Nació en Orio (Guipúzcoa) hacia 1796. Desde muy niño se dedicó a todo género de construcciones, tanto civiles como navales bajo la dirección de su padre. Obtuvo el título de agrimensor y aforador por el Ayuntamiento de Orio y ostentando dicho cargo llevó a cabo numerosas obras: una bóveda de cañón seguido de doscientos pies, para cuyo fin tuvo que hacer una excavación de cuarenta pies de profundidad en arena floja y a continuación dar curso a las aguas dulces por dentro de ella para la única fuente pública que exisitía en Orio; la dirección de las obras de los dos desembarcaderos de esa villa y el muelle, junto con la construcción de las calles públicas; la construcción de varias casas de nueva planta en el casco de la ciudad, su jurisdicción y en los pueblos de Taranz, Tolosa, Hernani, Soravilla, etc., junto con la medición de tierras; en Hernani, y bajo la dirección del Pedro Manuel de Ugartemendía, diversas obras de cantería y carpintería al tiempo que intervenía en su iglesia parroquial verificando el arreglo de sus canceles y adornos como de todo el presbiterio con la reforma de los cuatro altares, la construcción del pórtico canteril con las armaduras de su tejado y la abertura de una nueva puerta procesional desde el pórtico al crucero que revistió con piedras labradas de cantería y remató con un arco adintelado. Del mismo modo, bajo la dirección del mismo arquitecto intervino en la iglesia parroquial de Soravilla y en la cantería del acueducto obstruido de Orio.
Fue nombrado por unanimidad de votos teniente de los Tercios Forales de la villa de Orio, cargó que desempeñó hasta su traslado a Madrid. Ya en la capital y con arreglo a la Real Orden del 19 de julio de 1824 se esmeró en ampliar los conocimientos adquiridos en su juventud con objeto de examinarse y obtener el título de maestro de obras por la Academia de San Fernando. Para este fin, el 31 de mayo de 1830 solicitó de esta institución su admisión a los examenes para esta clase, presentando como prueba de pensado el proyecto de Un hospital para una ciudad como la de San Sebastián (del A- 2480 al A- 2482) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica firmada por Pedro Manuel de Ugartemendía, el título de agrimensor y la justificación de su conducta moral y política.
En vista de la obra y los documentos aportados la Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 4 de junio de 1830 acordó concederle el pase al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 13 del mismo mes, fecha en la que le fueron sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 1, 16 y 31, los cuales rspondieron respectivamente: «Casa fabrica de Jabon con todas las oficinas correspondientes. Planta, fachad y corte», «Una casa de labranza para un hacendado, dispuesta de manera que la habitacion del propietario esté enteramente separada de las oficinas que son necesarias en esta clase de edificios, pero dispuestas entre si uniformemente. Se demostrará en plantas y alzados» y «[...] una cimbra para construir de canteria el arco de un Puente de cincuenta pies de diametro, señalando en este repartimiento de dobelas». De los tres asuntos escogió el nº 31, es decir, un La cimbra del arco de un puente de cantería (A-3646), elección que comunicó a la corporación el 16 de junio de 1830.
La Junta de Examen tuvo lugar el 26 de junio de 1830, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. José Antonio Segura comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores sobre la formación de la elipse y el círculo; la medida de las superficies y los sólidos, la esfera y las cúpulas o medias naranjas; la igualdad de los triángulos y el modo de medir por su medio las superficies de las figuras irregulares. Por último las escalas de los planos y su proporción con las medidas comunes para la ejecución de las obras.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas resultó aprobado en la clase de maestro de obras por uniformidad de votos en la Junta Ordinaria del 18 de julio de 1830, a los 34 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1830. Sig. 2-16-4; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 50.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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