Hijo del maestro de obras Narciso Serra y Paula Parés, nació en Barcelona en 1805 siendo bautizado el 29 de Julio en la iglesia parroquial de San Luis y San Pastor. Comenzó sus estudios de arquitectura en la Escuela de Nobles Artes de la Junta de Comercio de Barcelona el 31 de octubre de 1825 hasta la oposición de los premios de Figuras. Posteriormente pasó a la clase de Perspectiva y Paisaje, en las que obtuvo todos los premios establecidos en dicha clase. Cursó Aritmética y Geometría Práctica bajo la dirección del catedrático Antonio Alá, y dos años de Matemáticas a cargo del profesor Onofre Jaime Novellas que comenzarón a primeros de octubre de 1831.
Desde el 27 de febrero de 1832 cursó la clase de Arquitectura que siguió sin interrupción y con buena aplicación, adiestrándose en la delineación y el lavado, el proyecto de varios edificios, el corte de las piedras, la construcción y demás conocimientos que eran requeridos para la obtención de algún título oficial. Por otro lado, asisitió con gran aprovechamiento a varias obras ejecutadas bajo la dirección del arquitecto Francisco Renart y Arús.
El 16 de febrero de 1839 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Una casa de correos, postas y diligencias con destino a Barcelona (del A- 2205 al A- 2209) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, las certificaciones que acreditaban su práctica profesional firmadas por Antonio Alá, Novellas, Vicente Rodes y Vicente Renart y Arús, así como la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 12 de marzo de 1839 examinó la obra y los documentos aportados, pero tras la votación secreta acordó no haber lugar a la solicitud del pretendiente por 1 voto a favor y 4 en contra. El resultado obtenido motivó al pretendiente a solicitar cuatro días más tarde su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras con la obra que había presentado anteriormente para el título de maestro arquitecto. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 17 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 12, 23 y 44, los cuales respondieron respectivamente: «En un terreno de figura y dimensiones arbitrarias idear una Casa para un particular, demostrandola en planta y alzados y un corte por lo menos», «Una Pieza cubierta para Picadero, destinada á la enseñanza de caballos y arte de equitación, dispuesta en una figura poligona de seis lados, circunscripta á un circulo de cincuenta pies de diámetro. Planta y corte» y «En planta, alzado y corte, y sobre un rectangulo de cincuenta pies de fachada y ochenta de fondo, se demostrará una Casa con destino á Estafeta ó Correo para una villa de dos mil vecinos y habitación para el Administrador». De los tres asuntos escogió el nº 12, es decir, Una casa de renta (A- 1520), elección que comunicó a la corporación el 26 de marzo.
La Junta de Examen tuvo lugar la tarde del 13 de abril de 1839, asistiendo a ella como vocales los profesores Custodio Moreno, Tiburcio Pérez, José Troconiz, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Serra y Parés comenzó este nuevo ejercicio tratando los planos y superficies, como el uso de los instrumentos de que se valía el arte para su nivelación. Enseguida habló sobre las verticales y horizontales, el aplomo y el nivel determinado, así como la verdadera medida de un plano inclinado que figuró en el encerado. Redujo y multiplicó números con otras operaciones aritméticas; explicó la comodidad de los edificios y la apropiada colocación de las piezas y oficinas; la práctica y la ejecución de una obra dando razón de las bóvedas que presentaba en sus alzados, explicando las que resultaban de las secciones dadas en la esfera, el cilindro y el cono recto, deteniéndose en la construcción y las cimbras de las mismas. Replanteó las bóvedas de arista y de rincón de claustro; se centró en el empleo y resistencia de las maderas; la piedra y las calidades de otros materiales, su asiento y trabazón.
Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las explicaciones dadas a las preguntas formuladas le vieron con mérito para ostentar el título de maestro de obras por uniformidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 5 de mayo de 1839, a los 33 años de edad.
Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1839. Sig. 2-18-1; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 142.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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