Hijo de José Vivar Villanueva y Francisca González Aguilar, nació en Murcia el 26 de enero de 1810 siendo bautizado ese mismo día en la iglesia parroquial de Santa Catalina. Estudió los Principios de Matemáticas y el Dibujo de Figura en su ciudad natal para pasar más tarde a Madrid, con objeto de seguir la carrera de arquitectura en la Real Academia de San Fernando. En esta corporación cursó las enseñanzas de Dibujo de Figura, Delineación de Arquitectura y Matemáticas al tiemepo que asistió por espacio de cinco años al estudio particular de Juan Miguel de Inclán Valdés, aplicándose en la delineación y en la práctica de la profesión y en los Principios de Mecánica por separado. Entre 1833 y 1835 asisitió a la medida, el replanteo y la formación de planos para la realización de las tasaciones de las obras que estaban a cargo de su maestro.

El 27 de junio de 1835 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de Una academia de nobles artes para Madrid (del A- 195 al A- 199) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de práctica librada por su profesor Juan Miguel de Inclán y la justificación de su conducta moral y política.

La Comisión de Arquitectura reunida el 30 de junio de 1835 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 5 de julio, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 7, 119 y 75, los cuales respondieron respectivamente: «Una capilla principal para un Palacio Real demostrando en la planta y corte los arranques de sacristía y tribunas», «Un Pórtico que represente la Fachada de una catedral con dos torres laterales. Planta, fachada y corte» y «Portico espacioso para una Paseo publico de una capital en donde puedan refugiarse y pasear comodamente las personas, en ocasión de lluvia repentina, el cual dé ingreso á café, Botillería y Mesas de juego publico». De los tres asuntos escogió el nº 75, es decir, un Pórtico espaciosos para un paseo de una capital, en donde puedan refugiarse y pasear cómodamente las personas en ocasión de lluvia repentina, el cual da ingreso á café, botillería y mesas de juego público (A- 3557), elección que comunicó a la corporación el 10 de julio.

La Junta de Examen se reunió el 22 de julio de 1835 asistiendo a ella los profesores Juan Miguel de Inclán, Custodio Teodoro Moreno, Tiburcio Pérez Cuervo, Juan Francisco Rodrigo, Miguel Fernández de Loredo y Marcial Antonio López. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Vivar comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le formularon los profesores acerca de los cuerpos y su revolución; el sistema de líneas trigonométricas; las nivelaciones; la parábola e hipérbola, así como la ecuación de la elipse: Después sobre las conducciones de aguas y la construcción de un puente; la ejecución de las armaduras; la aplicación de la mecánica a la arquitectura; la utilidad de la hidrostática; las aplicaciones de la teoría a la práctica y las secciones cónicas.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas hallaron al pretendiente con mérito suficiente para otorgarle el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 23 de agosto de 1835, a los 25 años de edad.

Más tarde, la Dirección General de Beneficencia y Sanidad y Establecimientos Penales remitiró el 19 de enero de 1854 el presupuesto y plano para la construcción de una cárcel en la Sala de los Infantes (Burgos) suscritos por Vivar, los cuales fueron reprobados por la Junta General del 5 de marzo al carecer absolutamente del carácter, la belleza y  los requisitos que las leyes prevenían respecto a la conveniente separación de sexos, edades y delitos de los allí custodiados. Este dictamen  obligó al maestro arquitecto a remitir un nuevo proyecto de la obra y presentar los diseños a una escala mayor, acompañados de los detalles necesarios y relativos a la construcción y decoración del edificio. Los nuevos planos en borrador fueron censurados y de nuevo reprobados dos años mas tarde por la Sección de Arquitectura el 3 de junio de 1856, momento en que se recomendo al autor «la conveniencia  de que vuelva á estudiar este proyecto teniendo presentes los adelantos de la época y la altura á que han llegado los conocimientos Arquitectónicos sobre este asunto; por que 1º la distribucion adolece de defectos marcados, pues en la planta baja se establece un gran zaguan sin mas objeto que tener un espacio donde esperar las gentes que van á ver los presos, sin haber porteria donde por medio de un locutorio pueda tener lugar la entrevista; [...] no existe la incomunicación que es de apetecer [...]. No hay ademas enfermeria sin separacion de habitacion para los condenados á arresto mayor pues en una misma pieza ha de colocarse hombres y mujeres. [...] la capilla debe colocarse de modo que sin variar la colocacion de los presos puedan ver el Santo Sacrificio de la Misa. 2º [...] los alzados no son del mejor gusto [...]».

Arquitectura. Cárceles, 1853-1859, 1861. Sig. 2-30-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Secretario general. Enseñanza. Arquitectura. Maestros arquitectos, 1835. Sig. 2-4-5; Secretario general. Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816 -1900, nº 173. Sig. 3-154.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM