Hijo de Antonio de Zavala y María Ascensión de Larrauri, nació en Busturia (Vizcaya) el 12 de marzo de 1799, siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de Santa María de Aspe. Desde niño se dedicó al estudio del dibujo geométrico y los principios de arquitectura bajo la dirección del arquitecto Agustín Humarán, hasta que con diecisiete años pasó a estudiar en el Real Seminario de Nobles de Vergara, donde se aplicó en los principios de matemáticas, mecánica y otras ciencias auxiliares a la arquitectura. En este centro sirvió como ayudante o segundo maestro de Dibujo y Principios de Arquitectura desde 1816 hasta junio de 1828, año en que sacó en propiedad la plaza por jubilación del primer profesor que la ostentaba. Al mismo tiempo se dedicó al estudio más detallado de los conocimientos indispensables y necesarios para la formación de un arquitecto, entre ellos la práctica constructiva a la que se dedicaría desde 1819 bajo la dirección del académico de mérito Mariano José de Lascuráin.
En 1830 le veremos residiendo en París, desde donde solicitara de la Academia de San Fernando una pensión extraordinaria para ir a Roma al no poder optar a otra beca, petición que tendría el informe favorable de la Junta Ordinaria el 13 de junio de ese mismo año. Dos meses más tarde remitió los diseños de su invención de un cementerio y un panteón en prueba de su aplicación y con objeto de recibir las correcciones de la corporación académica, los cuales serían vistos y censurados en la Junta Ordinaria del 22 de agosto de 1830.
El 16 de septiembre de 1831 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Liceo de ciencias naturales y nobles artes para una ciudad no tan populosa cuanto rica (del A- 289 al A- 292) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de práctica librada por su maestro Mariano José de Lascuráin, otra firmada por Domingo de Uribe señalando sus cargos como profesor en el Real Seminario de Nobles de Vergara y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 4 de octubre de 1831 reconoció la obra y los documentos aportados acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 9 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 39, 64 y 124, los cuales respondieron respectivamente: «Una casa colegio para la enseñanza de sesenta niñas de las que estan al cargo de las señoras qe componen la sociedad de esta corte en la que ademas de las salas de instituto se proporcionarán todas las comodidades de la habitazn de dhas 60 niñas, tres Maestras y una Demandadera. Planta, Fachada y corte», «Casa tribunal y habitación para un Magistrado, Alcalde de corte ó Ministro de una Audiencia. Planta, fachada y corte» y «Una casa de campo ó recreo para una persona de titulo con todas las conveniencias propias para la diversión de los concurrentes. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 64, es decir, una Casa tribunal y habitación para un magistrado, alcalde de corte y ministro de una audiencia, con juzgado de 1ª instancia (A- 880), elección que comunicó a la corporación el 13 de octubre.
La Junta de Examen se reunió el 17 de octubre de 1831, asistiendo a ella como vocales los profesores Manuel González Montaos, Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Custodio Moreno y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con la prueba de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Zavala comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores sobre las figuras y las curvas; las secciones cónicas y la trigonometría, aplicando la doctrina de los logaritmos a la resolución de los triángulos y las operaciones que podían ofrecerse al arquitecto. Después sobre las maquinas, que diferenció entre las que se llamaban instrumentos, centrándose especialmente en las balanzas y las bombas, pasando más tarde a explicar los requisitos que debían adornar al arquitecto, la buena construcción, la naturaleza y el asiento de las piedras, la resistencia de las maderas, así como la contestación de otras tantas preguntas referentes a la teoría y práctica de la profesión.
Satisfechos los examinadores con el mérito de las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas hallaron al pretendiente con los conocimientos suficientes para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 27 de noviembre de 1831, a los 32 años de edad.
El 15 de enero de 1845 comunicó a la Academia que con motivo de haberle conferido el Ayuntamiento de Éibar (Guipúzcoa) la formación de los planos y el presupuesto para la ampliación de la casa de Bustinduy a fin de destinarla a casa de armas con sus correspondientes dependencias, había formado los diseños que presentaba a informe sabiendo que debía haber elaborado previamente los borradores de la obra. La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada la mañana del 6 de febrero de 1845 examinó y aprobó el pensamiento siempre que no aumentase el edificio hasta su doble en planta y alzados, y la decoración se sujetase en todo a la parte existente. Este dictámen sería aprobado por la Academia en la Junta Ordinaria del 9 del mismo mes.
Tenemos constancia que en 1858 ejecutó un memorial y bosquejo para cambiar la pared del Paseo de Santa Marina, que fue profesor en Vergara y ejecutó una Asunción con destino a la iglesia parroquial de Tolosa.
Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1831. Sig. 2-9-5; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Informes. Reformas en casas particulares, 1834-1861. Sig. 2-28-9; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,1816-1900. Sig. 3-154, nº 120.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
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