Nació en Bilbao (Vizcaya) hacia 1785. Desde su juventud se ejercitó en el oficio de carpintero bajo la enseñanza del maestro Francisco de Echániz, pero a fin de adquirir los conocimientos necesarios para ejercer la profesión se trasladó a Madrid para matricularse como alumno en la Academia de San Fernando.  Asistió a la clase de Geometría en el centro hasta el 2 de mayo de 1808, fecha en la que se clausuró la Academia impidiéndole obtener la certificación del curso.

Los acontecimientos le obligaron a regresar a Bilbao donde trabajó como perito agrimensor o profesor gremial, título que había obtenido de su provincial. En 1821 y con motivo del descubrimiento a finales del siglo XVIII de la fuente o manantial en el Camino del Ojillo, el físico Juan Higinio de Arenaza y el arquitecto Agustín de Humarán, único arquitecto titulado en la villa y su comarca, fueron nombrados por el jefe político de la provincia para emitir un informe sobre el estado de dichas aguas, propiedad de la señora Salcedo. Pero el ayuntamiento comunicó al jefe político que el arquitecto que había nombrado la villa era Juan Bautista Belaunzarán, quien inspeccionaría y practicaría el reconocimiento del manantial poniendo de relieve que las aguas venían sucias y con jabón procedentes de la propiedad de Salcedo. Estaba claro que los informes de los diferentes prácticos se contradecían por lo que Olascoaga, vecino de la anteiglesia de Erandio y nombrado por el Ayuntamiento de Portugalete, tuvo que ser nombrado en 1822 para reconocer las obras y solucionar el problema.

Aparte de su intervención en la obra anterior, desde 1825 Olascoaga trabajó bajo las órdenes y dirección de Juan Bautista Belaunzarán, con quien intervino en las obras de una fábrica de curtidurías con sus habitaciones y casa separada en el barrio de Ibaizabal (Bilbao), propiedad de Francisco María de Marcaida, así como en la iglesia parroquial del pueblo de Galdames en este mismo señorío.

El 27 de febrero de 1830 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, a cuyo objeto presentó como ejercicio de pensado el proyecto de una Casa de ayuntamiento para un pueblo de 1.500 vecinos (del A- 2851 al A- 2852) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica firmada por Juan Bautista Belaunzarán y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 9 de marzo de 1830 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 14 del mismo mes, momento en que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 6, 40 y 25, los cuales respondieron respectivamente: «Una casa lagar ó Molino para aceite y vino con las habitaciones de Mayoral ó Mayordomo y Bodegas. Planta, fachada y corte», «Disponer un edificio ó Peso Real para la venta de comestibles de una ciudad. Planta, fachada y corte» y «Proyectar un Cuartel que contenga un Batallon de mil hombres de Infantería con cuartos para los oficiales, sargentos, cocina, calabozo y comun, demostrandolo en planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 40, es decir, un Edificio destinado a la venta de comestibles y pescado fresco (A- 2314), elección que comunicó a la corporación el 17 de marzo.

La Junta de Examen tuvo lugar el sábado 27 de marzo de 1830, asistiendo a ella los profesores Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete. Después de ser examinados los pretendientes José Peterrade y Marcos Arnaiz le tocó el turno a Olascoaga, cuyas obras de pensado y de repente fueron cotejadas. A continuación, se procedió a la realización del examen teórico que Olascoaga comenzó explicando y dando buena razón de su obra en cuanto a su distribución, construcción y conveniencias, para después introducirse en los principios de la geometría, las líneas, superficies y sólidos, el modo de medir las distancias y las propiedades de los triángulos y polígonos. Después los profesores le formularon varias preguntas acerca de las armaduras, la formación de las escaleras y las bóvedas por arista; la forma de medir la fábrica de revestimiento de un pozo y las superficies.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas, las explicaciones aportadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro de obras, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 25 de abril de 1830, a los 45 años de edad.

A año siguiente intervino en la urbanización de la Vega de Altzaga (Bilbao), dando cuenta de la construcción de varias casas y realizando la reparación de los vallados, la limpieza de las zanjas y chimbos. Asimismo, estuvo ocupado en 1833 en el proyecto en limpio del pórtico y la torre de la iglesia de Santa María de Güeñes (Bilbao), aprobado por la Junta de la Comisión de Arquitectura el 29 de mayo de 1833 y finalmente por la Academia  en la Junta Ordinaria del 2 de junio.

Arquitectura. Torres de iglesias y de relojes. Campanarios y espadañas, 1779-1860. Sig. 2-34-1; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1830. Sig. 2-16-4; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 47. 

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM