Hijo del profesor académico Juan de Blas Molinero y Carmen García, nació en Madrid el 22 de julio de 1818 en la calle de la Luna, nº 11, siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de San Martín. Desde muy pequeño se dedicó al estudio de la arquitectura al lado de su padre, matriculándose posteriormente como alumno de arquitectura en la Academia de San Fernando. Asistió y aprobó el 1º curso de Matemáticas comenzado el 10 de noviembre de 1837 y concluido a finales de junio de 1838, cuya enseñanza impartía el profesor Eugenio de la Cámara. Este maestro le enseñó Aritmética, Álgebra y Análisis algebraico hasta Geometría elemental y los planos. Al año siguiente cursó el 2º año de Matemáticas, iniciado el 5 de noviembre de 1838 y finalizado el 30 de junio de 1839 bajo la dirección de Antonio de Varas, primer director de dicha enseñanza en la Academia. Durante este tiempo se explicaron diferentes tratados: la tercera parte de la Geometría elemental, Trigonometría plana, Geometría práctica, Aplicación del álgebra a la geometría, Secciones cónicas, Teoría general de las ecuaciones y Series. Pero, asimismo, desde 1839 hasta 1843 Molinero García asistió diariamente al estudio particular del director de arquitectura y vicesecretario de la Academia Juan Miguel de Inclán Valdés, con quien se dedicó al estudio de la teoría y la práctica de la profesión.
El 31 de enero de 1844 solicitó su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Cuartel de infantería capaz para dos batallones (del A-3192 al A-3194) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, las certificaciones de los dos cursos de Matemáticas aprobados, la certificación de práctica librada por Juan Miguel de Inclán y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el martes 7 de febrero de 1844 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 18 del mismo mes, momento en que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 101, 33 y 52 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Un Peso Real ó Almacen para despacho de generos comestibles, con habitación para el Administrador y Mozos. Se demostrará en planta, fachada y una Seccion», «Planta, Alzado y perfil geometrico de un templo rotundo de ambito proporcionado para doscientos vecinos» y «Un Molino de Aceite con todas las oficinas y maquinas que le corresponden con habitación para el Administrador. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos eligió el nº 101, es decir, un Peso real o almacén para despacho de géneros comestibles, con habitación para el administrador y mozos (A-2386), elección que comunicó a la corporación el 28 de febrero.
La Junta de Examen tuvo lugar la mañana del 6 de marzo de 1844, asistiendo a ella los profesores José Joaquín de Troconiz, Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Molinero García comenzó este nuevo ejercicio tratando las superficies y sus medidas; las doctrinas decimales a partir de un problema que le fue dado, así como la geometría en teoría y práctica. A continuación contestó algunas preguntas que le hicieron los examinadores sobre su obra: unas referentes a las armaduras, las cuales dibujó en el encerado, y otras sobre bóvedas, cuyos diferentes nombres y formas explicó. Después figuró un rectángulo para ser cubierto con una bóveda de arista, cuyos cerchones halló en los conceptos de rebajada y peraltada, y monteó una curva elíptica, por cuyo motivo explicó lo que se entendía por vuelta de cordel. Enseguida se introdujo en los gruesos de las bóvedas y los muros contraidos a los de su obra para determinar su espesor, como en los cimbrajes y monteas. Por último, se le hicieron varias preguntas referentes a la buena construcción, las obras de cimentación, la calidad, asiento y trabazón de la cantería; las obras de albañilería, las bóvedas tabicadas dobles, el asiento y la preparación de las carreras en atirantados; las bóvedas encamonadas y los métodos usados para valuar las fincas ya construidas propuestas a tasación.
Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 31 de marzo de 1844, a los 25 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Arquitectos. 1843. Sig. 2-12-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 269.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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