Nació en Porcuna (Jaén) en 1756 y murió en Montevideo (Uruguay) el 23 de julio de 1810. Comenzó la carrera de arquitectura en la Academia de San Fernando desde 1781, continuándola hasta 1786. Como alumno del centro optó en 1784 al concurso de Premios Generales por la 2ª clase de Arquitectura, convocatoria que también firmaron Bonifacio Muñoz, Vicente de Sancho y Burguillo, Justo Pellón, Pablo Álvaro, Francisco Martín del Oorcajo, Juan Bautista García, Isidro Cruela, Luis de Huertas, Natalio Casal, Ángel Fernández y Esteban de los Reyes. Al igual que todos ellos elaboró como obra de pensado «Un cementerio para un Pueblo de quatro mil vecinos, con los ornatos correspondientes: planta, corte, y fachada, todo geométrico» (del A- 4738 al A- 4740) y como ejercicio de repente «Un Arco triunfal de orden Jonico» (A- 3430). Dichos programas habían sido elegidos respectivamente el 7 de diciembre de 1783 y 9 de julio de 1784. Intervinieron 16 vocales en la 2ª clase, quienes otorgaron el 1º premio compartido a Ángel Fernández y Esteban de los Reyes mientras que el 2º premio, también compartido, a Juan Bautista García, Vicente Sancho y Burguillo y Tomás Toribio. Los galardones fueron distribuidos en la Junta Pública celebrada el 17 de junio de 1784, a las cinco y media de la tarde, en el salón acostumbrado de la Academia.
Al año siguiente obtuvo las ayudas de costa en los meses de septiembre y noviembre por la 1ª de Arquitectura y Perspectiva en las Juntas Ordinarias del 2 de octubre y 4 de diciembre de 1785 respectivamente. Para ello había trabajado los diseños de «Un tribunal de cancillería con su planta, alzado, fachada, sala de juzgado y accesorios» (del A- 848 al A- 850) y la Puerta de entrada a una ciudad en perspectiva (A- 5383)
En 1786 se presentó de nuevo a las becas mensuales, en esta ocasión en el mes de febrero por la Perspectiva a la vez que Juan González y Joaquín Rodríguez, realizando todos ellos el dibujo de un «Ara o trípode con alguna figura e instrumentos de sacrificio». Pero en la Junta Ordinaria del 5 de marzo de 1786 le sería concedida la ayuda de costa a Juan González por 8 votos, frente a los 4 de Rodríguez y 2 de Toribio. En este año entró como aparejador en la obra del Museo del Prado bajo la dirección del arquitecto mayor de S.M. Juan de Villanueva, profesor que también le empleó en el Palacio y Sitio de El Escorial, el Cierro del Real Bosque de Viñuelas y en la continuación del Real Canal del Guadiana en el Gran Priorato de San Juan, perteneciente al infante Don Pedro.
Se ausentó de Madrid en 1796 para trasladarse a Montevideo (Uruguay) como maestro mayor de las reales obras de fortificación de dicha plaza. Allí continuó con sus estudios y recibió una buena instrucción práctica en las obras referidas. El 30 de diciembre envió un memorial a la Academia solicitando el título de maestro arquitecto sin necesidad de hacer los ejercicios correspondientes debido a su imposibilidad de trasladarse a Madrid por tener que asistir de contínuo a las obras citadas, no obstante, a fin de obtener el título de arquitecto había «[…] inventado y dibujado Geometricamte para dho. fin, una obrita y la misma esta èn el dia, poniendo en Perspectiva, para remitirlas a èsa Rl Academia, y que a su vista, si V.Sas hallasen algun corto merito en ellas: y Atendiendo al mismo tiempo à que en este Pais ignoran el buen gusto de la Arquitectura, y para con maior motivo poder fomentar este Noble Arte para el bien de la Patria […]». Indicaba que dichos diseños serían remitidos con una certificación librada por los sujetos más destacados de la ciudad que habían presenciado la ejecución de los mismos y además había elaborado otros dibujos sobre varias obras de consideración, entre ellas, la iglesia matriz de la población de Maldonado distante a unas dos leguas de Montevideo; las que concurrían para la conclusión de la iglesia parroquial de Montevideo que por entonces se encontraba dirigiendo; la reedificación del convento de San Francisco y otras obras particulares. No obstante, en caso de que estos diseños no fuesen suficientes estaba preparado para desarrollar el asunto que la Academia estimase más oportuno proponerle.
Por último, expuso que dentro y fuera de la Academia existían sujetos que le conocían y podían informar sobre su conducta y suficiencia, entre ellos, Antonio Cuervo, Antonio Aguado, Manuel Turrillo, Antonio de Abajo, Vicente Sancho y Burguillo, José Miguel Toraya, Isidro Velázquez y otros tantos condiscípulos que habían estudiado la carrera de arquitectura bajo la dirección de los difuntos Ventura Rodríguez, Miguel Fernández y José Moreno.
La Academia examinó la solicitud de Tomás Toribio y en sus Juntas Ordinarias del 3 de abril y 1 de mayo de 1803 acordó comunicar al interesado no tener arbitrio para dispensarle de las pruebas prevenidas en las reales órdenes.
Según algunos autores, Toribio fue en estos momentos el único arquitecto académico en el Río de la Plata y a quien se le debe, aparte de las obras citadas, la conclusión de la iglesia de la Inmaculada Concepción, los diseños del Cabildo y las Reales Cárceles, así como varios puestos fijos para la venta de mercancías en la plaza principal de Montevideo.
Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1796-1802. Sig. 4-68-2; Distribución de los premios concedidos por el Rey Nuestro Señor a los discípulos de las nobles artes, hecha por la Real Academia de San Fernando en la Junta Pública de 17 de julio de 1784. Madrid: por D. Joachín Ibarra, Impresor de Cámara de S.M. y de la Real Academia, 1784; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1776-1785. Sig. 3-84; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1786-1794. Sig. 3-85;
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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