Hijo de Manuel Sánchez y Antonia Naranjo, nació en Madrid el 20 de enero de 1780 y murió en Pontevedra el 6 de diciembre de 1820. Desde que se matriculó como discípulo en la Academia de San Fernando estudió bajo la dirección de su tío Francisco Sánchez, teniente director  y director de la misma. Opositó a los Premios Generales de 1796 por la 3ª clase de Arquitectura, convocatoria a la que también se presentaron Manuel Machuca Vargas y Mantrana, Juan López Freire, Antonio Conde y González, Francisco Javier de Mariátegui, Antonio Celles, Joaquín de San Martín, Manuel Guallar, Manuel Vicente Laca, José Domingo de Lastra, Joaquín García Rojo, José Pectorelli, Francisco Díaz Ruiz y Manuel Arteaga. Al igual que ellos, Alfonso Sánchez tuvo que delinear en grande como obra de pensado «[...] el Capitel y ornamento Corintio, según Vignola, demostrando en planta las partes de que consta, con cornisamento, debiendo ser el módulo de quatro dedos» mientras que como ejercicio de repente «El pedestal, basa é imposta del orden Dórico». Dichos asuntos fueron elegidos en las Juntas Ordinarias del 6 de diciembre de 1795 y 3 de julio de 1796 respectivamente.
En la 3ª clase de este año, de los 23 vocales que debían examinar las pruebas cinco tuvieron que retirarse y los que pudieron votar lo hicieron a favor de  Manuel Machuca Vargas (1º premio) y Juan López Freire (2º premio), galardones que fueron distribuidos en la sesión pública y solemne celebrada el miércoles 13 de julio de 1796 siendo presidida por el infante Príncipe debido a las muchas ocupaciones del rey.
 Muerto su tío Francisco Sánchez Montalvo en 1800, continuó el estudio de la arquitectura bajo las órdenes del académico Alfonso Rodríguez al tiempo que estudiaba el Dibujo de Modelo y dos años de Matemáticas.
El 26 de noviembre de 1805 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando para este fin como prueba de pensado el proyecto de Un gabinete de historia natural con cátedras (del A- 79 al A- 83) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra calculada en 37.895, 275 reales junto con la certificación de práctica librada por su profesor particular Alfonso Rodriguez, que señalaba la asistencia del pretendiente a las obras del Real Pósito donde había replanteado varias zanjas y paredes, así como su presencia en la ejecución de bóvedas, arcos, trabajos de cantería y otras actividades. 
La Comisión de Arquitectura reunida el 27 de noviembre de 1805 examino la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamente. Fue admitido a los ejercicios a la vez que Manuel Machuca Vargas y Miguel Ángel de Uría en la Junta Ordinaria del 1 de diciembre, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 81, 33 y 107, de los cuales eligió  el nº 33, es decir, «En un Sitio de Sesenta á Setenta pies de fachada entre medianerias, idear la Casa para un Longista, que tenga en el piso principal su havitacion con todas conveniencias: Planta, fachada y Corte.». La obra, Casa particular para un longista en un sitio de 60 a 70 pies de fachada entre medianerías (A- 1419) está inventariada bajo el título Una casa particular.
La Junta Extraordinaria se runión el 19 de diciembre de 1805 para examinarle en la clase de maestro arquitecto, asistiendo como vocales los profesores Ferro, Aguado, Cuervo, Pérez, Varas y Bosarte. Cotejadas la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico en el que Sánchez Naranjo contestó a las preguntas que se le hicieron los profesores sobre la teória y práctica de la profesión. 
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le vieron con los conocimientos suficientes para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido por uniformidad de votos en la Junta Ordinaria del 5 de enero de 1806.
Como consecuencia de la invasión francesa, Sánchez Naranjo emigró a Sevilla en 1808, donde obtuvo y desempeñó el destino de arquitecto de Bienes Nacionales y la interinidad hasta 1814, en que regresó a  la corte al ser nombrado maestro arquitecto mayor de Madrid. Tras la retirada de las tropas enemigas solicitó de la Academia el 1 de marzo de 1816 su admisión a los ejericios para el grado de académico de mérito, presentando su conducta moral y política al ser un requisito obligatorio. La solicitud fue examinada en la Junta de la Comisión de Arquitectura el 9 del mismo mes, momento en el que se puso de manifiesto que el pretendiente no había enviado a censura de la corporación académica diseño ni proyecto alguno de obra pública, no obstante, al observar su conducta se acordó su admisión a los ejericios prevenidos para esta clase en la Real Orden del 27 de mayo de 1800. 
