Nació en Soria hacia 1773. En 1794, y a expensas de su padre, se trasladó a Madrid para seguir los estudios de Aritmética y Geometría en la Real Academia de San Fernando. En este centro se matriculó por el día en el estudio práctico de las obras del arquitecto Blas Beltrán, hasta que por motivos de salud tuvo que retirarse a su casa. Una vez reestablecido se dedicó a la práctica de las obras a cargo de su padre, que puso a su cuidado la dirección de las mismas, así como la formación de diseños y trazas.
Adquiridos los conocimientos necesarios se empleó en obras públicas, civiles e hidráulicas. Trabajó en casas particulares, tanto en Soria como en la de varios pueblos de la provincia. También en el crucero de la iglesia de Carabantes, el cuerpo de la iglesia de Alconaba, la composición del Puente de Garay sobre el Duero y la casa de beneficencia de niños expósitos en la ciudad de Soria, cuyo proyecto en plantas y alzados presentaría más adelante como ejercicio de pensado para recibirse en la clase de maestro de obras.
A mediados de 1805 remitió a informe de la Academia un diseño para la construcción de una cañería y fuente de agua potable en la villa de Enciso (La Rioja), que sería examinado y reprobado por la Junta de la Comisión de Arquitectura el 26 de junio al verse la obra mal entendida, de gusto cargado, excesivamente costosa y de malas proporciones, además de faltarle al proyecto uno de los requisitos esenciales: la nivelación, sin la cual no podía construirse la cañería. Por todo ello se acordó hacer presente al Consejo que «por fiar las obras á sugetos imperitos, y no valerse de arquits idoneos y experimentados se dilata la resolucion de los asuntos y se pierden el tiempo y los caudales».
El 2 de junio de 1829 Manuel Ibarra solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras presentando como prueba de pensado la citada Casa de niños expósitos de Soria (A-2683 al A-2685) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, además de la certificación de su conducta moral y política. Vista la obra y los documentos aportados la Comisión de Arquitectura celebrada el 10 de junio de 1829 acordó el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 14 de junio, momento en el que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 39, 20 y 22, los cuales respondieron respectivamente: «Disponer un Puente de madera con un arco de cien pies de diámetro y treinta de sagita ó radio menor. Planta, fachada y corte», «Posito de un Pueblo para colocar los granos con separacion de clases y con las precauciones que prescribe Bails en su tratado de Arquitectura. Planta, fachada y corte» y «Una casa para escuela de primera educación en una villa de cinco mil vecinos. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 22, es decir, una Casa de primera educación (A-694), elección que comunicó a la corporación el 17 de junio de 1829.
La Junta de Examen tuvo lugar el 30 de junio, asistiendo a ella como vocales los profesores Manuel González Montao, Juan Antonio Cuervo, Juan Miguel de Inclán, Antonio de Varas y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Ibarra comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le formularon los examinadores sobre las líneas y las figuras, especialmente los triángulos, cuadrados y círculos; la medida de las superficies de los terrenos, la solidez de las fábricas, la traslación de las medidas o dimensiones al papel; la división de la escala, el modo de ajustar las cuentas a los jornaleros, el uso de los materiales y las mezclas para la fabricación de los edificios. Por último, las armaduras y el modo de asegurarlas, como la construcción práctica de las bóvedas.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro de obras, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 19 de julio de 1829, a los 56 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Informes, 1805. Sig. 1-29-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1828-1829. Sig. 2-16-3; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 34.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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