (A-1418).

 Fue examinado en la Junta Extraordinaria del 10 de octubre, asistiendo a ella Aguado, Cuervo, Pérez, Varas y Bosarte en calidad de vocales, pero correría la misma suerte que en las ocasiones anteriores porque sería reprobado en su Junta Ordinaria del 10 de noviembre de 1805. Las sucesivas reprobaciones motivaron que la Academia se cuestionara en la Junta Ordinaria del 10 de noviembre de 1805 si las pruebas de pensado de los que solicitaban el título de maestro arquitecto debían quedar admitidas y aprobadas cuando no correspondían con la de repente y el examen, y sus autores no obtenían el título que solicitaban. Ante esta pregunta y después de una larga discusión, se acordó que fuese votada la proposición siguiente: «Si el reprobado en examen de Arquitectura deberá presentar nueva prueba de pensado para volver á entrar a examen» y hecho el escrutinio de 18 vocales presentes, 8 votaron en contra, a cuya atención fue admitida la propuesta.

Volvemos a tener noticias de Acosta el 18 de junio de 1818, cuando solicita de la Academia le sea conferido el titulo de arquitecto exonerándole de ir a Madrid en atención a sus 14 hijos, su avanzada edad, por entonces 60 años, los ejercicios anteriormente elaborados, sus pocos haberes y males habituales. Con este objeto y a fin de manifestar a la Academia su aplicación, remitió los «Planos de un Cementerio q^e tiene concluidos pª fuera de Malaga, u otra qualquiera cosa que se le pida» al tiempo que relató con las siguientes palabras su trayectoria profesional, desde que había sido reprobado por la Academia la última vez hasta la fecha: «Cinco años habia q^esu familia carecia de los auxilios precisos, por efecto de su ausencia, su Casa tocaba en la miseria, y los Maestros de obras del Reyno especialmente de la Ciudad de Malaga, sin el Titulo de la Academia, ni principios, ejercían su facultad por cuya causa se restituyó al seno de su familia, sin el Titulo qué se le dio en Granada que quedó en la R^l Academia, como q^e le exivio Dⁿ Isidro Bosarte. Se presentó en Malaga en donde sus conocimientos no tenian iguales, con los demas Maestros y por esta razon en el momento le ocuparon y principio sus trabajos con una aceptación q^e socorria sin contradicción sus obligaciones. Aquellos principios y educación de la Academia le hicieron detenerse en examinar las antigüedades q^e hay en la Provincia, leer las mejores obras, mereciendo por su aplicación, incesantes Comisiones desempeñadas con aprobación, tal lo han sido las siguientes:  En 1804 la Regia del Señor General Sⁿ Juan para la Veeduría, en la q^e se le nombró á efecto de hacer la evaluación de los Edificios Secuestrados á Dⁿ Antonio Mariano y Dⁿ José Dueñas. En el mismo año reedificó la Iglesia de Trinitarios descalzos, q^e de resultas de terremoto acaecido en 3. de Diciembre de 803 quedó toda destrozada. En 806. le comisionó el S^or Dⁿ Joaquín Maria Peri para las obras Hidráulicas del Rio Guadalmedina. En 807 hizo de Orden del Sor Gobernador de esta Plaza Dⁿ Teodoro Reding, los Planos de los Paseos de Alameda y Caleta. En el mismo año le encargó Dⁿ Cristóbal Mª Rubion, Visitador de Dehezas en el Reyno de Granada, levantase Plan Topográfico de la del Prado y Fresnea, con ubicación y numero de cada una de sus suertes q^e pasaron de 400. En 808 formó de orden de los Señores Dⁿ Diego José Benite Canonigo dignidad de esta Santa Iglesia y Dⁿ Fernando Ordóñez y Gamboa, los Planos de un Cementerio pª esta Ciudad q^e entregó á dhos Sres. En 809 de orden Superior de la Junta Central lebantó Planos de toda la Cordillera de Sierra q^e forma la hoya de Malaga, hizo el fuerte en la garganta q^e causa la boca del Asna, donde fueron montados quatro cañones de á 24. con su Explanada, Quartel y Reductos. Al fin del mismo año y principio del de 10, acompañado de Dⁿ Felipe la Corte Comandante de Ingenieros de esta Plaza, levantó Planos de la fortaleza de la Alcazaba, Castillo de Gibralfaro, Cerro de Balsain y Sⁿ Cristóval, haciendo de camino el abance para poner en estado de defensa dicha fortaleza y Castillo. En 811 por los Sres. Municipales de esta ciudad formé un Plan exacto de la Dehesa del Rey correspondiente á los propios de ella, dividida en 16. Cortijos, y presupuesto de las obras q^e cada uno necesitaban. En 1º de Mayo de 1813, por el Sor General Abadía Comisionado por la Regencia vino á esta referida Ciudad, para levantar Planos y Nivelar las aguas del Rio Guadaljofre q^e contiene quatro leguas de distancia de montes, gargantas, y valles, con agregación del nacimiento de Torre Molinos, con el fin de hacer de riego estas Vegas. Pidió al Ytre Ayuntam^to nombrase al exponente para acompañar al Mayor de Ingenieros Dⁿ Andres Arango; en cuya compaña concluyó la Comision. En este mismo año egecutó el Plan de un Monumento erigido á la posterioridad en ebcequio á los doce Campeones del Regim^to Ynfantª de Balbastro, pasados por las armas p^r el gobierno Intruso. A la benida del S^or Comisario general de Caminos, Puentes y Canales Dⁿ José Larramendi, qe fue en 819 de orden de S.M. á ractificar Planos y nivelaciones, hechos por el S^or Abadía, pidio le acompañase el exponente en toda su Comision. En 816 formó los Planos para Hospedería y Baños del Horcajo, como lo acredita el oficio del Secretario de la R^l Junta de Sociedad de la Ciudad de Lucena; servicio q^e hizo á beneficio del bien publico, lo q^e certifica el testimonio adjunto. En el año pasado de 1817, le encargo la Junta Territorial de contribución, á consecuencia de R^l Orden la formación del Plan Geométrico y Estadística del termino de Malaga, por el q^e se formo el reparto de la contribución directa. En el presente año por Orden de S.M. comunicada a la Caja de Credito Publico está arreglando los predios Rurales para el pago del diezmo y primicia Noval».

La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida el 22 de noviembre de 1819 examinó con detenimiento los planos y los documentos aportados, entre ellos, la certificación de su título de agrimensor y las de algunas obras ejecutadas de su mano, sin embargo, al faltar al cumplimiento de los ejercicios establecidos por las reales órdenes se acordó no haber lugar a dicha solicitud, dictamen que sería aprobado por la Academia en la Junta Ordinaria del 28 del mismo mes.

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1803-1805. Sig. 4-68-1; Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1819. Sig. 4-64-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1798-1804. Sig. 1-28-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1803. Sig. 1-28-4; Comisión de Arquitectura. Informes, 1808-1822. Sig. 1-29-5; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1803-1818. Sig. 3-87.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM