Gómez, JoséCuenca?. ? - ?. ?


Sobrino del arquitecto mayor de Cuenca, Juan Gómez, nació y estudió arquitectura en dicha ciudad a muy temprana edad. Desde los trece a los diecinueve años asistió en calidad de aprendiz a las obras de las casas de Tomás Puerto y Bernardo Vidre, maestro alarife y cantero respectivamente. Con ellos asistió igualmente a la obra del Cuartel Real de Caballería que por entonces se estaba construyendo en Orihuela (Alicante). Posteriormente fue admitido como oficial, continuando sus estudios durante ocho años con Marcos Evangelio Cayón, arquitecto aprobado por la Academia. Durante estos años acudió con su maestro a varias obras, entre ellas a las de la iglesia mayor de Santa María en Orihuela, las del pantano o estanque de agua en dicha villa y las del puente de Almoradí (Alicante) sobre el río Segura, este último terminado por Gómez a la muerte de Evangelio. Bajo la dirección de su tío Juan Gómez, arquitecto mayor de esta ciudad y de su obispado, continuo el estudio de la arquitectura hasta 1749, ya que a partir de 1750 se matriculó en Madrid como alumno en la Real Academia de San Fernando.

El 31 de diciembre de 1791 solicitó de la corporación su admisión a los ejercicios para el grado de académico de mérito o maestro de obras, certificando previamente ser residente en Madrid, profesor de arquitectura práctica y especulativa como haber ejercido la profesión durante más de 30 años, en el transcurso de los cuales había levantado entre otras obras la iglesia mayor de la ciudad de Llerena (Badajoz), de 3 naves y con cerca de 300 pies de longitud por 100 de ancho; la parroquial de la villa de Torremocha (Cáceres) y la reparación de otros muchos templos.

La Academia le señaló al mismo tiempo que a Alfonso Rodríguez, otro de los pretendientes al grado, los ejercicios que debían realizar, tocándoles como programa a desarrollar el proyecto de una casa ayuntamiento o consistorial, con tribunal, cárcel, etc., que ejecutaron sobre papeles rubricados por el señor duque de Alba. Gómez fue reprobado en la Junta Ordinaria del 3 de junio de 1792, tanto en la clase de académico como en la de maestro de obras, no obstante,  le veremos el 27 de diciembre de 1794 solicitando su ingreso a los ejercicios para el grado de maestro de obras presentando para este fin varias certificaciones: una fechada en 1793 y firmada por Pedro José de Migueltorena, secretario interino de la Real Junta de Caminos del obispado de Orihuela, que atestiguaba la intervención de Gómez como maestro de obras en varias comisiones de dicha junta para la formación de los planes, el arreglo de capítulos y  la construcción de varios trozos de caminos; otra datada en 1794 y suscrita por José Ruiz Rieras, archivero de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol en Orihuela y secretario de los R.Rdos SS. Cura y Clero de la misma, que nombraba a Gómez como maestro cantero y señalaba su asistencia e intervención en todas las obras de dicho Rdo Clero, tanto de cantería como de albañilería; de esta misma fecha data la suscrita por Isaías Sánchez de Vigo de los Juzgados de Orihuela, que certificaba haber visto en el Libro de Juntas y Acuerdos de ese juzgado la presentación de dos planos realizados por Gómez para la formación de la portada y fachada principal de la iglesia de Montserrat, cuya imagen se hallaba quebrantada y en peligro de ruina, como también la de la puerta que confrontaba con la de la Casa de misericordia, cuya sillería se encontraba hundida y sostenida sobre las puertas (1787). Asimismo, la firmada por Jaime Beltrán y Vera, que indicaba la intervención de Gómez en el ensanchamiento y mejora de las gradas del presbiterio de la catedral de Orihuela, su torre y oficinas, como otras en el edificio granero (h. 1779), además de las relativas al osario o cementerio que debía ubicarse en el territorio donde había una casa «llamada de los Alemanes», propiedad de dicha catedral (1779). No faltó la suscrita por el Reverendo Padre Guardián del convento Descalzo de San Francisco de Orihuela, que certificaba la dirección de Gómez en varias obras en dicho convento, entre ellas la reparación de la nave de la iglesia con la demolición de todos los postes y pilares de uno de los costados del templo (1779); la de la condesa Antonia Valcárcel, viuda del conde del Pino Hermoso, que daba fe de su intervención en la ejecución del plan para la obra de su palacio en Orihuela, y la suscrita por Pedro Alcántara Soto y Ortiz de Rodrigo, Caballero de Orihuela que certificaba que Gómez era el maestro de sus obras y como tal había construido un nuevo cubo en uno de sus molinos harineros en la villa de Fortuna (Murcia).

Como es de suponer, ante todos estos antecedentes Gómez fue admitido a los exámenes para la clase de maestro de obras en la Junta Ordinaria del 4 de enero de 1795, momento en el que le fueron sorteados los asuntos que debía trabajar. Le tocaron en suerte los siguientes programas: «En un pentagono regular de cien pies de lado: disponer una Casa de Ayuntamiento con sus oficinas adyacentes, demostrada la idea en planta fachada y secciones. Todo geometrico. Con Ynforme facultativo y calculo» (prueba de pensado, del A-2784 al A-2788) y «La montea y modelo de una bobeda elyptica con quatro lunetos; para hacerse de piedra labrada» (ejercicio de montea, A-2789).

Tres meses más tarde tuvo concluidos los ejercicios y el 30 de abril de 1795 solicitó día para su examen final. En la Junta Ordinaria del 3 de mayo se le señaló la tarde del día 16  para poderse examinar, junta extraordinaria a la que asistieron como vocales los profesores Pedro Arnal, Francisco Sánchez, Manuel Machuca, Guillermo Casanova e Isidro Bosarte, este último en calidad de secretario. Reconocidos los ejercicios y cotejadas las pruebas se le consideró merecedor del título de maestro de obras, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 7 de junio de 1795.

Durante 1798 residió en Orihuela, desde donde remitió un memorial a la Academia indicando los problemas que estaba teniendo con el gremio de alarifes, memorial que sería estudiado en la Junta Ordinaria del 1 de noviembre. Al año siguiente presentó el diseño y el informe que había elaborado sobre el estado en que se encontraba la iglesia parroquial de la villa de Almoradí (Alicante) a fin de proceder a su perfecta reparación. La Junta de la Comisión de Arquitectura reunida el 27 de junio de 1799 dedujo del informe lo arriesgada e inútil que sería la reparación, por lo que acordó se construyese de nueva planta aprovechando todos los materiales útiles verificando la demolición de la existente. Esta misma junta despachó otro plano de Gómez, en esta ocasión dos ideas diferentes para construir un puente de piedra para la ciudad de Orihuela sobre el río Segura, de los cuales sería aprobado con algunas advertencias el proyecto «de un solo ojo; pero advirtiendo que el referido Profesor disminuya el vuelo de las gradas que pone en las manguardias, recogiendolas ácia los estribos paraque vaya mas libre el agua sin relamer, y así no mortifique la fabrica; como tambien que se demuela el cimiento de la capa del puente antiguo arruinado que está en medio de la corriente».

Volveremos a tener noticias suyas años más tarde, primero con motivo de una consulta que hizo a la Academia en la Junta Ordinaria del 5 de julio de 1801 y después el 28 de julio de 1807 cuando envió una carta a la corporación comunicando el hecho de estarse construyendo un nuevo coliseo provisional dirigido por un maestro albañil que firmaba como maestro arquitecto y titular del Ayuntamiento de Orihuela, siendo revisadas las obras por otro de título abolido. Gómez continuó su escrito diciendo que habiéndosele nombrado para realizar la reparación de uno de los estribos y la pilastra de una iglesia advirtió que dichas obras estaban siendo dirigidas por el citado maestro albañil, hecho que era recurrente en otras obras que estaban siendo dirigidas por estos profesionales y picapedreros. También que «el allarse en el dia en este Gobierno,[...] tiene al exponente y sus hijos sumergidos en la maior miseria, resultando todo en desonor de los mismos Profesores; y falta de respeto a las Sagradas Resoluciones, y ordenes tan encargadas por S.M. [...] que en virtud de los expuesto, y atendida la edad de sesenta y cinco años, su crecida familia, y no tener para alimentarla mas que lo que adquieren con su trabajo; se sirva decretar según fuere de su agrado, que sera lo mas conforme, y hacertado, y de todo hagradecido, rogara la todo Poderoso».

Días más tarde (8 de agosto de 1807) volvió a enviar otro escrito notificando nuevos hechos, entre ellos el relativo a un religioso de ejercicio carpintero que con permiso del prelado estaba construyendo un pequeño retablo de 800 reales de coste a fin de alimentar a sus ancianos padres. Judicialmente, y a instancias del escultor Miguel López, se le había mandado suspender los trabajos, pero al acudir el religioso a la Academia de San Carlos dicha institución le permitió continuarlos sin haber presentado previamente los diseños a censura como era obligatorio. Trasladado el religioso a otro domicilio, Gómez se hizo cargo de la obra, pero al poco tiempo y a través del citado escultor se volvieron a paralizar las obras judicialmente, alegando que el arquitecto no tenía facultades para dirigirlas. Dio cuentas del hecho a la Academia de San Carlos, pero durante seis meses, además de no obtener respuesta alguna, se percató de que Miguel López había llegado a un acuerdo con los devotos que costeaban el retablo y lo estaba ejecutando sin la formación, la presentación de dibujo alguno y atender a que el exponente tenía el retablo casi concluido. El agravio profesional que esto suponía le llevaron a solicitar de la Academia de San Fernando que sirviese «decretar, la suspensión del retablo que en el dia esta construiendo el citado Dn Miguel Lopez; para que el exponente ulilice del que tiene formado para el mismo con anticipacion; y que en los subesivo se abstenga el citado Dn Miguel, de declamar perjuicios, en ningun tribunal según U, Esa. Lo tiene mandado [...]»


Fuentes académicas:

Comisión de Arquitectura. Informes, 1798-1804. Sig. 1-28-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1807. Sig. 1-29-4; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1795-1803. Sig.  2-15-6; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1790-1807. Sig. 1-43-2.


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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