Hijo de Ramón Selva y María Castañé, nació en León el 1 de octubre de1817, siendo bautizado dos días más tarde en la iglesia parroquial de San Salvador del Nido. En el Seminario Conciliar de San Froilán de León ganó entre 1833 y 1834 los cursos completos de Lógica y Matemáticas; entre 1834 y 1835 los de Física y Matemáticas y en 1836 los correspondientes a Filosofía Moral y Religión. De 1836 a noviembre de 1837 cursó el primer año de Matemáticas en la Real Academia de Nobles Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, cátedra en la que se impartió las enseñanzas de Aritmética, Álgebra y Geometría Elemental.

A fin de perfeccionar sus conocimientos se trasladó a Madrid, matriculándose como alumno en la Academia de San Fernando. En este centro asistió al segundo año  de Matemáticas que dio comienzo el 10 de noviembre de 1837 y concluyó en junio de 1838, aplicándose en  Trigonometría rectilínea, Geometría práctica, Aplicación del álgebra a la geometría, Secciones cónicas, Teoría general de las ecuaciones, Funciones, Series, Diferencias finitas y Principios de cálculo diferencial. Del mismo modo, asistió por espacio de tres años a las clases de Arquitectura y Perspectiva como discípulo particular del académico de mérito Martín López Aguado, por entonces director facultativo de las obras del Canal del Manzanares. Junto a este profesor apredió los órdenes arquitectónicos y el Dibujo de Adorno, proyectó algunos edificios y  asistió  durante dos años a las obras que estaban bajo su dirección, al tiempo que se ejercitó en el levantamiento de planos, nivelaciones, tasaciones y demás ramos concernientes a la arquitectura.

El 17 de abril de 1844 solicitó su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Archivo General del Reino (del A- 842 al A- 845) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, las certificaciones de sus estudios en León y Valladolid, las de los cursos de Matemáticas aprobados, la certificación de práctica librada por el arquitecto Martín López Aguado y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada la mañana del 23 de abril de 1844 examinó la obra y los documentos aportados. Tras la votación secreta hubo un empate a votos (4-4) por lo que la admisión de Selva Castañé tuvo que ser elevada a la consideración de la Academia para su definitiva resolución. Fue admitido finalmente en la Junta Ordinaria del 28 del mismo mes, fecha en la que le fueron sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 136, 35 y 83, siendo los dos últimos nuevos, ya que el primero no tenía número doble. Dichos asuntos respondieron respectivamente: «Una plaza de Mercado para el despacho de viveres por mayor y menor, con una torre en sitio oportuno, con el solo objeto de la colocacion de un Relox. Planta y alzados con demostración de dha torre», «Sala capitular para una de las catedrales principales de España con Archivo contiguo y demas piezas á ella correspondientes. Planta y seccion interior» y «Almacen en un Puerto de Mar, con porticos y diversas separaciones para generos. Planta, fachada y corte». De los tres temas escogió el nº 83, es decir, Un almacén para un puerto de mar, con pórtico y diversas separaciones para géneros (A- 2387), cuya elección comunicó a la corporación el 11 de mayo.

La Junta de Examen celebrada para examinarle en la clase de maestro arquitecto tuvo lugar la tarde  del 20 de mayo de 1844, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio Conde y González, José París, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Isidro Selva comenzó este nuevo ejercicio tratando los planos inclinados y las máquinas (de poleas, cabestrantes y aparejos aplicados a la construcción) deteniéndose en la palanca, cuyos puntos de apoyo, potencia y resistencia explicó, y luego en los de la balanza. Seguidamente demostró sus conocimientos matemáticos, centrándose en las doctrinas de las figuras y los cuerpos regulares como irregulares. Más tarde se centró en las curvas deteniéndose en la elíptica que figuró y cuya construcción explicó por puntos y por medio de la vuelta llamada de cordel, o instrumento de cruz, con lo que manifestó grandes conocimientos de la secciones cónicas. Asimismo trazó y figuró un arco calculando el espesor de los machones o estribos que lo sustentarían y recorrió los preceptos del arte y las partes de que constaba la arquitectura según Vitrubio. Enseguida explicó un caso particular en la conducción de aguas que dibujó en la pizarra, cambiando luego la fuente o caños de salida en caños de surtidero para introducirse después en el conocimiento de las arenas, las piedras y las arcillas. Volvió a trazar un arco con dovelas haciendo el estudio de los cimbrages y finalmente trató las maderas y su resistencia, el modo de atirantar una nave, el asiento de los nudillos y correas, el tratado de las armaduras, etcétera.

Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las explicaciones dadas a las preguntas formuladas le creyeron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 26 de mayo de 1844, a los 26 años de edad.

A finales de 1852 remitió a censura de la Academia el proyecto de una cárcel para Toro (Zamora), aprobado por la Junta General del 31 de octubre de este mismo año, y al año siguiente el proyecto de reparación de la cárcel de Zamora, así como el proyecto de la reforma y ampliación de la cárcel de Sedano (Burgos), aprobados por la corporación académica en la Junta General  del 4 de diciembre de 1853.