Nació en Esquivias (Toledo) hacia 1804. En 1830 se trasladó a Madrid para matricularse como alumno en la Academia de San Fernando. Fue discípulo del Estudio de la Trinidad y en 1840 solicitó el pase de la clase de Extremos a Cabezas, previa presentación de las obras de rigor. En vista de las obras presentadas que fueron examinadas en la Junta Ordinaria del 3 de mayo, la Academia le concedió el pase solicitado al tiempo que le era concedido a Ángel Pérez, alumno del Estudio de la calle Fuencarral (Madrid). Al año siguiente solicitó el pase a la clase de Figuras habiendo presentando otras tantas obras reglamentarias, las cuales fueron censuradas en la Junta Ordinaria del 14 de febrero de 1841.
En vista de que creía ostentar los conocimientos necesarios para poderse examinar en la clase de maestro de obras, solicitó de la corporación académica el 16 de junio de 1843 su admisión a los ejercicios correspondientes a dicho grado, alegando haber seguido los estudios de Dibujo natural y de Adorno en las academias de la Merced y la Trinidad (Madrid) como los de Aritmética, Geometría práctica, Arquitectura y Perspectiva en la Nacional de San Fernando. También el haber sido discípulo matriculado en ellas desde 1830 a 1841 inclusive, exceptuando algún año en el que debido a algunas ocupaciones le había sido imposible asistir. Para este fin presentó como prueba de pensado el proyecto de «Un Museo de Ciencias Naturales» con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica firmada por el profesor Vicente Orihuel, otra certificación que acreditaba haber ganada el curso de Geometría práctica, así como la justificación de su conducta moral y política suscrita por el alcalde de su barrio.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 23 de junio de 1843 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento por 5 votos contra 2. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 9 de julio, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 9, 16 y 44, los cuales respondieron respectivamente: «Una Casa Consistorial para un Pueblo de 250 vecinos con Escuela de primeras letras y habitaciones para el Maestro, diseñada en planta, fachada y corte», «Una Casa de labranza para un hacendado, dispuesta de manera que la habitación del propietario esté enteramente separada de las oficinas que son necesarias en esta clase de edificios, pero dispuestas entre sí uniformemente, se demostrará en plantas y alzados» y «En planta, alzado y corte y sobre un rectángulo de 50 pies de fachada y 80 de fondo, se demostrará una Casa con destino á Estafeta ó correos para una villa de dos mil vecinos y habitación para el Administrador». De los tres programas escogió el nº 9, es decir, una Casa de ayuntamiento con cárcel, repeso y habitaciones para los maestros (A-2934), cuya elección comunicó a la corporación el 27 de julio.
La Junta de Examen tuvo lugar la mañana del sábado 5 de agosto de 1843, asistiendo a ella los profesores Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente se vio que en este último el autor había atendido más al delineado y lavado de los alzados que al estudio principal del repartimiento de la planta, motivo por el que sería reprobado por uniformidad de votos.
Los resultados obtenidos le llevaron a requerir de nuevo el 12 de agosto de 1843 un segundo asunto para la prueba de repente, pero curiosamente no sabremos nada de él hasta el 21 de octubre de 1845, fecha en la que volvió a solicitar su admisión a los ejercicios, aunque en esta ocasión para la clase de arquitecto. Para este objeto presentó como ejercicio de pensado el proyecto de un «Colegio de Nobles Artes», cuyos planos geométricos iban acompañados de la memoria de su decoración, distribución y construcción junto con el avance del coste de la obra, la certificación de práctica librada por el arquitecto Félix Vicente Orihuel, las correspondientes a los dos cursos de Matemáticas aprobados, la partida de bautismo y la justificación de su conducta moral y política. La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 19 de diciembre examinó la obra y los documentos aportados, pero tras la votación secreta obtuvo 2 votos a favor y 4 en contra, lo que supuso su reprobación en la Junta Ordinaria del 19 de diciembre de 1845.
Debido a su empeño por ostentar algún título oficial el 14 de enero de 1846 solicitó que le fuese admitida la prueba de pensado anteriormente presentada para la clase de arquitecto como obra de pensado para la clase de maestro de obras. Pero la Junta de la Comisión celebrada el martes 3 de marzo, al ver que la Academia se había abstenido de conceder la entrada del interesado al examen después de la instalación de la Escuela Especial de Arquitectura, comunicó a Bernabé León que se dirigirse al Gobierno de S. M. para solucionar el asunto, acuerdo que sería aprobado en la Junta Ordinaria del 22 del mismo mes.
A los pocos meses requirió por tercera vez su admisión a los ejercicios para la misma clase, presentando como obra practica los diseños de «una casa de recreo y labor para un señor rico» con su memoria y el avance de su coste, que correría la misma suerte que las anteriores al ser suspendida en la Junta de la Sección de Arquitectura del viernes 28 de agosto por 3 votos a favor frente a 5 en contra. No obstante, volvió a realizar una nueva solicitud el 22 de septiembre, presentando en esta ocasión el proyecto de «una Iglesia parroquial para una capital de Provincia». Fue igualmente reprobada en la Junta de la Sección de Arquitectura del domingo 27 de septiembre por 9 votos en contra y 4 favorables y posteriormente por la Academia en la Junta General del 9 de octubre de 1846.
El 17 de abril de 1850, ya casado y con 46 años de edad expuso que «[...] con la debida consideración recurre a V.E. y espera le dispense la molestia que le causa, considerando los motivos que le obligan á ello. En enero de 1848 fueron examinados de Arquitectos Don José Parra y D. José Maria Herrera con arreglo al plan antiguo, y muy posteriormente lo ha sido D. Juan Nolla y hallandose el Exponente en igual caso que los primeros marcados sujetos acudió en aquella al Ministerio de Instrucción y obras publicas solicitando la gracia de ser examinado de Maestro de obras con arreglo á dicho plan antiguo, por el cual concluyó su carrera, según certificaciones dadas por la Academia de San Fernando. Para conseguir este objeto presentó su instancia en 17 de Marzo de 1848 la que se halla registrada al folio 45, libro 2º de dicho año, y habiendose extraviado en el curso de oficina presentó otra al mismo fin en 25 de Enero y se hallaba registrada en 26 del mismo mes folio 92, libro 2º de 1849 la que siguió igual suerte que la anterior, por lo que presentó la que V.E. tiene en su poder para informar, y careciendo esta de los antecedentes espresados los marca y repite en la presente para hacer ver reclamar en tiempo oportuno y que no es culpa suya el estravio de sus documentos».
En función de todo lo expuesto, más los catorce años académicos que llevaba de estudios, no estar en edad de emprender nuevos ejercicios, ser padre de familia y tener que alimentarla suplicó por última vez su admisión a los ejercicios para el grado de maestro de obras. El subsecretario del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas comunicó al interesado que había solicitado primero su admisión para la clase de arquitecto y después para la de maestro de obras hasta en cuatro ocasiones seguidas, siendo reprobado en todas ellas, pero que si la Academia le admitía en un futuro debía poseer los conocimientos de las materias que comprendían el actual plan y reglamento de la carrera de maestros de obras.
Aunque la notificación del secretario del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas había sido muy explícita, lo cierto es que la Academia quedó enterada del asunto el 11 de mayo de 1850 y en la Junta General del 9 de junio admitió al pretendiente a los ejercicios de reglamento para la clase de maestro de obras con arreglo al plan antiguo. En este momento le sortearon los programas de repente, tocándole en suerte los números 51, 37 y 44, pero Bernabé León no debió de aprobar por cuanto que el Gabinete de Dibujos (Sección de Arquitectura) no conserva ningún otro diseño del autor y su nombre no volvió a reseñarse en las juntas académicas posteriores, ni en el Libro de registro de maestros de obras y maestros arquitectos.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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