Hijo de Gregorio Gómez de la Fuente y María Josefa Elizondo y Martínez, nació en Guadalajara (México) el viernes 12 mayo de1809, siendo bautizado cuatro días más tarde en el sagrario de la iglesia catedral de dicha ciudad. Su nacimiento fuera de España se debió a que su padre ostentaba por entonces el cargo de primer cónsul de ese Real Consulado, pero posteriormente se marchó a París (Francia) para estudiar el arte de la arquitectura en la Real Escuela de Bellas Artes, ciudad donde residiría en la calle de la Paz, nº 8 y moriría el 28 de febrero de 1856.
En la Real Escuela de Bellas Artes francesa se matriculó y aprobó Matemáticas el 27 de noviembre de 1827; Geometría descriptiva aplicada el 24 de diciembre y Composición arquitectónica el 18 de enero de 1830, obteniendo asimismo en este mismo año una medalla de honor en Construcción mecánica. Durante esta etapa realizó diferentes viajes por Italia, Grecia, Egipto y Oriente «para estudiar la cadena historica del arte y para desentrañar mas a fondo las varias formas y el espiritu de las antiguas construcciones».
Sabemos de su paso por Roma entre 1834 y 1836 gracias a una certificación enviada por Antonio Solá, director de la Real Academia Española en Roma y ex presidente de la Pontificia de San Lucas que dio fe de los estudios realizados por Gómez en la capital italiana sobre los célebres monumentos de la ciudad y los proyectos de su invención que había desarrollado.
A fin de obtener el título de maestro arquitecto por la Academia de San Fernando Gómez de la Fuente fijó su residencia en Madrid a partir de 1836 en la calle de la Madera Baja nº 11, cuarto segundo. Bajo la dirección del arquitecto y académico de mérito Juan Pedro Ayegui asistió a la práctica de la profesión en varias obras a su cargo y el 5 de agosto de 1844 solicitó su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto. Para este fin, además de presentar «una colección de diseños, restauraciones y pensamientos» ejecutados en sus largos viajes, adjuntó como prueba de pensado el proyecto de un Hospital de maternidad para Madrid (del A-2558 al A-2560) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de sus estudios en París, el certificado que acreditaba su paso por Roma, la certificación de práctica librada por Ayegui y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el martes 6 de agosto de 1844 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 11 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 19, 97 y 42 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «La planta y seccion por lo ancho de un Coliseo publico, cuya armadura se demuestre también», «Una magnifica entrada de Jardin publico con dos alas de galeria en arcos, donde habrá sus bancos para descanso y para cubrirse de alguna lluvia, colocando dos estancias para Guardas. Planta, alzado y un corte» y «Una magnifica casa de café y Fonda con habitaciones para los huéspedes. Se demostrará en planta, fachada, y una sección». De los tres asuntos escogió el nº 97, es decir, una Galería como entrada a un paseo público (A-3559), elección que comunicó a la corporación el 19 de agosto.
La Junta de Examen celebrada para examinarle en la clase de maestro arquitecto tuvo lugar la tarde del 4 de septiembre de 1844, asistiendo a ella como vocales los profesores Marcial Antonio López, Antonio Conde y González, José Joaquín de Troconiz, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Gómez principió este nuevo ejercicio tratando las secciones cónicas y las curvas que resultaban en las bóvedas de su prueba. Después las curvas elípticas, su construcción y montea; la medida de las superficies, centrándose en la bóveda por arista en las diferentes formas que le propusierón así como en la de lunetos y sus configuraciones, para pasar a la explicación de la esfera y su medida. A continuación, entró en el diseño perspectivo y la geometría descriptiva. Enseguida habló acerca de los buenos principios de la construcción y las obras cimenticias, proponiéndosele varios casos particulares; los requisitos de la comodidad, decoración y belleza, para después contestar a varias preguntas que le hicieron los examinadores sobre las armaduras. Por último, se centró en los órdenes de arquitectura y sus proporciones dibujándolos en la pizarra; las proporciones y configuraciones de los nichos para la colocación de una estatua; la proporción correspondiente a los huecos de ventanas y puertas; la bóveda baída y los arcos adintelados, figurando el recorrido de las bóvedas y su ocultación por medio de cortes interiores, además de otros aspectos relativos a la práctica de la profesión.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 8 de septiembre de 1844, a los 35 años de edad.
En 1849 fue nombrado arquitecto mayor de los Reales Sitios y en calidad de arquitecto mayor de Palacio ejecutó en 1853 un informe negativo acerca de las obras de decoración del Despacho de Isabel II en el Palacio Real de Madrid, obras que habían sido encargadas por la reina en 1850 al fabricante barcelonés Manuel Pérez bajo los diseños de Luis Rigalt. La soberana había decidido que esta pequeña habitación con balcón a la plaza de Oriente fuese ornamentada con una decoración mural y un mobiliario con marquetería, pero debido a que transcurridos los meses tan sólo se había realizado una mínima parte de las obras propuestas y se había pagado un porcentaje muy alto de ellas se le encargó a Gómez de la Fuente que pasase a Barcelona a inspeccionar directamente las obras. A raíz de la inspección y el informe ejecutado por el arquitecto se paralizaron las obras en curso y se rebajaron muchas de las cuentas pendientes.
En 1854 recibió la real orden de efectuar la demolición de la iglesia del Buen Suceso situada en la Puerta del Sol y por ende, la redacción del proyecto de un edificio de viviendas y una capilla para la misma plaza. Con este fin diseñó un templo de planta centralizada anular de influencias medievalista, concretamente bizantinas e hispano-musulmanas, que no llegó a levantarse al cambiarse las nuevas exigencias de la Puerta del Sol. Asimismo, ejecutó en 1855 el proyecto de restauración de la iglesia de San Jerónimo El Real, tras haberse convertido el edificio en cuartel de artillería y hospital de inválidos en 1835 y posteriormente en hospital de coléricos.
Comisión de Arquitectura. Arquitectos. 1843. Sig.2-12-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 272.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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