Hijo de José Antonio de Belaunzarán y Paula Echanique, nació en Zarauz (Guipúzcoa) el 23 de junio de 1812 siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de Santa María la Real. Comenzó la carrera de arquitectura en 1824 bajo la dirección de su tío Juan Bautista de Belaunzarán, académico de mérito que en una certificación fechada en Bilbao el 1 de febrero de 1835 manifestó los estudios de su sobrino con las siguientes palabras: «[…] entró en mi casa el dia diez y siete de Mayo de Milochocientos veinte y cuatro, á dar principio al estudio de vellas Artes, y continuó sin intermisión hasta el veinte de Agosto de mil ochocientos treinta y cinco; En toda esta epoca se dedicó constantemente al ramo de Arquitectura tanto en la teorica como en practica, asistiendo á todas las Obras publicas y particulares que estubieron á mi cuidado, y direccion, tanto en este pueblo como fuera de el, cursando al propio tiempo en el ramo de matematicas puras y mixtas teorica y prácticamente; Asistió igualmente en mi compañía á muchas mediciones de edificios rusticos, urbanos y publicos, al levantamiento de planos topograficos de varios campos cultibados, é incultos. Entre ellos de algunos pueblos, curso de los Rios, y demas que tube que desempeñar en la epoca espresada de su estancia en mi casa».

El 20 de agosto de 1835 se trasladó a Bilbao rumbo a Madrid para continuar y perfeccionar sus estudios de arquitectura. El  19 de abril de 1837 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado los diseños de un Cuartel proyectado para dos regimientos de caballería «como para ser construido en Villaviciosa» (del A-3154 al A-3156), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de práctica librada por su tío Juan Bautista de Belaunzarán y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 23 de mayo de 1837 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 28 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 84, 121 y 33, los cuales respondieron respectivamente: «Edificio exento pª Mercado ó feria, con tiendas grandes y pequeñas pª diversos generos y cuadras pª ganados de distintas especies: de la forma y magnitud que acomodare. Planta y Alzados», «Un gran salon con destino á Armeria, adornado con el órden de Arquitectura correspond^te y cerrado con boveda esquifada. Planta y sección interior» y  «Planta, alzado y perfil geometrico de un templo rotundo, de ámbito proporcionado pª doscientos vecinos». De los tres asuntos eligió el nº 84, es decir, un Edificio para mercado o feria (A-2328), cuya elección comunicó el 7 de junio.

La Junta de Examen tuvo lugar el 17 de junio de 1837, asistiendo a ella como vocales Martín Fernández de Navarrete, Custodio Moreno, Tiburcio Pérez, José de Troconiz y Juan Miguel de Inclán, después de que Francisco Rodrigo avisase de su imposibilidad de asistir por estar indispuesto y Troconiz reemplazase a Miguel Loredo al serle imposible asistir al acto por motivos profesionales.

Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Belaunzarán principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores acerca de los requisitos de la buena arquitectura (comodidad, solidez y belleza), la geometría y trigonometría. Despúes midió superficies, tanto rectilíneas como curvilineas, deteniéndose en el círculo y en la esfera para introducirse en las solideces y la explicación de las razones en que se fundaban las diferentes operaciones que le fueron propuestas. A continuación trató  las secciones cónicas y las diferentes curvas que resultan con su aplicación a las bóvedas. Se detuvo en las esféricas, los arcos elípticos y los niveles. Posteriormente se le cuestionó acerca de los replanteos, las precauciones para el sólido fundamento de  los cimientos, el asiento de las piedras y la elaboración de los materiales; las monteas y las cimbras; la resistencia y asiento de las maderas, como de  otras cuestiones relacionadas con la práctica de la profesión.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaon hábil para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 9 de julio de 1837, a los 25 años de edad.

Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1837. Sig. 2-4-7; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 187.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM