Natural de Jaén, era hermano del escultor Pedro Hermoso (¿1763? -1830), artista granadino, académico de mérito, teniente director y teniente director de Escultura de la Academia de San Fernando a quien Carlos IV nombró Escultor de Cámara.
El 4 de junio de 1797 Tomás Hermoso expuso a la Academia el haber observado numerosos edificios del siglo XVI en Andalucía, concretamente en Granada y Jaén, y dentro de esta última región en Úbeda y Baeza, donde había apreciado una completa perfección artística en el arte de la cantería en varias obras construidas por los arquitectos españoles más sabios de esa centuria. Por este motivo remitió a la corporación en agosto de 1797 varios planos de edificios de los arquitectos Pedro y Andrés de Vandelvira: la Fachada del convento de religiosas dominicas de la ciudad de Úbeda hecha en el siglo XVI (A-5005), delineada en un pliego de papel de marca imperial que se halló con mérito en la Junta Ordinaria del 2 de julio de 1797; el Hospital general de Santiago de la ciudad de Úbeda del arquitecto Valdelvira (A-2613 y A-2614) y la Fachada de la cárcel de la ciudad de Baeza (A-936).
Los había ejecutado para que fueran censurados por la Academia, habiendo sido su móvil los elogios que de sus autores había hecho Ponz en su obra Viage a España, hecho por el que «Determinó hacer alguna delineación al menos de las fachadas de los edificios más famosos y traerlas a Madrid, donde esta avecindado, para presentarlos a V.E. y que viera el justo fundamento con que el Sr. Ponz ha celebrado aquellos arquitectos de quienes no tenia noticias, sobre todo porque preocupados estos territorios en que esta la Corte y Sitios Reales en estos tiempos con la fama de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera apenas se tenia noticias de otros que en nada los envidian y acaso en muchos casos les son superiores».
Para Hermoso, estos edificios poseían un problema y era la desgracia de encontrarse a trasmano de la carretera de Andalucía, de ahí que muchos arquitectos que iban o venían de Cádiz u otras partes de estos reinos no los apreciaban como debieran, siendo fundamentales para el conocimiento de cualquier profesor del arte. Aprovechó la ocasión para solicitar una recomendación de los alcaldes mayores de Úbeda y Baeza para poder sacar los cortes y las plantas de los tres edificios que le faltaban y ser habilitado con algún dinero para el viaje. Asimismo, dio la gracias por el vale-real de 150 pesos que le había sido concedido como ayuda a dicha empresa.
Después de muchos años de estudio y tras haber trabajado como aparejador en varias obras a cargo del arquitecto Francisco Cano Triguero, solicitó de la Academia el 30 de abril de 1801 su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto. Para este fin presentó la certificación librada por su profesor Cano Triguero, quien en un escrito fechado el 28 del mismo mes relató los trabajos de su alumno con las siguientes palabras: «Dn Tomas Hermoso residente en ella (la Corte), hà estado de Aparejador y trabajando en varias obras que vaxo mi direccion se han construido en esta Corte y fuera de ella, desempeñando su obligación con el mayor acierto, tanto en la practica como en el replanteo, y delineación de cortes de canteria, ejecutando por si mismo, barios retablos de Arquitectura de escayola y estuco».
Fue admitido a los ejercicios correspondientes a este grado en la Junta Ordinaria del 3 de mayo de 1801, momento en el que se le dio como asunto a desarrollar un «Edificio de un Seminario situado en Ciudad Episcopal, y destinado pª la instrucción, qe prescrive el Concilio de Trento: En este Seminario tambien se ha de disponer con la posible comodidad, pero sin total independencia, el departamto pª la correccion de los Clerigos, qe tengan necesidad de ella. La demostración o diseños, calculo, e informe facultativo, se determinara pª el pretendiente mediante qe de esto, y del correspondiente examen ha de resultar la graduación, qe solicita […]» y como ejercicio de montea «Modelar una bobeda de quatro aristas y en ella sus lunetos entregando en papeles separados la montea qe sirvio pª su construccion la qe se ha de suponer de canteria» que respondía al diseño de la obra ejecutada en yeso.
Tanto a Hermoso como a José García, otro de los aspirantes al título, se les exigió por primera vez que pasasen a tinta la prueba de repente que habían elaborado ese día, pues había peligro que se borrarse el lápiz del dibujo una vez que se uniese con los demás papeles.
Sabemos que Hermoso murió antes de presentar la prueba de pensado porque en el Archivo de la Academia existe un listado de obras de repente mandadas recoger por fallecimiento de sus autores y el ejercicio de este aspirante a maestro arquitecto se encuentra recogido sin haber sido concluido, especificando su retirada «por muerte de su autor».
Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1796-1802. Sig. 4-68-2; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1795-1802. Sig. 3-86; Secretario general. Varios. HERMOSO, Tomás, sin fecha. Sig. 1-16-26.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
NOTA: Estas bases de datos son el resultado de un trabajo acumulado en diversos departamentos y en períodos diferentes. Los usuarios comprobarán que hay registros incompletos y desiguales en contenido, campos que deberán ser revisados e imágenes que iremos sustituyendo a medida que se vayan haciendo las campañas fotográficas. Todo ello será un trabajo de meses y quizá de años que deseamos no demore la accesibilidad de las personas interesadas en conocer nuestras colecciones. Rogamos nos disculpen estas deficiencias que iremos subsanando de manera escalonada y de lo cual daremos periódicamente cuenta en nuestra página web y redes sociales.