Nació en ¿Navarra? hacia 1776. Fue discípulo de arquitectura en la Real Academia de San Fernando y como tal, presentó el 4 de julio de 1801 un memorial y varios diseños en plantas y alzados de «un Edificio de alguna consideracion, con destino á Hospital para esta Corte», con objeto de manifestar su aplicación y adelantamientos en este arte y solicitar con ellos una ayuda de costa que lo estimulase. A la vez que Arteaga, Fermín Gutiérrez presentó para el mismo fin los diseños de una «Camara Sepulcral», obras de ambos alumnos que en la Junta Ordinaria del 5 de julio se acordó pasasen a censura de la Comisión de Arquitectura.

Cuatro años más tarde solicitó su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, a cuyo objeto presentó como ejercicio de pensado el proyecto de un «Peso Real con destino a esta Corte con su correspondiente avance e informe facultativo» (del A-2294 al A-2300). Fue admitido por cuanto que en la Junta Ordinaria del 10 de noviembre de 1805 le fueron sorteados los tres programas reglamentarios para el ejercicio de repente. Le tocaron en suerte los números 90, 41 y 78, de los cuales eligió la Fachada de una academia de bellas artes (A-237). Fue examinado el 14 de diciembre y en vista de que los profesores le vieron con los conocimientos necesarios en la teoría y práctica de la profesión, acordaron despacharle el título de maestro arquitecto en la Junta Ordinaria del 1 de diciembre de 1805.

Años más tarde, el corregidor de Ronda (Málaga), Vicente Cano, hizo una súplica a la Academia para que un arquitecto aprobado pasase a la ciudad a dirigir las obras públicas y particulares que allí eran necesarias porque había fallecido el maestro de obras José Martínez de Aldeguela, vecino de Málaga y profesor que las había planificado. Enterado Arteaga de que la plaza se encontraba vacante desde hacia varios años, remitió en 1808 un memorial solicitando la plaza de maestro mayor de la ciudad, además de una ayuda y los medios para el auxilio del viaje, dado que la plaza no tenía dotación fija sino los emolumentos eventuales de las obras que fuesen a realizarse. Prácticamente, las obras públicas ya habían quedado concluidas (la plaza de arcos y soportales, las oficinas del matadero, la carnicería, la alhóndiga, el cuartel, la posada y la fonda, como otras anejas a éstas como el paseo de Alameda y la circunvalación de los precipicios del Tajo) y como sólo quedaban por ejecutar las obras particulares se acordó finalmente conceder a Arteaga la ayuda solicitada.

Comisión de Arquitectura. Informes, 1805. Sig. 1-29-2; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1800-1824. Sig. 2-23-2; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1795-1802. Sig. 3-86; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1803-1818. Sig. 3-87; Secretario general. Enseñanza. Pensionados. Arquitectura, 1748-1807. Sig. 1-49-6.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM