Hijo de Manuel de Hormaeche y María Isabela Goiry, nació en Munguía (Vizcaya) el 3 de febrero de 1816 siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de Santa María y San Pedro. Se matriculó como discípulo de la Academia de Dibujo del Consulado de la ciudad de Burgos, donde bajo la dirección del catedrático José María Brost, estudió y aprobó el 1º y 2º curso de Matemáticas entre el 8 de noviembre de 1838 y el 30 de junio de 1840. Durante este tiempo se impartieron los tratados de Aritmética, Álgebra con inclusión de la teoría general de las ecuaciones, Geometría elemental, Trigonometría plana, Trigonometría esférica, Geodesia con aplicación al levantamiento de planos y Geometría analítica o Aplicación del álgebra a la geometría.
Se trasladó a Madrid en 1840 a fin de dedicarse exclusivamente al estudio de la arquitectura, para cuyo fin se puso bajo la dirección del académico de mérito Juan Bautista Peyronnet. Con este arquitecto siguió la carrera de arquitectura, tanto la parte teórica como la práctica de la profesión, asistiendo a las obras a su cargo, las mediciones, reconocimientos y tasaciones de las mismas.
En el Conservatorio de Artes de Madrid cursó entre 1842 y 1843 la clase de Física a cargo de Eduardo Rodríguez; entre 1843 y 1844 Mecánica industrial impartida por José Morer y entre 1844 y 1845 Química aplicada a las artes bajo la dirección del catedrático Ventura de Mugartegui y Mazarredo.
El 26 de octubre de 1844 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando para ello los planos de una «Biblioteca pública» con el informe facultativo y el avance del coste de la obra, además de la partida de bautismo, la certificación de los dos cursos de Matemáticas aprobados, la certificación de los cursos de Física y Mecánica industrial, la certificación de práctica librada por su maestro particular Juan Bautista Peyronnet y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada la mañana del 20 de noviembre de 1844 examinó la obra y los documentos aportados, pero declaró no haber lugar al favorable informe de admisión de este pretendiente por 4 votos frente a 3. El resultado no desanimó a Hormaeche pues el 13 de julio de 1845 volvió a solicitar su admisión a los ejercicios para la misma clase, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Ateneo (del A-313 al A-316) con su correspondiente memoria y el cálculo detallado del coste de la obra, junto con la documentación anteriormente señalada, más el certificado de haber cursado entre 1844 y 1845 la enseñanza de Química aplicada a las artes en el Conservatorio de Artes de Madrid.
El 22 de julio de 1845 la Junta de la Comisión de Arquitectura se reunió para decidir la admisión de este interesado a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, acordando su pase al resto de las pruebas de reglamento por la mayoría de votos (7 contra 1). En este momento le sortearon los programas de repente, tocándole en suerte los números 42, 102 y 74, que respondieron respectivamente: «Una magnifica casa de Café y Fonda con habitaciones para los huéspedes. Se demostrará en planta, fachada y una sección», «En un sitio de sesenta á setenta pies de fachada entre medianerias idear la casa para un Longista, que tenga en el piso principal su habitación con todas conveniencias. Planta, fachada y corte» y «Una Hermita ó Santuario, considerado como casa de novenario con habitación para un cura y sacristán, y dormitorios para los que vayan á visitar el santuario. Planta, fachada y corte». De los tres programas escogió el nº 42, es decir, una Fonda (A-2184), elección que comunicó a la corporación el 8 de agosto.
La Junta de Examen celebrada la tarde del sábado 23 reprobó el ejercicio de repente por la totalidad de votos debido a su poca inteligencia respecto a su delineación y lavado; la ausencia de ordenación, servicio y economía en el proyecto, como por carecer de una conveniente distribución de hospedaje. Se le comunicó al interesado que el ejercicio no tenía el mérito suficiente y que debía continuar con sus estudios al no hallarse con los conocimientos necesarios, incluso ni para optar a la clase de maestros de obras, hecho por el que no hubo lugar al examen teórico.
Volvió a solicitar asunto de repente el 31 de agosto, momento que aprovechó para comunicar que se había encontrado débil por enfermedad cuando hizo el examen y que llevaba empleados siete años y mucho dinero en el estudio de la arquitectura, pero aún con estas alegaciones su petición sería rechazada. Volvió a intentarlo el 30 de septiembre, presentando como prueba adicional a la ya entregada una Casa de campo con destino a un título, que haya de habitarla una parte del año (A-1829 y A-1830), que «Bien huviera querido el exponente presentar un proyecto mas grandioso, pero la premura del tiempo le ha impedido el empezar unos trabajos que le huvieran ocupado algunos meses».
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada la mañana del martes 11 de noviembre de 1845 examinó la obra, pero después de la votación secreta hubo un empate a votos (4 contra 4), hecho por el que pasó la resolución a la Academia, que decidió finalmente la admisión del pretendiente a nuevos programas de repente en la Junta Ordinaria Extraordinaria del 16 de noviembre. En este momento le sortearon los programas de repente, tocándole en suerte los números 4, 8 y 122, los cuales respondieron respectivamente: «Ydear un Parador para hospedar todo genero de personas, que há de colocarse en un camino Real de doscientos pies de fachada por ciento veinte de fondo. Planta, fachada y corte geométricos», «Un hospital para cien enfermos con todas las proporciones y comodidades correspondientes. Planta, fachada y corte» y «Como parte de un templo de primer orden ó aisladamente, una Capilla de bautisterio, imitando al de Constantino que trae Paladio en el libro 4º Capit º XVI. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 4, es decir, un Parador para hospedar todo género de personas y que ha de colocarse en un camino real (A-2144), elección que comunicó a la corporación el 10 de diciembre.
La Junta de Examen se reunió el 5 de febrero de 1846 para examinarle en la clase de maestro arquitecto, asistiendo a ella como vocales los profesores Juan Miguel de Inclán Valdés, Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara, Aníbal Álvarez y Marcial Antonio López, este último en calidad de vocal secretario. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Hormaeche principió este nuevo ejercicio explicando las líneas curvas, las medidas de estas y los medios para hacerlas; el uso de la escala para la medición de los planos; el volumen, los medios para cubrir los edificios y hacer los tejados, como el modo de elegir las tejas de manera que no cargasen con exceso en los edificios. Después se centró en la fabricación de la teja, el ladrillo, sus dimensiones y especies. A continuación, trató las armaduras y sus partes trazándolas en el encerado; los órdenes en la arquitectura, las partes de la columna, la cornisa y las jambas. Por último, las diferentes especies de arcos y bóvedas, dibujando las que le pidieron en la pizarra.
Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas por los examinadores le hallaron por fin con mérito para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 22 de marzo de 1846, a los 28 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1846. Sig. 2-13-4; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1839-1848. Sig. 3-90; Libro de actas de la Comisión de Arquitectura, 1841-1846. Sig. 3-143; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 314.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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