Hijo de Sebastián Alcalde y Vicenta Marigómez nació en Madrid el 30 de agosto de 1818 en la calle de la Salud, casa nº 20, siendo bautizado el 1 de septiembre en la iglesia parroquial de San Martín. Fue alumno de la Academia de San Fernando, donde bajo la dirección de Clemente Díaz, profesor de Matemáticas, suplente de dichas ciencias en la Academia de la Diputación Provincial de Madrid, cursó entre 1835 y 1836 los tratados elementales de Aritmética, Álgebra, Geometría, Trigonometría Rectilínea, Geodesia y Secciones Cónicas al tiempo que resolvió los principales problemas de la aplicación del álgebra a la geometría y la posición de las rectas sobre el plano.

Dedicó sus primeros años al estudio del Dibujo Natural y de Adorno, para pasar a aplicarse en la arquitectura bajo la dirección del arquitecto Lucio de Olarieta, en cuya compañía estuvo durante tres años adquiriendo los conocimientos teóricos del arte, la delineación y el lavado de los órdenes, así como la copia de edificios. Más tarde, copió otros edificios antiguos de primer orden bajo la dirección del arquitecto Vicente Velázquez, cuyos adelantos le permitieron estudiar composición con el académico de mérito Custodio Teodoro Moreno. Asistió a las obras que este profesor tenía a su cargo, lo que le proporcionó la realización de la práctica constructiva.

Entre 1842 y 1843 aprobó el 1º año de Matemáticas en el Colegio de Humanidades de la calle de la Abada incorporado a la Universidad Literaria de esta Corte, mientras que entre 1844 y 1845 el 2º año de Matemáticas en este mismo centro. Por entonces, continúo la practica constructiva al lado de Juan Pedro Ayegui, académico de mérito, arquitecto de S.M. y de la Corte, quien con las siguientes palabras describió el paso de este discípulo por su estudio: «Alcalde y Marigómez se ha ejercitado en la practica de la  arquitectura, asistiendo á varias obras de las que han estado bajo mi dirección en las que ha tenido á su ciudado los replanteos y estudio de monteas; en cuyo desempeño ha manifestado buenas disposiciones y conocimientos teoricos del arte; habiendole ademas ocupado de la medicion y levantamiento de planos de varios edificios».

El 6 de julio de 1846 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de «Un panteón para hombres libres» con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de los dos cursos de Matemáticas aprobados, la certificación de práctica librada por su profesor particular Juan Pedro Ayugui y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada la noche del viernes 31 de julio de 1846 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento por la mayoría de los sufragios (6 contra 2). Fue admitido en la Junta General del 2 de agosto, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 8, 12 y 95 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Atrio magnifico para ingreso de un Palacio Real. Planta y corte inferior insinuando la escalera», «Un hospital para cien enfermos con todas las proporciones y comodidades correspondientes. Planta, fachada y Corte» e «Ydear una Casa-fonda colocando en el piso bajo las piezas para su servidumbre y salas de recreo y diversión; y el principal para hospedar sujetos de distinción: Plantas, fachada y corte geométricos». De los tres asuntos eligió el nº 12, es decir, Un hospital para 100 enfermos (A-2584), cuya elección comunicó el 25 de agosto.

La Junta de Examen tuvo lugar el 12 de septiembre de 1846, asistiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán, Antonio Conde González, Atilano Sanz, Narciso Pascual y Colomer,  Aníbal Álvarez, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López, este último en calidad de secretario general. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Alcalde principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores acerca del círculo, el radio, la circunferencia, la tangente y el modo de tirarla por cualquier parte. Después sobre la elipse, su naturaleza, el modo de medirla y tirar sobre ella la tangente en puntos dados; los modos para resolver un triángulo dado, la manera de formar los muros de fábrica, las sombras y sus efectos. Por último, el partido que de ellas se saca para medir las alturas.

El pretendiente salió de la sala a fin de poder proceder a la votación secreta, de la que resultó reprobado por la mayoría de votos (5 contra 1 a favor). Ante este resultado, el 15 de septiembre de 1846 expuso a la Academia que su reprobación se había debido en parte a que había sido avisado para entrar al tercer ejercicio o examen verbal cuando estaba enfermo en la cama; de hecho, adjuntaba la certificación del médico que le había visitado y quien hacía constar como desde el siete de ese mes había asistido al pretendiente por una fiebre catarral gástrica y que el día 12, contra su dictámen, se había levantado de la cama estando aún con calentura a fin de realizar el examen parar recibirse en la clase de arquitecto. Atendiendo a esta circunstancia y en consideración a los diez años que llevaba empleados en el estudio de la arquitectura,  el interesado solicitó de la Corporación su admisión a nuevos ejercicios, bien  presentando nueva obra o en su lugar lo que la Academia estimase oportuno disponer.

Finalmente, presentó nueva obra de pensado, en esta ocasión los diseños de un Edificio destinado a la reunión de los tribunales superiores de justicia (del A-905 al A-908), con su correspondiente informe facultativo y el avance detallado del coste de la obra. La Junta de la Sección celebrada el viernes 30 de abril de 1847 examinó el proyecto y acordó el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta General del 9 de mayo, fecha en el que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 88, 90 y 79 nuevos, que respondieron respectivamente: «Delinear una escalera de caracol de piedra de cuarenta pies de diámetro y el ojo de veinte pies; demostrando también los cortes de canteria en planta y alzado interior», «Un gabinete ricamente adornado para una Señora principal, con su alcoba en el testero, y las piezas de ingreso, tocador y demas servicio, planta y alzado» y «Un salon de Mascara con galeria para los espectadores, piezas de desahogo, y coros para la musica. Planta, Fachada y Corte». De los tres asuntos eligió el nº 90, es decir, Un gabinete adornado para una señora principal, con su alcoba y las piezas de ingreso, tocador y demás servicios (A-5167), cuya elección comunicó el 22 de mayo.

En la Junta de Examen reunida el 3 de enero de 1848, no el 3 de enero de 1847 como aparece reseñada en la junta, asistieron como vocales Juan Miguel de Inclán, Antonio Conde González, Atilano Sanz y Aníbal Álvarez. Cotejada la prueba de pensado con la de repente, que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió al examen teórico.  Alcalde dio principio al nuevo ejercicio tratando las secciones cónicas, como la naturaleza y aplicación de cada una de ellas. Después el modo de formar la parábola y la elipse; el objeto de la geometría; lo que eran las figuras, los cuerpos sólidos, la esfera, la pirámide y el modo de medirla, pasando más tarde a explicar las caracteristicas que debían poseer los edificios destinados para la administración de justicia, sus caracteres, distribución, salas, escaleras, etc. Posteriormente, trató el modo de construir los cimientos y las bóvedas; lo que era la arquitectura y las partes en que debía estar construida una obra; las diferencias entre la arquitectura griega y romana; el objeto de las cornisas y por último, los efectos de las maderas, su naturaleza, calidad y cómo obraban horizontal y verticalmente.

Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron apto para ostentar el título de arquitecto, grado que le sería concedido en la Junta General del 9 de enero de 1848, a los 29 años de edad.

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1848-1851, sig. 2-14-2; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1839-1848. Sig. 3-90; Libro de actas de la Sección de Arquitectura, 1846-1852. Sig. 3-144; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 352.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM