Hijo de Luis y María de la Salud, nació en Sevilla el 8 de enero de 1802. A fin de adquirir los conocimientos necesarios para perfeccionarse en su profesión, concurrió a la Academia de Nobles Artes establecida en su ciudad natal al tiempo que como oficial de albañilería trabajaba bajo la dirección del académico de mérito Salustiano de Ardanaz en varias obras a su cargo.
El 24 de abril de 1836 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado el proyecto de Un hospital capaz para 200 enfermos (A-2498 y A-2499), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica firmada por Salustiano de Ardanaz, la partida de bautismo y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 3 de mayo 1836 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 8 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 38, 32 y 5, los cuales respondieron respectivamente: «Disponer un Matadero de reses mayores y menores para una ciudad, con departamentos para deposito y romaneo. Planta, fachada y corte», «Diseñar una hermita extramuros de una población, con habitación para el Sacristán que cuide de ella. Plantas, fachada y corte» y «Una Casa de Campo y labranza para un Caballero particular. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 32, es decir, Una ermita a extramuros de una población (A-4339), inventariada bajo el título: Una Iglesia, elección que comunicó a la corporación el 18 de mayo.
La Junta de Examen tuvo lugar el 31 de mayo de 1836, acudiendo a ella como vocales los profesores Martín Fernández de Navarrete, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno, Tiburcio Pérez Cuervo, Juan F. Rodrigo, Miguel F. de Loredo y M. Antonio López. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Galiano principió este nuevo ejercicio contestando a varias preguntas que le hicieron los examinadores sobre el círculo, el radio y el modo de medir la solidez de un prisma. A continuación, trató las bóvedas baídas y la variedad de arcos que se conocían. Después pasó a trazar un puente con un arco por tranquil, dio la planta de un aljibe explicando su construcción y se le cuestionó acerca del modo de ejecutar las distintas estancias del edificio que había trazado en su plano. Por último, manifestó el modo de hacer los suelos, muros y techos, así como el método para medir un terreno y dividirlo para alzar un plano.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de maestro de obras por 4 votos a favor frente a 1 en contra, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 26 de junio de 1836, a los 34 años de edad.
A partir de esta fecha, tanto el Ayuntamiento de Sevilla como otras corporaciones le confiaron diversas comisiones, entre ellas, el proyecto y la dirección de unas casas capitulares de nueva planta para la villa de Utrera (Sevilla) como diferentes casas de particulares, al tiempo que seguía ampliando sus conocimientos estudiando el buen gusto de la arquitectura a través de las obras de cuantos autores trataban la materia, la copia de los mayores edificios conocidos y la ejecución de otros de nueva planta.
El 22 de mayo de 1841 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de Una iglesia parroquial con el título de San Isidro, Arzobispo de Sevilla, con destino a dicha ciudad (del A-3945 al A-3948), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, sin adjuntar en esta ocasión los documentos prevenidos en las reales órdenes en vista de que se hallaban en el Archivo de la Corporación, tras haber sido examinado cinco años antes en la clase de maestro de obras y haber recibido de ella dicha titulación.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 1 de junio de 1841 examinó los diseños y acordó el pase de Galiano al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 6 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 23, 82 y 38, los cuales respondieron respectivamente a una «Carcel para tribunal Eclesiastico de los principales del Reino, cuya distribución será respectiva al carácter de sus presos. Planta, fachada y corte», «Una casa fonda para la Corte con alojamiento de huéspedes y servicio de café público. Planta, fachada y corte» y «En una gran Plaza disponer en su centro tiendas sin mucha elevación pª el despacho de generos y comestibles. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 82, es decir una Fonda para la Corte (A-2176), elección que comunicó a la corporación el 12 de junio.
La Junta de Examen tuvo lugar el 16 de junio de 1841, asistiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán Valdés, Custodio Moreno, José Joaquín de Troconiz, Antonio Conde y González, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López. Cotejadas ambas pruebas que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a continucación a la realización del examen teórico. Galiano principió este nuevo ejercicio explicando los números, sus diferencias y alguna de sus aplicaciones, para ejecutar después diversos cálculos que le fueron designados. Enseguida trató las líneas y sus combinaciones, las figuras y sus especies; las medidas, el modo de verificarlas en terrenos impracticables y de hallar la circunferencia de un círculo. Posteriormente, trató la sujeción y los despiezos del arquitrabado y el pórtico de su obra, como el replanteo de su iglesia y las operaciones que haría para la apertura de las zanjas, deteniéndose a continuación en las obras de cimentación. Asimismo, se centró en la construcción, el empleo y asiento de la cantería; las columnas entregadas al muro, cuyos despiezos trató, como en las bóvedas y su construcción, por cuyo motivo realizó aplicaciones en las que eran de rosca, tabicado sencillo y doble. Por último, explicó los cimbrajes, las trazas y las monteas de algunas curvas, volviendo a retomar la construcción de las bóvedas, entre ellas la baída y las pechinas, además de la forma, colocación y el asiento de las armaduras.
Satisfechos los examinadores con las obras presentadas como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le creyeron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 11 de julio de 1841, a los 39 años de edad.
En la década de los cincuenta se propuso a la aprobación de la Academia el proyecto de obras que había elaborado para un granero llamado La Silla Nueva en la ciudad de Carmona (Sevilla) a fin de convertirlo en cárcel. La Junta General Extraordinaria del 18 de agosto de 1853 le señaló varias advertencias al respecto y la necesidad de realizar un nuevo plano de las obras. Este nuevo diseño que sería propuesto a la aprobación de la corporación académica en la Junta General del 4 de diciembre de este mismo año, lo ejecutó «Con arreglo a las Correcciones que la Academia hizo en el primero y en la Suposición de alumbrar por el techo el pasillo que dá entrada a los calabozos y que por razones de economía sin duda no había sido posible decorar convenientemente y dar aspecto de Cárcel á la fachada como sería de desear».
Al año siguiente se encargó del Panteón Tobías y Toresano en el Cementerio de San Fernando de Sevilla inspirado en el Monumento del 2 de mayo de 1808 de Madrid y en 1866 de un proyecto donde definía las líneas del borde de la calle Torneo, extensivo al paseo de la Resolana hasta la Puerta de la Macarena. En él se apreciaba el intento de dar continuidad a los espacios del interior de la ciudad eliminando cualquier barrera y enlazarlos de forma natural con extramuros.
Arquitectura. Cárceles, 1853-1861. Sig. 2-30-3; Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1841. Sig. 2-11-4; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1836. Sig. 2-17-3; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1848-1854. Sig. 3-9; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 236; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 124.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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