Nació en Barcelona hacia 1807. Cursó entre 1827 y 1832 varios años académicos en la Escuela Gratuita de Nobles Artes de Barcelona, bajo la dirección del arquitecto y académico Antonio Celles, por entonces director de la Sala de Arquitectura en dicho centro. Durante ese tiempo estudió los cinco órdenes de arquitectura y muchas composiciones de edificios particulares como públicos, tanto en terrenos regulares y limitados como irregulares e ilimitados dando suficientes pruebas de sus adelantamientos. En calidad de albañil trabajó junto a su padre en diversas casas y en las obras del convento de la Merced de Barcelona, bajo las órdenes del religioso mercenario fray Serapio Solá.

El 28 de octubre de 1832 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba depensado el proyecto de Una casa para un noble en un terreno limitado, de 260 palmos por 140 (del A-1490 al A- 1495) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, el certificado de práctica firmado por Antonio Celles y la justificación de su conducta moral y política.

            La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 11 de diciembre de 1832 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 16 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 25, 28 y 37, los cuales respondieron respectivamente: «Proyectar  un cuartel que contenga a un Batallon de mil hombres de Ynfanteria, con cuartos para los oficiales, sargentos, cocinas, calabozo y comunes, demostrandolo en planta, fachada y corte», «Disponer para un Pueblo un Hospital de Caridad que contenga 24 camas, con habitacion para el enfermero, cocina, dispensa y cuarto para el capellan, demostrandolo en planta, fachada y corte» y «Disponer una casa de reclusion ó carcel para Eclesiasticos. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el n’ 28, es decir, un Hospital de caridad de 24 camas para un pueblo (A- 2487), elección que comunicó a la corporación el 18 de diciembre.

            La Junta de Examen tuvo lugar el lunes 31 de diciembre de 1832, asistiendo a ella como vocales los profesores Juan Antonio Cuervo, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Ubach comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores acerca de los ángulos, su diversidad y formación; las líneas paralelas, verticales y las que se comprenden en el círculo; las superficies y la medida de ellas según la figura que tengan; la medida de la esfera, su superficie y solidez, además de la medida superficial de un trapecio; las bóvedas, las secciones de la esfera y su aplicación en la arquitectura. Por último, los requisitos de la buena edificación y el modo de abrir los cimientos, el método para tasar los edificios, los instrumentos necesarios para replantearlos con arreglo a los planos y otras cuestiones relativas a la teoría y práctica constructiva.

            Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas  a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro de obras, grado que le fue concedido por uniformidad de votos en la Junta Ordinaria 27 de enero de 1833, a los 26 años de edad.

En vista de que tanto Ubach como José y Pedro Calzada, Ramón Roura, Jaime Jambrú, Pedro Casals y Antonio Valls habían advertido que algunas autoridades del Principado de Cataluña habían manifestado que los maestros de obras aprobados por la Academia de San Fernando no podían ejercer y ser reconocidos como agrimensores, los tres primeros se dirigieron al académico Antonio Celles, entonces residente en Madrid, para que consultase el asunto a la Academia de San Fernando.  Tras la consulta resultó que todos los maestros de obras eran de por sí agrimensores natos y que si pedían el título se les expediría sin previo examen y sin hacer el depósito establecido para aquellos que aspiraban a esta titulación.  Este hecho motivó que los individuos mencionados solicitasen el 27 de septiembre de 1833 la expedición del título de agrimensor a la Academia de San Fernando.

Comisión de Arquitectura. Agrimensores, 1830-1857. Sig. 2-20-8; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de obras, 1833. Sig. 2-17-1; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 86.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM