Nació en Zaragoza (Aragón) hacia 1801. Fue discípulo de la Real Academia de San Luis de Zaragoza, centro en el que se matriculó como alumno de Dibujo en 1817 y 1818 como en las clases de delineante en la arquitectura entre 1819 y 1822. Tras ejecutar algunas operaciones con el agrimensor Pedro Navarro, solicitó de la Academia de San Luis el ser examinado en la clase acorde con sus conocimientos, de ahí que en la Junta Particular celebrada el 12 de julio de 1822 fuese examinado por el director de arquitectura y académico de mérito Tiburcio del Caso y el arquitecto académico supernumerario Juan de Mendoza. Le hallaron instruido en aritmética, geometría y en las demás ciencias concernientes a la agrimensura, por lo que fue aprobado en la clase de agrimensor en la Junta Ordinaria del 4 de agosto de 1822 por uniformidad de votos, con la facultad de medir los campos y practicar cuantas operaciones fuesen anexas a la agrimensura.
Asistió durante todo un curso completo a la cátedra de Matemáticas a cargo de Ramón de Mateo, capitán 1º del Cuerpo Nacional de Ingenieros, académico de San Luis de Zaragoza, socio de número y de mérito de la Sociedad Aragonesa y profesor de matemáticas en la escuela de la misma. Durante este tiempo se dedicó al estudió de los tratados de Aritmética, Álgebra, Geometría elemental y práctica; Trigonometría, Aplicación del álgebra a la geometría, Secciones cónicas y Cálculo diferencial e integral; Dinámica, Estática, Hidrostática, Hidráulica y Astronomía. Dada su aplicación en este curso, la Sociedad Aragonesa lo premió en 1823 con una obra de matemáticas.
Entre 1823 y 1825 asistió bajo la dirección del académico de mérito Pedro Zengotita Vengoa a las obras que este maestro tenía a su cargo, como a las mediciones, tasaciones y la formación de planos de manera satisfactoria. El 9 de diciembre de este último año solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado el proyecto de un «Hospital capaz de trescientos enfermos, ambos sexos con destino para una capital de Provincia» (del A-2458 al A-2461), con la memoria y el presupuesto de la obra, además de varias certificaciones, entre ellas la que atestiguaba el haber obtenido el título de agrimensor por la ciudad de Zaragoza.
La Comisión de Arquitectura reunida el 17 de enero de 1826 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 22 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 13, 26 y 29, los cuales respondieron respectivamente: «una hermita de forma cuadrada ó rectangular con su sacristía y habitación pª el ermitaño: demostrandola en Planta y Alzado», «una casa para fabrica de curtidos con habitación para el fabricante y demas oficinas de su uso: demostrandolo en planta, fachada y alzados» y «Disponer un molino arinero en una ribera donde vayan las aguas dirigidas á él, con las oficinas necesarias. Planta, fachada y sección». De los tres asuntos escogió el primero, es decir, «una hermita de forma cuadrada ó rectangular con su sacristía y habitación pª el ermitaño: demostrandola en Planta y Alzado».
La Junta de Examen tuvo lugar el 13 de marzo de 1826, pero el ejercicio sería reprobado al notarse varios defectos esenciales en la construcción de la ermita, debiendo solicitar el pretendiente nuevo asunto de repente el 29 del mismo mes. Fue admitido a nuevas pruebas en la Junta Ordinaria del 2 de abril, siéndole sorteados los programas al día siguiente. En esta ocasión, le tocaron en suerte los números 24, 34 y 44, que respondieron respectivamente: «En un sitio de forma rectangular que tenga 60 pies de latitud por 120 de longitud, disponer una casa compuesta de piso bajo y principal para un caballero con familia, y qe necesita tener habitación separada de la de su muger é hijos: cuartos para dos criadas y cuarto criados, cochera, cuadra y patio. Se hará demostrandolo en dos plantas, fachada y corte», «una casa para Albacería, Mercería y para la venta de carnes en una población regular. Planta, fachada y corte» y «en planta, alzado y corte, y sobre un rectangulo de 50 pies de fachada y 80 de fondo, se demostrará una casa con destino a estafeta ó correo para una villa de 20 vecinos y habitación para el Administrado». De los tres programas escogió el nº 34, es decir, una Casa para albacería, mercería y venta de carnes en una población regular (A-2311).
La Junta de Examen celebrada para examinar a Esteban y Romero en la clase de maestro de obras se reunió el 19 de abril de 1826, concurriendo a ella como vocales Manuel González Montao (presidente), Juan Antonio Cuervo, Julián de Barcenilla, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete (secretario). Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. El interesado principió este nuevo ejercicio contestando a varias preguntas que le hicieron los profesores sobre la división y las partes que constituían la arquitectura; la medida de las bóvedas, la solidez de la esfera y sobre otras cuestiones relativas a la teoría y práctica de la profesión.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas como con las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con los conocimientos suficientes para ostentar el título de maestro de obras, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 4 de junio de 1826, a los 25 años de edad.
Su interés por ostentar un título superior le llevó el 25 de octubre de 1829 a solicitar de la misma institución su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, a cuyo objeto expuso ser agrimensor y maestro de obras, presentando además como prueba de pensado el proyecto de una Academia de nobles artes (del A-183 al A-185) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, valorada en 22. 722, 9090 reales de vellón.
La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida el 28 de octubre de 1829 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 8 de noviembre, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 92, 21 y 47, que respondieron respectivamente: «Oratorio para egercicios esperituales con sacristia. Se demostrará en planta, fachada y una seccion», «Un Gabinete ricamente adornado para una señora principal con su alcoba en el testero y las piezas de ingreso, tocador y demas servicio. Planta y alzado» y «Una Escalera principal de tres tiros para un Palacio Real, la que se há de construir con materiales solidos é incombustibles; demostrando el proyecto en planta y corte por ancho ó largo, según le convenga al pretendiente». De los tres asuntos eligió el nº 92, es decir, Un oratorio para ejercicios espirituales con sacristía (A-4330), elección que comunicó a la corporación el 10 de noviembre.
La Junta de Examen se reunió el 24 de noviembre de 1829, acudiendo a ella como vocales Antonio López Aguado, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno, Antonio de Varas y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Los profesores le hicieron a Esteban y Romero varias preguntas acerca de los principios de la arquitectura, la solidez, el decoro y la comodidad de los edificios; los principios de mecánica y las máquinas, especialmente la palanca y su aplicación en las obras. También sobre la resistencia de las maderas y las figuras curvas, especialmente el círculo y la elipse; la solidez de la esfera y su aplicación a las bóvedas; las armaduras y el modo de asegurarlas, como acerca de otros puntos concernientes a la profesión.
Satisfechos los examinadores con el mérito de las obras practicadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de maestro arquitecto por uniformidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 27 de diciembre de 1829, a los 28 años de edad.
En 1852 le veremos residiendo en Zaragoza, desde donde remitirá a la Academia para su censura confidencial los planos de un presidio correccional que se intentaba construir en el sitio ocupado anteriormente por el ex convento de San José a extramuros de dicha ciudad. La Sección de Arquitectura nombró a Atilano Sanz para que elaborase el informe correspondiente a la obra, el cual tuvo concluido el 26 de julio de 1852. Tras estudiar el asunto con detenimiento, vio desarregladas la planta y los alzados como los huecos y los macizos. También la necesidad de suprimir las dos crujías oblicuas del primer patio por su mala estética y no ofrecer la comodidad adecuada; la mala ubicación de la capilla y los comunes, además de la mezquindad del cuerpo de la fachada principal. En cuanto a su construcción, los espesores eran correctos en los machones y paredes, aunque no así los armados de los pisos y tejados, que según se diseñaban eran imposibles de construir. El informe del profesor sería aprobado por la Sección de Arquitectura el 29 de julio y por la Academia en la Junta General del 8 de agosto de este año, siempre que fuesen introducidas las correcciones indicadas.
Tenemos constancia que fue arquitecto diocesano y que ejecutó en 1859 unos planos en plantas y secciones de la iglesia parroquial de Leciñena (Zaragoza). La construcción del templo se remontaba al siglo XVI, pero desde entonces la iglesia había sufrido una serie de intervenciones, como las de consolidación entre 1799 y 1801. A partir de ese momento se le encargó a Esteban y Romero la visita a la obra para conocer su estado y ejecutar la formación del presupuesto para su reparación. A su entender, era necesaria la reforma total del edificio porque debían reforzarse los entibos entre contrafuertes y las columnas anilladas, rebajar la altura de las naves y la construcción de una bóveda rebajada en el crucero. A mediados de agosto de 1862 presentó el pliego de condiciones facultativas de las obras que eran necesarias, pero la ejecución de las mismas sería realizada por el arquitecto Juan Antonio Atienza en 1868.
Arquitectura. Cárceles, 1842-1853. Sig. 2-30-2; Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1829. Sig. 2-9-1; Comisión de Arquitectura. Informes, 1821-1828. Sig. 1-30-1; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1846-1855. Sig. 1-30-2bis; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1822-1826. Sig. 2-16-1; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1848-1854. Sig. 3-91; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1819-1830. Sig. 3-88; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 77; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818- 1886. Sig. 3-156, nº 23.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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