Una vez admitido a los exámenes de rigor se le señalaron tres asuntos para disertar en la Junta Ordinaria del 31 de marzo de 1816. Le tocaron en suerte los números 5, 12 y 16, eligiéndo de entre ellos: «En qué clases de edificios conviene poner los órdenes de Arquitectura, y en defecto de éstos, qué formas se podrán aplicar que los haga bellos y elegantes; explicando en una disertación la composición de un edificio de uso conocido con orden de Arquitectura y el mismo sin él». En la primera parte de este estudio, fechado el 4 de septiembre, trató diversos asuntos a tener en cuenta: el objeto de la arquitectura, los géneros de edificios existentes y su clasificación (públicos y privados, incluyendo en los primeros los de culto, seguridad, beneficiencia, salubridad, ilustración, provisión, contrato, comodidad y magnificencia, mientras que entre los segundos los palacios, las casas de títulos y casas particulares, subdividiéndolos a su vez  en otros tantos); el modo de aplicar las buenas formas como la elegancia y la belleza a los edificios carentes de orden;  las partes esenciales que debían concurrir en todo edificio (solidez, comodidad y hermosura); el decoro, los órdenes  que debían ser aplicados en cada uno de los edificios y los adornos empleados tomados de la naturaleza. La segunda parte de la disertación la dedicó a describir un edificio de uso conocido, con orden y después sin él, eligiendo una iglesia parroquial para la corte o para una ciudad de primera clase. 
El 5 de septiembre de 1816 solicitó día para la lectura de la disertación. Los directores, tenientes de arquitectura y el director de Matemáticas Antonio de Varas la censuraron, empezando por Antonio López Aguado, quien la devolvió corregida el 16 de octubre; Antonio de Varas que lo hizo el 21 de noviembre seguido de Peña y Padura e Isidro Velázquez quienes lo hicieron respectivamente el 8 y 25 de enero de 1817.
 La Junta de Examen tuvo lugar el lunes 24 de marzo de 1817 asistiendo a ella como vocales el viceprotector Aguado, Cuervo, Barcenilla, Peña y Padura, Varas y el secretario Navarrete. De la votación secreta resultó que el pretendiente era habil para ostentar el grado de académico de mérito, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 13 de abril de este mismo año por uniformidad de votos (25 votos).
Sabemos que Sánchez Naranjo fue maestro de Dibujo, Geografía esférica y Astronomía en la Academia de Caballeros Cadetes del Cuerpo de Reales Guardias Valonas; que desempeñó durantes muchos meses la plaza de teniente director en la sala de Geometría Práctica en la Academia Nacional de la calle Fuencarral y que en la Junta Ordinaria del 6 de junio de 1819 se le comunicó el nombramiento que le había concedido el Infante Don Carlos como director de la clase de Principios de Arquitectura en este mismo estudio.
En el Archivo de la Academia se conserva una «Disertación sobre el empuje de las bóvedas», ejecutada por un individuo llamado Alfonso Sánchez en 1803 (Sig. 3-310-35) que responde a una prueba de acceso al título de académico de mérito. Podemos afirmar casi con seguridad que no responde a Alfonso Sánchez Naranjo porque optó al grado de académico de mérito en 1816.

Comisión de Arquitectura. Arquitectos. 1806-1807, 1825, 1826. Sig. 4-68-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1808-1822. Sig. 1-29-5;  Comisión de Arquitectura. Pruebas de acceso al título de académico de mérito, arquitecto, etc. SÁNCHEZ, Alfonso. Disertación sobre el empuje de las bóvedas, MADRID, 1803. Sig. 3-310-35; Distribución de los premios concedidos por el Rey Nuestro Señor á los discípulos de las nobles artes, hecha por la Real Academia de San Fernando en la Junta pública de 13 de julio de 1796. Madrid: en la Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1796; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1803-1818. Sig. 3-87; SÁNCHEZ, Alfonso. Disertación sobre en qué clases de edificios conviene poner los órdenes de Arquitectura, y en defecto de éstos, qué formas se podrán aplicar que los haga bellos y elegantes; explicando en una disertación la composición de un edificio de uso conocido, con orden de Arquitectura y el mismo sin él, Madrid, 1816. Sig. 3-310-32; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1750-1831. Sig. 1-44-2; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1814-1818. Sig. 1-43-3; Secretario general. Catálogo de las obras de profesores aprobados de maestros arquitectos, 1793-1855. Sig. 3-155. 

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM