Nació en Úbeda (Jaén) hacia 1802. Desde 1824 fue discípulo de la Academia de San Fernando bajo la dirección del teniente director de arquitectura Custodio Teodoro Moreno. En este año presentó los diseños de la basa ática y la columna con capitel, cornisamento, arquitrabe y friso del orden dórico mientras que en 1825 los de un capitel y el cornisamento jónico a fin de que se valorasen sus adelantamientos en la arquitectura. Estos últimos diseños serían censurados por la corporación académica en la Junta Ordinaria del 1 de mayo de 1825.
Durante muchos años se dedicó a adquirir los conocimientos teóricos y científicos de la profesión, dibujando los restos de los monumentos más célebres, inventando otros tantos «de gran mérito por su composición, pureza de estilo y buen gusto» y asistiendo a las obras a cargo de su maestro, entre ellas el Teatro de Oriente y la Cochera del Campo del Moro en las que realizó diferentes comisiones.
En el transcurso de ese tiempo, una real orden de la Reina expedida el 25 de noviembre de 1833 acordó estimular el genio de los profesores de la Academia de San Fernando a través de la erección de un Monumento artístico dedicado a consagrar la memoria del juramento hecho por Isabel II como Princesa heredera de estos Reinos y su advenimiento al Trono. Debía publicarse en los periódicos después de ser aprobada por S.M. y ofrecerse el premio honorífico y remuneratorio al profesor que la Academia estimase con mayor mérito de todos. Los autores tenían la libertad de dibujar el monumento que quisiesen en el lugar que creyesen más oportuno, teniendo presente que el ganador obtendría un premio consistente en una medalla de oro de 6 onzas con la efigie de la Reina y en su reverso la inscripción laureada «Mª Cristina de Borbon Reina Gobª á N (qe será el nombre del qe obtenga el premio)».
La Academia tuvo preparado el programa el 16 de diciembre siendo aprobado por la Reina el 8 de enero de 1834. Los opositores que firmaron la oposición en la 1ª y 2ª convocatoria fueron Carlos del Bosch y Romaña; Pedro Manuel de Belaunzarán; Patricio Rodríguez; Andrés Coello; Manuel Rojas; Constantino Germán; Marcos Arnaiz; Diego Monroy y Aguilera (pintor de Cámara de S.M.); Antonio Capo González; Romualdo de Vierna; Narciso Labrador; Antonio Sancho y Arango; José María Guallart y Sánchez; Francisco García Martínez; Juan Morán Lavandera; José Gutiérrez (profesor de pintura); Francisco Elías Burgos; Juan José Ribera; Lucio de Olarieta; Pedro García; José de Tomás; Francisco Javier Adán; Inocencio Ladrón de Guevara; Lorenzo Hidalga; Juan Jimeno; Ramón González de las Barreras; Pedro Camporredondo; José Núñez; Augusto Terrán; José Ramírez Espinosa y Luis Rigalt. A éstos cabría añadir los nombres recogidos por el académico Antonio Celles en una lista remitida a Custodio Moreno desde Barcelona en febrero de 1834, en la que aparecían reseñados los nombres de José Fontseré, José Oriol y Félix Ribas como los de los alumnos Onofre Alsamora, Víctor Martí, Pablo Gener, José Mestres, Francisco Barba, Antonio Rubira, Carlos Gras y Francisco Ribas. Asimismo, los de Fernando Llacer y Viana, académico de mérito por la Escultura de la Academia de San Carlos de Valencia; Francisco Guillén y Juan Lizusoáin, este último profesor de adorno y decoración en Sevilla.
Las obras presentadas fueron de lo mas variadas en cuanto a su forma y ubicación. Algunos vieron el monumento como un obelisco, otros como un gran pedestal con escalinatas, un templete circular de diferentes órdenes, una columna o una fuente en lugares tan dispares como la plaza de Oriente a espaldas del gran Teatro dando frente a la calle Arenal; en el sitio o paso del río Manzanares llamado del Vado frente al puente de Santa Isabel o en el sitio que ocupaba la Puerta de Atocha.
La Junta General celebrada a las 11 de la mañana del día 19 de septiembre de 1834 tuvo como objeto la adjudicación de los premios con arreglo al programa publicado en la Gaceta el 7 de enero anterior. Debido a que el viceprotector sufrió una grave enfermedad ocupó la presidencia el conde de Parcent al ser el consiliario más antiguo. A la junta asistieron un total de 49 profesores, ocupando la secretaría Fernández de Navarrete y no habiendo podido acudir los académicos de honor marqués de Bajamar y el marqués de Piedra Blanca, como los de mérito Francisco Javier de Mariategui, Elías Villalobos, José París y José Castelaro.
Estudiadas previamente todas las obras y ejecutada la votación secreta, resultó que ninguna de ellas era merecedora del premio por lo que la Academia acordó y propuso comunicar al Gobierno que fuese la misma corporación académica la que arreglase uno o más pensamientos de este monumento artístico, a fin de poder presentar alguno a S.M. que reuniese y conciliase el decoro y el esplendor de las artes. No obstante, en vista de lo dictaminado en la junta anteriormente señalada, la Comisión de Pintura, Escultura y Arquitectura reunida el 3 de diciembre de 1834 acordó otra solución para resolver el problema que se había generado. Consistía en volver a organizar una nueva convocatoria y realizar una publicación sencilla del mismo programa, debiendo añadir los autores por escrito las razones artísticas y filosóficas de sus obras, el cálculo aproximativo del coste que tendrían y el sitio que consideraban mas apto para su colocación.
Aparte de constatar su presencia en el concurso anterior, tenemos constancia que Camporredondo se matriculó en el curso académico de 1842 a 1843 en el Colegio Preparatorio para todas las carreras incorporado a la Universidad Literaria de Madrid, obteniendo la aprobación del segundo año de Matemáticas.
El 1 de marzo de 1845 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Edificio para instituto nacional o reunión de las academias de ciencias naturales y exactas; morales y políticas; de nobles artes y sus antigüedades; de lengua, historia, arqueología y literatura; con los museos, biblioteca, cátedras, escuelas y demás oficinas correspondientes (del A-249 al A-252) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación del 2º curso de Matemáticas aprobado, el certificado de práctica librado por su maestro particular Custodio Teodoro Moreno y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida la mañana del 1 de abril de 1845 examinó las obras y los documentos aportados, «y con conocimiento de todos y cada uno de los ventajosos antecedtes qe concurren en el interesado, no solo se acordó el mas favorable informe de admisión, por uniformidad de votos, sino qe haciendo presente á la Academia las particulares circunstancias y merito probado del mismo, se sirva eximirle de los ejercicios qe tiene acreditados tan ventajosamente, creandole desde luego Arquitecto y acordando la expedición de su titulo». Este acuerdo fue aprobado por la Academia en la Junta Ordinaria del 13 de abril de 1845, pero, además, en este mismo año y debido a la jubilación del catedrático Antonio Conde González, sería nombrado profesor agregado junto con Mariano Calvo y Pereira en la Junta Ordinaria Extraordinaria del 14 de septiembre.
A raíz del establecimiento de la nueva Escuela Especial de Arquitectura por Real Decreto de 25 de septiembre de 1844 bajo la inspección de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, S.M. acordó el 23 de marzo de 1845 el nombramiento de los directores de las distintas enseñanzas de los estudios de arquitectura, saliendo elegidos: Juan Miguel de Inclán, como director y profesor de Composición (15.000 reales anuales de sueldo); Eugenio de la Cámara profesor de Cálculo diferencial e integra (10.000 reales); José Jesús Lallave profesor de Mecánica (12.000 reales); Juan Bautista Peyronet profesor de Geometría descriptiva (12.0000 reales); Narciso Pascual y Colomer profesor de Teoría general de la construcción (12.000 reales); Aníbal Álvarez profesor de Teorías generales del arte y decoración (12.0000 reales); Antonio de Zabaleta profesor de Arquitectura legal y práctica de la construcción (12.0000 reales) y Atilano Sanz y Pérez, Pedro Camporredondo y Mariano Calvo y Pereira profesores agregados con 6.000 reales, al tiempo que Antonio Conde y González quedó relegado de sus funciones por jubilación.
Siendo profesor auxiliar de la Escuela Especial de Arquitectura realizó el diseño de Un monumento para perpetuar la memoria del célebre arquitecto don Juan de Villanueva (A-3584), que bien pudo elaborarlo como ejercicio para recibirse en la clase de académico de mérito o simplemente «Ynventado y Dedicado a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, por su antiguo y reconocido discípulo», tal y como reseñó el autor en el dibujo. Decimos que pudo presentarlo para ser recibido como individuo de mérito porque en la Junta Ordinaria del 22 de marzo de 1846 se reseña que fue admitido a las pruebas correspondientes a dicho grado y «aunqe tiene suficientes pruebas de idoneidad y estado” se le señaló como prueba demostrativa y adicional "el diseño geométrico de la hermosa Fuente de la Alcachofa que está situada frente a la Puerta de Atocha y paseo del propio nombre».
En la Junta de los Sres. Profesores del 1 de octubre de 1849, a las 10 de la mañana, y debido a la necesidad de que los profesores asistiesen diariamente a la Escuela Especial de Arquitectura, se acordó su asistencia a las clases con la siguiente distribución horaria: Narciso Pascual y Colomer, Aníbal Álvarez y Camporredondo de 9 a 11 de la mañana; Antonio de Zabaleta y Mariano Calvo y Pereira de 11 a 13:00 h: Juan Bautista Peyronnet y Atilano Sanz de 13:00 h a 15:00 h, mientras que el director tenía la potestad de asistir cuando lo creyera oportuno.
Cuando Camporredondo ostentaba el cargo de profesor agregado de la Escuela Especial de Arquitectura se le nombró en 1852 profesor de Mecánica y Construcción para la enseñanza de maestros de obras, directores de caminos vecinales y agrimensores dependientes de la Academia. No obstante, en este momento fueron nombrados otros tres profesores agregados para otras tantas disciplinas: Blas Crespo en la enseñanza de Delineación y Topografía; Francisco Ferrer en Geometría descriptiva y sus aplicaciones, y Mariano Calvo en Composición y Parte legal, a quien a su vez se le dignó con la cátedra (Junta General del 5 de diciembre de 1852). Atendiendo a los servicios contraídos por estos profesores de la Escuela de Agrimensores de Caminos Vecinales y conformándose con el informe de la Academia, la Reina les declaró por la Real Orden del 1 de mayo de 1855 profesores propietarios de sus respectivas asignaturas sin necesidad de oposición, pudiendo disfrutar de los derechos que establecía el artículo 27 del Reglamento de dicha Escuela. La Academia quedó enterada de todos estos nombramientos en su Junta General del 10 de junio.
Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1845. Sig.2-12-4; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Informes. Monumentos Públicos, S. XIX. Sig. 2-28-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, directores de caminos, agrimensores, 1852-1855. Sig. 2-23-4; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1839-1848. Sig. 3-90; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 285; Secretario general. Académicos. Relación de académicos y profesores, 1846. Sig. 1-19-13; Secretario general. Borradores de actas de las reuniones celebradas por la Escuela, 1849. Sig. 5-80-2. Secretario general. Enseñanza. Planes de estudios y reglamentos, 1843-1846. Sig. 1-19-11.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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