Hijo de José Pérez y Vicenta Pérez, nació en «la Universidad de San Juan» (Valencia), el 11 de agosto de 1818. A los catorce años se empleó como práctico de albañilería al tiempo que estudiaba Dibujo natural, Aritmética y Geometría elemental y práctica junto con el profesor de matemáticas Miguel Dolz del Castellar, así como la Delineación de la arquitectura bajo la dirección del maestro Simón Carbonell. Bien como albañil o como aparejador, trabajó bajo las órdenes del arquitecto titular del Ayuntamiento de Alicante Juan Bautista Domínguez en las obras a su cargo, haciendo por sí solo tanto planos como el levantamiento y colocación sobre el papel de diversos edificios en vista de sus grandes conocimientos matemáticos y de delineación.

El 27 de febrero de 1844 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado el proyecto de «una casa consistorial para la villa de San Juan, que contiene provisionalmente mil vecinos en el sitio en que está la antigua ruinosa y dos casas contiguas en igual estado, por ser un local céntrico de la población, en la plaza única del pueblo y con la circunstancia de que puede estar aislada por todas partes», proyecto inventariado bajo el título Casa de ayuntamiento para la Villa de San Juan, que puede construirse en el sitio que está la antigua, teniendo dos casas contiguas que se hallan en estado de ruina y cuyo punto es el más propicio por estar en el centro de la población y plaza (del A-2935 al A-2937). Además de estos diseños que presentaba junto con el informe facultativo y el avance del coste de la obra, adjuntó las certificaciones de práctica libradas por Miguel Dolz del Castellar y Juan Bautista Domínguez, la partida bautismal y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 21 de marzo de 1844 examinó la obra y los documentos presentados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento por cuatro votos contra dos. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 31 de ese mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 28, 10 y 38, los cuales respondieron respectivamente: «Disponer para un Pueblo, un Hospital de caridad que contenga veinte y cuatro camas con habitación para el enfermero, cocina, dispensa y cuarto para el capellan, demostrandolo en planta, fachada y corte», «Una Casa cortijo ó de labranza para un labrador acomodado y oficinas correspondientes. Planta, fachada y corte» y «Disponer un Matadero de reses mayores y menores para una ciudad con departamentos para depósito y romaneo. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 10, es decir, una Casa-cortijo o de labranza para un labrador acomodado (A-1874), elección que comunicó a la Academia el 16 de abril.

La Junta de Examen tuvo lugar la tarde del 7 de mayo de 1844, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio Conde y González, Atilano Sanz, José París, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Vicente Pérez comenzó este nuevo ejercicio tratando la geometría en figuras regulares e irregulares, las cuales midió. Pasó después a la práctica en el terreno, explicando los instrumentos y su uso. Enseguida habló sobre los replanteos, dirigió líneas, trazó circunferencias, trató la excavación cilíndrica que se le propuso hallando luego la solidez de su vertido, para detenerse en los arcos y las bóvedas. Entró en la construcción, trazó en el encerado una bóveda por arista común y otra con arcos diferentes, cuyo cerchón de ángulo trazó asimismo y monteó. De igual modo, diseñó sobre una línea girada en la pizarra los arcos rebajados de mayor y menor montea para después dibujar y explicar lo que se entendía por vuelta de cordel. Midió diferentes superficies que le propusieron, demostrando también el modo y la forma de levantar el plano de una casa ya construida. Por último, se entretuvo en los métodos para construir un pozo en terreno aguoso y en la resistencia y asiento de las maderas.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las explicaciones dadas le vieron con mérito para ostentar el título de maestro de obras por la totalidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 26 de mayo de 1844, a los 26 años de edad.

A principios de los años cincuenta se ocupó en el proyecto de las cárceles y juzgado de primera instancia para la villa de Novelda (Alicante), así como en el juzgado de Ágreda (Soria), que remitió a la Academia para su censura. No tuvo mucha suerte porque en la Junta General del 2 de marzo de 1851 se acordó la devolución de los planos a su autor al no poder hacer este tipo de edificios por no ostentar el título de arquitecto aprobado. Esto mismo ocurrió años más tarde, cuando la Comisión de Arquitectura reunida el 17 de diciembre de 1856 se tuvo que abstener de censurar el expediente instruido por el Ayuntamiento de Monóvar (Alicante) para mejorar su población y cuyo plano había sido formado en 1847 por este maestro de obras que no tenía potestad ni facultades para hacer esta clase de estudios.