Hijo de Juan Belmonte y Juana Almela, nació en Murcia el 21 de julio de 1809 siendo bautizado ese mismo día en la iglesia parroquial de San Nicolás y murió en la misma ciudad en 1875. Realizó sus primeros estudios en la Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia donde recibió las primeras enseñanzas de arquitectura a través del arquitecto Manuel Alcázar.

El 19 de septiembre de 1836 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Sociedad Económica (del A-339 al A-341) «comprensiva de las enseñanzas y demas oficinas que prefija los últimos Estatutos referentes á estos cargos», con su informe facultativo y el avance del coste de la obra. Muy posiblemente, la elección de este asunto se debió a su vinculación con la Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, organismo donde acabó siendo profesor de arquitectura, ocupándose de la Biblioteca del centro hasta su fallecimiento en 1875.

La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida el 20 de septiembre de 1836 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 25 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 16, 124 y 92, los cuales respondieron respectivamente: «Capilla para un Palacio Real imitando al antiguo y disponiendo en ella tribuna para el soberano. Planta y seccion», «Proyectar una casa para esta corte con medianerias al redeor, de solo tres tiros destinandolos según su comodidad á los onquilinos que los han de habitar en un trapecio de ciento veinte pies de fachada, sesenta por la medianeria de la derecha perpendicular á aquella, y el testero de cien pies paralelo á la fachada: planta, fachada y corte geometricos» e «Ynventar un tabernaculo adornado con columnas y pilastras de orden corintio con sagrario y Mesa de Altar para colocarle aislado en un Presbiterio; diseñando la planta, fachada y corte de un tamaño proporcionado». De los tres asuntos eligió el nº 124, es decir, una Casa de inquilinos para esta Corte (A-1517), cuya elección comunicó el 1 de octubre a la corporación académica.

La Junta de Examen tuvo lugar el 11 de octubre de 1836, asisitiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno, Tiburcio Pérez, Juan Francisco Rodrigo, Miguel Fernández de Loredo y Marcial Antonio López. Cotejada la obra de pensado  con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Belmonte principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron  los profesores acerca de lo que debía hacer un arquitecto para construir toda especie de edificios, desde sus comienzos  hasta su conclusión; el modo de hacer la mampostería, la aplicación de las maderas a los edificios y el modo de medir los arcos para construir en medio de los ríos y terrenos acuosos, manifestando las máquinas y los recursos con los que debía valerse. A continuación se centró en las cales hidráulicas, sus diferencias con las comunes y el modo de emplearlas. También en las losas, su utilidad y objeto; la solidez, comodidad y belleza de los edificios y por último, en la elección de las maderas.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutada como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 6 de noviembre de 1836, a los 28 años de edad.

A finales de 1850 se remitió a censura de la Academia el expediente y los planos que había desarrollado de las obras que se estaban ejecutando en la casa consistorial de la ciudad de Murcia. Una vez revisados, la Sección de Arquitectura celebrada el 3 de diciembre los halló arreglados en todas sus partes, aunque comunicó su deseo de que «si aun fuese tiempo, se corrigiese algun tanto la desproporcion que se nota entre las alturas de los cuerpos bajo y principal de los cuales el primero aparece como oprimido bajo el peso del órden que carga sobre él, y se estrechasen un poco los huecos del segundo piso».

Al año siguiente, el director de Administración General del Ministerio de la Gobernación del Reino remitió a informe de la institución académica los planos que había ejecutado Belmonte para un mercado y pescadería en la ciudad de Murcia, los cuales fueron aprobados por la Sección de Arquitectura el 30 de octubre de 1851, no sin antes advertir la conveniencia de cubrir la galería central para que los compradores no tuviesen que estar de continuo a la intemperie.

A través de la Junta General del 5 de diciembre de 1852 sabemos que como arquitecto de Murcia llevó a cabo obras de regularización y reforma en varias fachadas, además de obras de nueva planta en varias casas particulares. También, que intervino en la fortificación de la ciudad y en las obras de ampliación de su cárcel cuyo proyecto y planos habían sido aprobados por la Sección de Arquitectura el 2 de diciembre de 1851,

Hasta estos momentos se le habían concedido varios cargos: arquitecto municipal de Murcia (1848) y arquitecto provincial (1859), pero en 1866 la Academia de San Fernando le honraría nombrándole académico correspondiente por Murcia, por el que dio las gracias el 19 de junio de ese mismo año. A su vez, siguió impartiendo clases de Dibujo, Perspectiva y Ornato en la Sociedad Económica de Murcia y remitiendo a informe de la corporación madrileña proyectos de muy diferente índole.  De este modo, en la década de los sesenta envió el proyecto de cárcel para Cartagena (Murcia) que sería examinado por la Sección de Arquitectura el 13 de marzo de 1868. Constaba de una memoria facultativa, una hoja con las secciones, los detalles, la fachada, las plantas y la topografía del terreno sobre el que debía construirse la obra. También del presupuesto de la misma, calculada en 108.294 escudos y 757 milésimas en caso de que fuese realizada por operaciones libres y 49.410 con 501 milésimas en caso de utilizarse los confinados. En esta fecha el proyecto en borrado fue aprobado en su totalidad como si fuera definitivo.

El 29 de marzo de 1875, la Comisión Organizadora de las Comisiones de Monumentos se enteró del fallecimiento de Belmonte y para cubrir su vacante fue propuesto José María Baldó Caquia, que desde Murcia hizo saber a la Academia el 10 de abril que había recibido su comunicado y que aceptaba honroso el nombramiento como académico correspondiente.

Académicos correspondientes (1865-1879). Sig. 1-53-1; Académicos. Propuestas y nombramientos de académicos correspondientes en España y extranjero (1865-1880). Sig. 1-53-3; Arquitectura. Asilos, audiencias, bibliotecas y museo nacional, bolsas, capillas, casas consistoriales y capitulares, casas de caridad, calles, casas de correos, embovedado, casetas, diputaciones provinciales, edificios de los consejos. Siglo XIX. Sig. 2-42-8; Arquitectura. Cárceles, 1842-1853. Sig. 2-30-2; Arquitectura. Casas Consistoriales y Cárceles, 1818-1861. Sig. 2-30-5; Arquitectura. Plazas, mercados y plazas de toros, 1778-1852. Sig. 2-28-6; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1836. Sig. 2-4-6; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1848-1854. Sig. 3-91; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816- 1900. Sig. 3-154, nº 179.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM