Hijo de Julián Delgado y María Josefa Neyro, nació en Madrid el 7 de noviembre de 1820 siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de San Miguel y San Justo de la capital. Residió en el llamado barrio de las Aguas, en la calle de San Isidro, nº 3, cuarto principal y pronto se matriculó como alumno de arquitectura en la Real Academia de San Fernando. Asistió al curso académico de 1842-1843 a la cátedra de Física impartida por el profesor Eduardo Rodríguez en el Conservatorio de Artes de Madrid. Desde el 3 de noviembre de 1843 hasta finales de junio de 1844 asistió al 2º curso de Matemáticas, tiempo en el que se explicaron los tratados de Trigonometría rectilínea, Geometría práctica, Aplicación del álgebra a la geometría, Secciones cónicas, Teoría general del las ecuaciones, Funciones, Series, Diferencias finitas y Principios de cálculo diferencial.
Bajo la dirección del arquitecto José María Guallart y Sánchez recibió las enseñanzas de la teoría y práctica de la profesión, concurriendo a su estudio particular desde 1840 hasta finales de 1845. En el primer año se ejercitó en el estudio de los órdenes y los templos de Vitrubio; en el segundo, en la copia de edificios antiguos y modernos, y en los tres últimos en proyectar obras de su invención y estudiar la construcción, asistiendo a la práctica de las obras a cargo de su maestro.
El 29 de octubre de 1845 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Casa de moneda para Madrid (del A-1339 al A-1342), con el informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de sus estudios de Matemáticas y Física, la certificación de práctica librada por su maestro particular José María Guallart y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada en la mañana del 19 de diciembre de 1845 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento por 6 votos contra uno. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 4 de enero de 1846, fecha en el que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 51, 58 y 24 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «En un sitio de ochenta á noventa pies de fachada idear una casa de solo un cuerpo ó planta noble para un caballero de conveniencias. Planta, fachada y corte», «Planta, alzado y perfil geometrico de una Casa de Campo para pasar un Potentado en ella parte de la semana» y «La Hermita de un Santuario con habitación para el Patrono ó administrador eclesiastico. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 51, es decir, una Casa para un caballero de conveniencias (A-1541), elección que comunicó a la corporación el 22 de enero.
La Junta de Examen tuvo lugar el 7 de marzo de 1846, asistiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán Valdés, Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Aníbal Álvarez, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López, este último en calidad de vocal secretario. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Delgado y Neyro principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores acerca del cono y sus diferentes secciones; el círculo, la elipse, la parábola y la hipérbola; el modo de cambiar las ecuaciones, ejecutando varias que le fueron propuestas. Después se le cuestionó sobre la decoración y el ornato de los edificios, refiriéndose particularmente a las de una casa de moneda con su distribución, dependencias, el monetario, otras salas y su fachada. A continuación explicó las condiciones de una casa aislada para una persona de conveniencia y su distribución; los órdenes de arquitectura y las partes principales de las que constaban; el destino de los guardapolvos, las jambas y sus proporciones; los arcos adintelados y el modo de formarlos; el objeto del conocimiento de las curvas, las diversas clases de bóvedas y el modo de edificarlas; el uso y el objeto de los tirantes, el hierro en la construcción y por último, sus ventajas e inconvenientes.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 22 de marzo de 1846, a los 25 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1846. Sig. 2-13-4; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 325.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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