Nació en Deva (Guipúzcoa) hacia 1797. Cursó la carrera de arquitectura en la Real Academia de San Fernando, centró en el que se convirtió en discípulo particular del arquitecto y académico de mérito Custodio Moreno. Asistió a su estudio y a las obras que tenía a su cargo en la corte, entre ellas la casa de nueva planta construida en la calle de Segovia, propiedad del marqués de Bélgida, al tiempo que se dedicó al estudió de la teoría y práctica de la profesión realizando la medición de varias casas particulares, la tasación y el levantamiento de planos de varios edificios.

El 5 de enero de 1818 solicitó su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando el certificado de práctica firmado por su maestro Custodio Moreno y el proyecto de Un magnífico cementerio general en el que se reúnen los departamentos de Grandeza, Nobleza y Estado General, con inclusión de las correspondientes separaciones del eclesiástico y niños párvulos (prueba de pensado, del A-4766 al A-4768), con su correspondiente informe facultativo y el avance del coste de la obra, calculada en 17. 986, 563 reales de vellón.

La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida el 7 de enero de 1818 examinó la obra y los documentos aportados acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 11 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 17, 18 y 81, de los cuales eligió el nº 17, es decir  Un depósito, castillo o arca de agua general en lo más alto de una gran población, cuya sobrante vierta por varias fuentes de alrededor (A-5252), elección que comunicó a la Academia el 12 de enero.

Fue examinado en la Junta Extraordinaria celebrada el 26 de enero de 1818, asistiendo a ella como vocales Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Julián Barcenilla, Alfonso Rodríguez, Manuel de la Peña y Padura, Antonio Varas y Juan Miguel de Inclán, este último en calidad de secretario, habiendo excusado su asistencia Isidro Velázquez por hallarse ocupado en las comisiones del real servicio. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Aguirre principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores sobre su proyecto, la teoría y práctica de la profesión, los jornales de una obra determinada y el modo de formar una media naranja con casetones. Pero una vez realizada la votación secreta los profesores no lo consideraron apto para la graduación solicitada, aunque Aguirre había acreditado aplicación, adelantamientos y buena disposición para continuarlos, teniendo en cuenta el corto periodo de tiempo que llevaba en los estudios (dos años).

Volvió a solicitar su admisión a nuevos ejercicios para la misma clase el 5 de enero de 1819, momento en que presentó como 2ª prueba de pensado Una magnífica iglesia catedral dispuesta conforme al sistema de los templos antiguos según Vitrubio, adaptando y aplicando sus formas al uso de nuestras costumbres religiosas (del A-4181 al A-4183). La Comisión vio con mérito los diseños desarrollados por lo que el pretendiente fue admitido al resto de los ejercicios de reglamento en la Junta Ordinaria del 24 de enero de 1819. En este momento le sortearon los programas de repente, tocándole en suerte los números 39, 83 y 109, eligiendo de entre ellos el nº 109, es decir, Un parador en despoblado donde puedan hospedarse toda clase de personas, caballerías y carruajes (2º ejercicio de repente, A-2064). 

La Junta de Examen tuvo lugar el 10 de febrero de 1819, asistiendo a ella como vocales Pedro Franco, Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Alfonso Rodríguez, Julián Barcenilla, Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández Navarrete, este último en calidad de secretario. Como era la costumbre, una vez examinadas las pruebas por los vocales se hizo entrar al interesado en la sala a fin de realizar el examen teórico. No sólo los profesores le formularon preguntas y reflexiones acerca de la distribución, el replanteo y la fortaleza de los edificios que había diseñado sino también sobre algunas cuestiones de mecánica, geometría y arquitectura a las que contestó acertadamente. Por todo ello, le fue concedido el título de maestro arquitecto en la Junta Ordinaria del 20 de febrero de 1819, a los 22 años de edad.

A mediados de 1828 y tras una larga espera para cubrir la plaza vacante de Arquitecto y Fontanero en la ciudad de Oviedo provocada por las aspiraciones a ella de Francisco Pruneda, el Ayuntamiento publicó finalmente la vacante de la plaza a la que aspiraron Salustiano Ardanaz, Juan José Sánchez Pescador, José Luciano de Ibarra, Joaquín de Aguirre Zubillaga y Juan Morán Lavandera. Para este fin, Zubillaga expuso sin documentar o expresar el lugar donde había realizado sus estudios, el título de arquitecto que ostentaba expedido por la Academia de San Fernando desde 1819, como el haber dirigido y planteado diferentes obras de particulares y comunidades, especialmente en Vitoria.

Los cinco pretendientes a la plaza enviaron sus méritos a la Academia y ésta a su vez al Ayuntamiento de Oviedo que era el que tenía que decidir en quien debía recaer el nombramiento. A su vez el Ayuntamiento solicitó de la Academia su parecer acerca de cuál de los cinco opositores era el más idóneo para la plaza, solicitud que fue vista por la Comisión de Arquitectura el 23 de junio de 1828. Se acordó comunicar al Ayuntamiento que todos ellos se encontraban en igualdad de circunstancias y graduación para poder ocuparla y que a cualquiera que recayese el nombramiento merecería la aprobación de la corporación académica. Antes de acabar este año la Comisión celebrada el 23 de octubre de 1828 aprobaría a Joaquín de Aguirre su diseño de retablo para la iglesia de Azúa (Álava).

Avecindado en la ciudad de Vitoria, remitió el 12 de marzo de 1829 los diseños para el aumento del coro bajo y sacristía de la iglesia parroquial de Labraza que fueron aprobados por la Junta Ordinaria el 5 de abril, así como otros cuatro diseños ejecutados a cargo del Patronato de la villa de Deva y la Comunidad de Religiosas Agustinas del Valle de Mendaro (Guipúzcoa): tres para la reparación de la fachada de la iglesia de Deva y el retablo de la misma, y el cuarto para otro retablo de las referidas religiosas. La Comisión del 10 de junio vio bastante arreglados todos los pensamientos y con respecto a la fachada dio por bueno el diseño que presentaba la fachada de la iglesia con dos torres y no el de una al centro, siendo todo aprobado en su totalidad por la Academia en la Junta Ordinaria del 14 de junio de 1829.

Al año siguiente se ocupó de llevar a cabo los diseños, el pliego facultativo y el calculo para la construcción de la casa consistorial y cárcel pública en la villa de Escoriaza (Guipúzcoa), cuyo pensamiento la Junta Ordinaria del 19 de septiembre de 1830 encontró digno de aprobación.

Arquitectura. Casas Consistoriales y Cárceles, 1818-1861. Sig. 2-30-5; Arquitectura. Conventos, 1818-1861. Sig. 2-32-2; Arquitectura. Iglesias parroquiales, 1827-1833. Sig. 2-33-5bis; Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1819. Sig.  4-64-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1808-1822. Sig. 1-29-5; Comisión de Arquitectura. Informes, 1821-1828. Sig. 1-30-1; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1825-1876. Sig. 2- 23-3; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816- 1900. Sig. 3-154, nº 5.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM