Hijo de Fernando Soba y María Reyes, nació en Pedraza/Pedrosa de la Sierra (Segovia) hacia 1830. Pronto se trasladó a Madrid junto a sus padres residiendo en la calle de Santa Clara, nº 8, cuarto 3º. Fue alumno de la Escuela de Arquitectura de Madrid y el 30 de mayo de 1855 hizo presente en la Academia que habiendo aprobado los tres años de la enseñanza de maestros de obras y directores de caminos vecinales como se podía comprobar por las certificaciones que adjuntaba, solicitaba día para poder realizar el examen final en la clase de director de caminos vecinales, título que le sería concedido en julio de ese mismo año. Obtuvo asimismo el título de arquitecto por unanimidad de votos el 31 de julio de 1855, previa presentación de una certificación de práctica firmada por el arquitecto Antonio Ruiz de Salces y la elaboración de dos proyectos: Un puente de hierro forjado (del A- 3681 al A- 3683) y Una iglesia de aldea (A- 4072).
Respecto al proyecto del puente de hierro forjado, fechado el 30 de junio de 1855, Soba y Reyes reseñó el sistema de construcción empleado en la memoria del proyecto. Teniendo en cuenta que el puente era para un camino vecinal y su ancho era de 18 pies, su vano sería de 150 pies atendiendo sólo a la línea de las mayores avenidas, pero dado que este vano era muy grande si fuese uno sólo, optó por la proyección de dos vanos de 75 pies cada uno.
Comenzó la construcción del puente erigiendo una pila de piedra de sillería en el centro del río, a cuyo fin y para desviar el agua y fundar en seco eran necesarias ataguías y el desagüe de su interior con máquinas a propósito para ello (Rosario). En caso de hallar un terreno duro, podía colocar un pilotaje sencillo sin emparrillado, con pilotes armados de azuches introducidos por medio del martinete de dos en dos pies en toda la extensión que iba a ocupar la pila. Sobre la cabeza de los pilotes colocaría las losas de elevación y sobre ellas continuaría la pila en su elevación, poniendo como remate el poste leguario, es decir, el indicador de piedra caliza que marca la distancia entre los extremos del canal.
En cuanto a las riberas u orillas, dispondría el mismo pilotaje para luego ir banqueando con mampostería, sobre la que dejaría unas llaves para introducir la fábrica de ladrillo sujeta por cadenas de piedra y sillería. Las maderas para el suelo serían pies y cuartos de la madera de la tierra y la tablazón de las mismas serradas, cuyos cortes debían producir 5 tablas de cada uno de ellos. En la fábrica de hierro, al ser más interesante, se ocupó de manera más extensiva calculando la carga de cada uno de los arcos del puente en 18.800 libras cada uno, en caso de disponer de dos, ya que si únicamente fuese uno esta carga sería de 27.600. Los arcos debían ser de cerchas, cada una de 3 llantas de 46 líneas de tabla x 16 de canto. Al final, calculaba el presupuesto total del puente en 368109 reales de vellón.
Por la Real Orden del 5 de octubre de 1855 y en vista de los expedientes de examen para los directores de caminos vecinales (Juan Bolado y Fernández, José María Sanz, José Sanjuan y Blanco, Indalecio de Alzaá y Cristóbal Lahuerta) y los maestros de obras (Manuel Otero y López, Eduardo Martínez y García, Pedro del Villar, Ezequiel Hernández y Martínez y Sabino Manuel de Soba y Reyes) remitidos por la Academia a la dirección de la Escuela, la Academia dispuso que fuesen devueltos a la corporación a fin de que los interesados arreglasen los pagos de los títulos respectivos a lo dispuesto en los artículos 4º. 6º y 18 del Reglamento del 16 de julio de 1852.
Hubo una gran polémica en cuanto al pago de los títulos debido a que el 4 de enero de 1856 José Caveda señaló en un escrito que los expedientes de los alumnos que fueron de la Academia y que respondían a Manuel González del Valle, Juan José de Izaguirre, Pedro Lahuerta, Vicente Mendoza, Pedro Romeral y José Salvany, en vez de pagar los 500 reales por sus títulos habían abonado tan sólo 60, por lo que la reina había ordenado la reintegración de los 440 de diferencia que quedaban por pagar. Ante este hecho, se tiene constancia que el 8 de ese mismo mes de enero de 1856 Sanz envió una instancia a la Academia de San Fernando solicitando para él y en nombre de otros compañeros que «al expedirles el título de Directores de Caminos Vecinales ó de Maestros de Obras, se les admita en cuenta la cantidad que tienen satisfecha por el título de Agrimensor, y que á los que posean uno de los títulos de Directores de Caminos vecinales, ó de Maestros de Obras, se les espida el otro con solo abonar sesenta reales: Considerando que las razones que adme [no legible] fundandose en el Rl Decreto de 7 de Setiembre de 1848 que en esta parte tenia el carácter de provisional según se desprende del artº 5º, quedaron derogados por Real decreto de 31 de Octubre de 1849: Vistos tambien los articulos 4º, 6º y 18 del Reglamento de 16 de Julio de 1852, la Reina (q.d.g.) se ha servido desestimar la instancia, disponiendo que al tenor de dichas disposiciones se satisfagan trescientos veinte reales por derechos del título de Agrimensor: Mil por el de Maestros de obras ó Directores de Caminos vecinales: quinientos el que obteniendo el de Maestros de Obras aspire al de Director de Caminos vecinales, ó vien veria, previas las formalidades establecidas, y trescientos reales los que obteniendo cualquiera de estos dos titulos, pretenda el de Agrimensor […]».
El Gabinete de Dibujos (Sección de Dibujo Artístico) conserva entre sus fondos otro dibujo de Soba y Reyes de su etapa formativa: Estudio de cabeza masculina barbada mirando hacia arriba hacia la izquierda (P-0749) fechada el 17 de noviembre de 1849, copia de la cabeza del tullido de San Pedro curando a un tullido obra de Francisco Bayeu de la capilla de San Pedro en la catedral de Toledo. Es posible que sea un ejercicio para el pase a Figuras porque aparece la firma del profesor Bernardo López Piquer y el pase le fue concedido el 20 de enero de 1850.
Comisión de Arquitectura. Directores de caminos vecinales, 1850-1859. Sig. 2-20-1; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1853-1855. Sig. 2-19-5; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 260; Sección de Arquitectura. Informes. Proyecto de un puente de hierro forjado por Sabino Manuel Soba y Reyes, 1856. Sig. 5-95-12; Secretario general. Matrículas, 1848-1859. Sig. 5-80-1.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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