de Valencia se presentó al concurso de Premios Generales en 1804 obteniendo algunos votos. Tuvo como maestro al teniente de fragata y académico de mérito Simón Ferrer, quien le hizo participar en calidad de maestro mayor y aparejador en las obras del Cuartel de Guardias Marinas de Cartagena con el sueldo de 15 reales de vellón diarios desde el 4 de junio de 1805 hasta 1808 en que se paralizaron las obras por causa de la guerra.

En 1818 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como obra de pensado el proyecto de Una iglesia parroquial dedicada al mártir español San Lorenzo, para una población de 600 vecinos (del A-3814 al A-3817) en cuatro hojas, con el plan del terreno, la fachada, cortes y el cálculo detallado del método de construcción elevado a 3.809.363 reales y 14 maravedíes de vellón, junto con la certificación de práctica librada por el académico Simón Ferrer.

El 2 de junio de 1818, la Comisión de Arquitectura examinó los planos y los documentos aportados, acordando el 29 de julio el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Le sortearon los programas de repente, de los cuales escogió el número 42, es decir, «Una casa de Campo para un literato- Planta, corte y fachada», obra que el autor tituló Casa de campo o recreo para una persona con título, con todas las conveniencias propias para la diversión de los concurrentes (A-1756).

La Junta Extraordinaria del jueves 2 de julio de 1818 celebrada para examinarle en la clase de maestro arquitecto reunió como vocales a los profesores Pedro Franco, Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Julián de Barcenilla, Alfonso Rodríguez, Juan Miguel de Inclán y el barón de Cartier, este último en calidad de secretario interino. Cotejadas las pruebas prácticas y realizadas las observaciones sobre las obras que había trabajado, se procedió a la realización del examen teórico. Polo y Pavía comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le fueron formuladas acerca de la medición de los terrenos y la seguridad de los cimientos de un edificio, la geometría y la práctica de la arquitectura.

Los examinadores vieron que las obras ejecutadas, así como las contestaciones dadas a las preguntas formuladas no respondían con la instrucción que un maestro arquitecto debía poseer, por lo que le creyeron apto en su lugar para el título de maestro de obras por uniformidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 5 de julio de 1818, a los 38 años de edad.

A finales de 1818 llegó a la corporación académica una exposición de este maestro de obras vecino de Cartagena, quejándose de los continuos abusos que eran cometidos por los albañiles y otros profesionales del ramo con supuestos títulos, que sin aprobación ejecutaban toda clase de obras con desprecio y grave perjuicio de los verdaderos profesores aprobados, la malversación de caudales públicos y el consiguiente descrédito de la Nación. Ante esta queja, la Comisión de Arquitectura reunida el 7 de diciembre de 1818 dictaminó que concluida la Ordenanza de Arquitectura sería presentada en la siguiente junta para nueva censura y publicación, lo que constituiría el medio de evitar muchos de estos perjuicios.

El 2 de mayo de 1830 obtuvo el grado de maestro arquitecto por la Academia de San Carlos de Valencia, a los 50 años de edad, y en 1839 aparece como profesor de Arquitectura Civil e Hidráulica en Hellín (Albacete).