Nació en Cádiz hacia 1791. Desde muy joven se ejercitó en la albañilería y cantería, obteniendo la maestría gremial por su ciudad natal. Posteriormente se trasladó a Madrid a fin de matricularse como alumno en la Academia de San Fernando y obtener el título de maestro de obras. En este centro concurrió por las noches a las clases de Arquitectura y Principios de matemáticas con gran aprovechamiento, dedicándose igualmente a copiar los Cinco Órdenes de Vignola, los diseños de Vitrubio y Paladio. Obtuvo varios premios y el accésit en la copia del «Tabernaculo del Escorial», primer asunto de oposición en los exámenes de 1833.

El 17 y 30 de octubre de 1833 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para  la clase de maestro de obras, a cuyo fin presentó como prueba de pensado el proyecto de Una casa de campo de recreo y labor para un caballero hacendado, según se ejecutan en la provincia de Cádiz (A-1915 y A-1916), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de sus estudios librada por el académico de mérito Torcuato José de Benjumeda y la justificación de su conducta moral y política.

Al ser sargento 1º retirado y existir una orden en la Capitanía General por la cual debían salir inmediatamente de Madrid todos los militares avecindados fuera de su recinto, Filguera aprovechó la ocasión para solicitar la mediación de la corporación en este asunto, a fin de que le fuese concedido un permiso para permanecer en Madrid hasta verificar su examen. En respuesta, la Academia acordó elevar a la Superioridad la solicitud de prórroga a favor de Filguera, porque en caso contrario se le ocasionaría al pretendiente un gran perjuicio al no poder examinarle. 

La Comisión de Arquitectura celebrada el 5 de noviembre de 1833 censuró la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 10 de noviembre, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 1, 21 y 26, los cuales respondieron respectivamente: «Casa Fabrica de Jabon con todas sus oficinas correspondientes. Planta, fachada y corte», «Una casa tahona para una poblacion de tres mil vecinos dispuesta en un paralelogramo con la oficina ó pieza de administracion y demas que se comprenda necesario á su uso. Planta, fachada y corte» y «Disponer una cas para Fabrica de curtidos con habitacion para el Fabricante y demas oficinas de su uso, demostrandolo en planta, fachada y alzados interiores ó sección». De los tres asuntos escogió el nº 21, es decir, una Casa tahona para una población de tres mil vecinos (A-2257), elección que comunico a la corporación el 13 de noviembre.

La Junta de Examen tuvo lugar el 18 de noviembre de 1833, asistiendo a ella como vocales los profesores Juan Antonio Cuervo, Juan Miguel de Inclán y Custodio Moreno. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Diego Filguera principió este nuevo ejercicio tratando la aritmética, las nivelaciones y los instrumentos o niveles de que se valía la práctica en sus diferentes operaciones. Después se detuvo en la explanación de un terreno que le fue determinado y a continuación habló acerca del rompimiento de las zanjas y el replanteo de un edificio, la formación de los cimientos y el orden que requerían en las diferentes profundidades. Por último, se centró en los pozos, motivo por el que midió sus volúmenes, las bóvedas y monteas.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de maestro de obras por uniformidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 15 de diciembre de 1833, a los 42 años de edad.

A principios de 1837 tanto Filguera como Manuel de Zayas, maestros mayores de las ciudades de Jerez de la Frontera y el Puerto de Santa María (Cádiz) respectivamente, expusieron que, tras abolirse en Jerez el privilegio que tenían los maestros de autorizar actuaciones relacionadas con su profesión, existían multitud de intrusos que contravenían las reales cédulas con el consiguiente perjuicio de quienes habían sacrificado sus intereses y trabajos hasta haber logrado legitimizar sus títulos. También que estos abusos lo habían manifestado a los respectivos ayuntamientos sin conseguir radicarlos, hecho por el que recurrían a la Academia para conseguir mejores resultados. Enterada la Comisión de Arquitectura de lo que estaba ocurriendo en estas ciudades, acordó en su junta del 11 de abril dirigir a los ayuntamientos citados un ejemplar de la Real Cédula de 21 de abril de 1828 a fin de terminar con esta situación anárquica que aún sufría la profesión en algunos lugares del territorio.

En 1858, construyó en estilo isabelino la casa palacio del conde de Casa-Brunet en la plaza de San Antonio (Cádiz) con un arco neogótico por encima del dintel de la puerta y al año siguiente llevó a cabo el reconocimiento de la casa de los herederos de Fernando Ruiz situada en la plaza de los Jazmines (Puerto de Santa María), a fin de saber si era posible la abertura de un hueco de puerta por la calle Santísima Trinidad. Una vez reconocida la finca comunicó su parecer y el no encontrar reparo alguno en que fuera abierta la puerta al no perjudicar al tránsito público.

Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1833. Sig. 2-17-2bis; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 105.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM