Mengs, Anton Raphael
Aussig, Bohemia, 1728 - Roma, 1779
Retrato de Louis du Silvestre
Departamento: Museo
Nº Inventario: 1459
Datación: 1745-1746
Dimensiones: 646 x 517 cm
Técnica: Óleo sobre lienzo
Procedencia: Colección particular
Observaciones: Louis de Silvestre (1675-1760), primer pintor del Elector de Sajonia Augusto III y desde 1727 director de la Academia de Dresde, tuvo buenas relaciones con Mengs, quien antes de partir a Roma en 1746 le hizo un retrato al pastel (perdido en 1945). Este óleo, procedente de una colección particular holandesa, permaneció inédito hasta 2007. Steffi Roettgen lo relaciona con el perdido retrato al pastel que se documenta en la Galería de Pinturas de Dresde a partir de 1765. La técnica impecable va pareja a una profunda observación psicológica del carácter de su personaje.
La indumentaria es de una elegante desenvoltura en el manto de terciopelo, el plisado de la camisa y el gorro brocado de oro. El dibujo maestro en las arrugas, el relieve y las zonas más fláccidas de la pies, así como l vivacidad de los ojos fijados en el espectador, cuyos toques de luz están dados con seguridad, precisión y eficacia, se intensifican con un estudio atento del colorido en as diferentes partes de la fisonomía. Pese a sus años, el pintor francés mantiene toda su energía: sostiene un pizarrín y una carpeta de dibujo, pero es la mano la que se adueña del cuadro como el más poderoso instrumento del pintor, quizá como respuesta de Mengs a la crítica implícita de Bianconi que le sugería limitarse a los retratos al pastel, sin manos. Tal vez el reto para Mengs fue demostrar su talla verdadera, más allá de su habilidad con el pastel.
Silvestre permaneció en Dresde hasta 1748, pero Mengs había partido a Roma dos años antes, así que ambas versiones del retrato (el pastel perdido y el lienzo hoy en la Academia) han de fecharse entre la Navidad de 1744 y la primavera de 1746. Dado que el pastel quedó en la capital sajona, es posible que Silvestre se llevara consigo el cuadro a Francia. La obra demuestra que Mengs adolescente, antes ya de su segundo viaje a Roma, había alcanzado el menos como retratista la maestría en la pintura al óleo que le predestinaba a una brillante carrera en la corte de Augusto III. De hecho, cuando Silvestre volvió a Francia recomendó que Mengs le sucediera como pintor de corte y director de la Academia.