Hijo de Pablo Peterrade, comerciante francés avecindado en Cádiz, nació en dicha ciudad hacia 1787. Estudió Aritmética, Geometría, Trigonometría y Arquitectura en la Academia de Cádiz hasta mayo de 1810, en que tuvo que acompañar a su padre a Francia. Continuó sus estudios en la Academia de París para ser empleado más tarde en los puentes y calzadas del departamento de Bajos Pirineos, hoy Pirineos Atlánticos, dirigiendo al mismo tiempo la construcción de varias casas y obras de distinta índole. Visitó con frecuencia el estudio de Hippolyte Lebas, arquitecto que estaba finalizando el palacio de Brongniart, posteriormente convertido en la Bolsa de París, a cuya obra asistió como discípulo ocupándose de las monteas, cortes de cantería y demás operaciones facultativas, según una certificación fechada y firmada en San Sebastián el 4 de diciembre de 1818 por Silvestre Pérez.

De vuelta a España solicitó el 30 de noviembre de 1818 de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de arquitecto, para cuyo fin presentó como ejercicio de pensado tres obras de su invención: el Panteón de Luís XVI y María Antonieta (A-4939), Una Casa de campo (A-1844 y A-1845) y Una Posada (del A-2168 al A-2171), cuyo avance del coste de esta última había calculado en 578.913 reales de vellón. Fueron examinadas por la Junta de la Comisión de Arquitectura el 7 de diciembre y al verlas con mérito se acordó el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. En la Junta Ordinaria del 13 de diciembre le fueron sorteados los programas de repente, tocándole en suerte los números 41, 62 y 126. De entre los tres escogió el último, es decir, una «Iglesia Parroquial de cien vecinos con habitación p^a un Sacerdote y Sacristán que deven estar en el mismo templo p^a que por la noche puedan con la mejor brevedad administrar los Sacramentos. Planta, Fachada, y dos Cortes por ancho y largo», programa que Peterrade trabajo bajo el título Santuario con habitación para el cura y sacristán (A-4028).

El examen tuvo lugar en la Junta Extraordinaria celebrada el 19 de diciembre de 1818, concurriendo a ella como vocales los profesores Pedro Franco, Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Julián de Barcenilla, Alfonso Rodríguez, Manuel de la Peña Padura, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete.  Cotejada la prueba de pensado con la de repente, los examinadores observaron que la iglesia parroquial era de excesiva magnitud para un pueblo y con una decoración exterior muy ornamentada mientras que la interior era mezquina y pobre. Por otro lado, se vio al pretendiente con habilidad en el diseño y escasos conocimientos tras haber contestado medianamente a las preguntas que le habían sido formuladas sobre geometría y arquitectura, motivo por el que no se le halló apto para ostentar el título de arquitecto siéndole concedido en su lugar el grado de maestro de obras en la Junta Ordinaria del 24 de enero de 1819.

Al año siguiente fue nombrado maestro mayor de la ciudad de Santander con la asignación de 250 ducados anuales, siendo notificado dicho nombramiento en la Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 5 de abril y en Junta Ordinaria del 9 de abril de 1820. En la década de los años veinte la corporación académica le aprobó varios proyectos para esta ciudad: en 1821 el «Plano de los Muelles y nueba población del Puerto de Santander», cuya obra había dirigido y continuaba dirigiendo; el proyecto en borrador de un teatro cómico que debía ubicarse en una de las manzanas grandes de la nueva población de Santander que sería aprobado el 5 de febrero de 1823, no sin antes advertirle la necesidad de que elevase a mayor altura la parte del escenario para poder manejar la maquinaria de  telones, emplease una decoración exterior más sencilla y suprimiese el fajeado del cuerpo del ático. Respecto a este teatro, Peterrade señaló como presupuesto aproximativo de la obra un coste de 680.245 reales de vellón en los que incluía la mampostería para los cimientos, la mampostería para las paredes exteriores,  interiores y los pilares; la piedra de sillería para la fachada, las esquinas y seis columnas del piso principal;  el maderamen de las carpinterías gruesas para las armaduras, escaleras y marcos, como todas aquellas relativas a las puertas vidrieras, tabiques, balcones, pintura, gradas de los palcos, patios, balaustradas, etcétera.

Antes de finalizar la década de los años veinte fueron aprobados también sus planos y el pliego de condiciones para una casa mesón en Campuzano (Torrelavega, Cantabria), remitidos por la Dirección General de Propios y Arbitrios del Reino y aprobados por la Comisión de Arquitectura en noviembre de 1825, además de los planos y el presupuesto de la casa consistorial y cárcel para la villa de Reinosa (Cantabria), que lo serían el 15 de septiembre de 1829.

A principios de 1830 solicitó de nuevo su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto alegando ser maestro mayor de la ciudad de Santander, maestro de obras por la Academia desde 1820 y tener aprobados entre otros proyectos el de la nueva población y muelles de aquella ciudad, así como recientemente los planos y el presupuesto de la casa consistorial para Reinosa. Con este objeto, presentó como prueba de pensado el proyecto de un Teatro para Santander (del A-3302 al A-3308) acompañado de su informe facultativo y el avance del coste de la obra, además de «un Capitel Corintio de la Rotunda q^e estudió en Paris colocado en marco con cristal» por si podía merecer algún lugar entre las obras de sus discípulos.

La Comisión de Arquitectura celebrada el 9 de marzo examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase de Peterrade al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 14 de marzo de ese mismo año al tiempo que lo fue Marcos Arnaiz. En estos momentos le sortearon los programas de repente, tocándole en suerte los números 43, 89 y 10, los cuales respondieron respectivamente a una «Puerta y entrada de una Plaza de armas con registro y habitación para una compañía de guardia, adornada de Arquitectura robusta correspondiente al edificio. Planta, fachada y corte», «Tribunal de comercio con Salon espacioso para comerciantes y litigantes; sala para el Juzgado y algunas otras piezas para Secretaria, Archivo y para Porteros. Planta y alzados» y «Un Salon de Mascara con galeria para los Espectadores, piezas de deshaogo y coros para la Musica. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 43, es decir, una Puerta de entrada de una plaza de armas (A-3501), elección que comunicó a la corporación el 17 de marzo.

La Junta de Examen tuvo lugar el sábado 2 de abril de 1830, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Peterrade comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los examinadores sobre la figura circular, elíptica y sus respectivas propiedades, al haber desarrollado como ejercicio de pensado los diseños de un teatro. También acerca del método que usaría en caso de que tuviera que construir dicho teatro y sus armaduras; la mezcla de los materiales para la formación de morteros y argamasas en obras comunes, civiles e hidráulicas en los puertos o a orillas del mar, así como otras tantas cuestiones relativas a la profesión.

Satisfechos los examinadores con el mérito de las obras ejecutadas y la contestación dadas a las preguntas formuladas le creyeron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 25 de abril de 1830, a los 43 años de edad.