Hijo de José Natalio de Anduiza y Catalina Uribarri, nació en Bilbao (Vizcaya) el 2 de mayo de 1821, siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari. Fue alumno de la Escuela gratuita del Consulado de Bilbao, centro en el que se matriculó, en el 1º curso de Matemáticas que dio comienzo el 1 de octubre de 1838 y concluyó el 30 de junio de 1839, en la cátedra pública a cargo de Manuel de Naverán y posteriormente en el 2º curso de esta enseñanza que dio principio el 1 de octubre de 1839 y finalizó el 30 de junio de 1840. Durante el primero curso fue aprobado en Aritmética y Álgebra hasta las ecuaciones de 2º grado inclusive, mientras que en el segundo año lo fue de Geometría, Trigonometría Rectilínea y Geodesia.

Cursó la carrera de arquitectura en su ciudad natal bajo la dirección del arquitecto Antonio de Armona, con quien desde el 23 de febrero de 1839 hasta el 8 de abril de 1844 se aplicó en el Dibujo de adorno, Delineación y el Lavado de los órdenes de arquitectura. Al mismo tiempo copió varios edificios de primer orden aplicándose en sus detalles para después proyectar otros de su invención. Durante los dos últimos años asistió igualmente en compañía de su maestro a todas las obras que estaban a su cargo con objeto de realizar la práctica de la profesión.

A mediados de 1845 se trasladó a Madrid para solicitar de la Academia de San Fernando la dispensa de los 11 meses de edad que le faltaban para cumplir los 25 años y poder examinarse en la clase de arquitecto. La Junta de la Comisión mensual de Arquitectura celebrada el 17 de junio vio la solicitud, pero la desestimó dado que el pretendiente no había acreditado sus estudios y no aparecía como discípulo asistente a las clases impartidas dentro de la corporación.

El 22 de septiembre de 1845 volvió a solicitar su admisión a los ejercicios para la misma clase, presentando en esta ocasión como prueba de pensado el proyecto de un Conservatorio de arte (del A-0281 al A-0284) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra junto con la partida de bautismo, la certificación de los dos cursos de Matemáticas aprobados en Bilbao, la certificación de práctica librada por su profesor  particular Antonio de Armona y  la justificación de su conducta moral y política. Pero al igual que la vez anterior, se le denegó su solicitud en la Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 17 de diciembre por «desconocerse su estado y suficiencia».  En este momento se acordó que los documentos y la obra de Anduiza se uniesen «al exped^e pª su resolucion al tiempo oportuno, ó cuando el Ministerio resuelva sobre aquella solicitud ó bien se sirva pedir á la Academia nuevo informe».

El 14 de febrero de 1846 solicitó por tercera vez su admisión a los ejercicios para arquitecto y fuese revisada la obra que había presentado como ejercicio de pensado, la cual respondía a un «Conservatorio de Artes dividido en sus correspondientes departamentos y Salas para el deposito de los objetos artisticos producto de la industria Española».  En esta petición, el interesado comunicó haber cumplido la edad reglamentaria el 2 de febrero, pero si vemos su partida de bautismo aparece como fecha de nacimiento el 2 de mayo, hecho por el que sería rechazada su admisión a los ejercicios de rigor y le vemos de nuevo solicitando la misma petición el 9 de mayo.

Finalmente, fue admitido a los exámenes y la Junta de la Sección de Arquitectura celebrada el viernes 5 de junio de 1846 examinó la obra y los documentos aportados acordando su pase al resto de los ejercicios de reglamento por la mayoría de votos (6 contra 3). Fue admitido en la Junta General del 7 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 26, 119 y 95 nuevos, que respondieron respectivamente: «Una casa rural situada en el descenso de una colina para cuatro pares de labor con las oficinas necesarias, y ademas vivienda para el Dueño, desde la cual registre toda la posesion. Planta y alzado exterior», «Un Portico que represente la fachada de una catedral con dos torres laterales. Planta, fachada y corte» y un «Atrio magnifico para ingreso de un Palacio Real. Planta y corte interior, insinuando la escalera». De los tres asuntos eligió el nº 26, es decir, Una casa rural en el descenso de una colina para cuatro pares de labor (A-2268), cuya elección comunicó a la institución académica el 17 de junio.

La Junta de Examen tuvo lugar la tarde del 17 de agosto de 1846, asistiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán, Atilano Sanz, Narciso Pascual y Colomer, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López, este último en calidad de secretario. Cotejada la prueba de pensado con la de repente que el interesado explicó regularmente y con algunas imperfecciones, se procedió a la realización del examen teórico. Anduiza comenzó este nuevo ejercicio definiendo los ángulos, sus especies y los métodos para medir aquellos que formaban dos planos o un diedro; lo que se entendía por ángulo sólido; lo que era un prisma, sus diferentes tipos, la especie de prisma que conformaba la clave de un arco adintelado y los métodos para medir su volumen; lo que se entendía por pirámide, la manera de construir los machones en los edificios y hacer los despiezos; lo que era la cal, el modo de conocer en donde existía y los medios para elaborarla. Por último, los profesores le preguntaron varias cuestiones acerca de los medios de dirigir prácticamente las construcciones, hacer los despiezos y las bóvedas. En seguida se retiró de la sala para poder proceder a la votación secreta, de la que resultó reprobado en la clase de arquitecto.

Tras la obtención de estos resultados, el 29 del mismo mes envió una instancia a la haciendo participe a la Academia que «su falta en las contestaciones no fueron hijas de la ignorancia y si de la cortedad que le inspiró ese respetable Tribunal. Ademas la triste idea de estribar en un momento puede decir la felicidad ó su desgracia para los dias de su vida no fue lo que menos perturbó su imaginación en aquel instante como generalmente sucede á los que se entregan á esta reflexión». El objeto de esta instancia era el poder ser admitido a nuevo examen de preguntas, pero la Academia lo desestimó, de ahí que el 14 de septiembre solicitase de nuevo la misma petición o en su lugar el poder hacer nueva prueba de repente y nuevo examen oral al no tener tiempo para poder ejecutar un nuevo ejercicio de pensado.

La Sección de Arquitectura celebrada la noche del domingo 27 de septiembre de 1846 acordó su admisión a los ejercicios de reglamento por la mayoría de votos. Fue admitido en la Junta General del 9 de octubre, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. En esta ocasión le tocaron en suerte los números 98, 113 y 91 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Galeria ó Sala ricamente adornada para colocar en ella las estatuas de los barones ilustres en armas y letras de la Nacion: Planta y alzado», un «Salon suntuoso para el Consejo de Estado con piezas alrededor para Secretaria y arqchivo: planta y alzados en fachada y sección» y «Casa Consistorial para una villa de dos mil vecinos. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 91, es decir, una Casa consistorial para una villa de 2.000 vecinos (A-2974), elección que comunicó el 2 de noviembre.

La Junta de Examen tuvo lugar la noche del 22 de diciembre de 1846. Cotejados los ejercicios de pensado y de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió al examen teórico reglamentario. Los examinadores le formularon varias preguntas acerca de las diversas especies de líneas conocidas; los medios para crear una recta sobre otras y sus efectos; lo que era la línea horizontal y el horizonte, así como la relación entre la línea horizontal y vertical. También los diferentes tipos de niveles conocidos; los casos en que el albañil necesita el uso del nivel; la razón del uso más frecuente del espíritu de vino respecto al del agua; lo que era el nivel de agua y el modo de usarlo; los medios prácticos para hacer nivelaciones en las conducciones de agua en un terreno dado; las diferencias entre el nivel aparente y verdadero; las disposiciones para replantear un edificio con arreglo a los planos que de él se levanten. Después sobre los materiales empleados en la construcción, sus circunstancias y la manera de distinguir los buenos de los malos (la cal, el yeso, el ladrillo y la piedra); las diversas especies de armaduras y los casos en que era necesaria su construcción; el modo de usar las maderas y colocarlas, sus calidades y circunstancias; el objeto de la construcción en general, los requisitos imprescindibles para que sea buena, además de otras cuestiones relativas a la teoría práctica de la profesión.

Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta General del 3 de enero de 1847, a los 25 años de edad.

Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1846. Sig. 2-14-1; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1839-1848. Sig. 3-90; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 342.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM