308 x 427 mm; palmos romanos.
Papel verjurado ahuesado. Lápiz negro y tinta.
Escudo con forma de corazón con tres flores de lis en su interior y corona en la parte superior y cruz.
Adquirido en 2018 con cargo a la herencia Guitarte, a través de uno de sus descendientes.
[Tinta negra] [Anotaciones de medidas arquitectónicas] = [hoja 1] Medidas del Palazio de Caprarola = [hoja 2] Palmos Roma[no]s = Bentana de el querpo Principal.
En la parte derecha del dibujo se representa uno de los modelos de ventanas de la fachada principal, correspondiente al orden central, con el desarrollo de una voluta de frente y de perfil y la cornisa. En la parte izquierda desarrolla dos escaleras dobles que dan acceso a la fachada principal: en la parte inferior vemos la primera escalera que se caracteriza por su forma curva y en la superior otra con dos tramos paralelos unidos por un cuerpo horizontal. Estas escaleras se encuentran en planos superpuestos que permiten al edifico desarrollarse en altura. El dibujo forma parte de la serie de dibujos del palacio que van del registro (
IGV-035 al
IGV-049)
El palacio fue construido por la familia Farnesio en el siglo XVI. El primer proyecto fue el de una residencia fortificada que se encomendó a Antonio da Sangallo il Giovane por parte del cardenal Alessandro Farnese il Vecchio. Sin embargo, las obras fueron suspendidas en 1546 por la muerte del arquitecto, reanudándose en 1559 por la voluntad del nieto, Alessandro il Giovane. Esta vez las obras se encargaron a Jacopo da Vignola quien modificó el proyecto original, manteniendo la planta pentagonal y transformando la obra en un palacio renacentista, conforme a los nuevos gustos, abandonando el carácter de residencia fortificada. En el centro colocó un patio circular de dos plantas, la superior retrasada respecto a la inferior. El doble objetivo de la construcción era, por un lado, crear una residencia que estuviera en relación con el territorio circundante, mediante una calle rectilínea que aún hoy atraviesa el pueblo adyacente, y por otro, aislar y elevar la construcción mediante los citados planos superpuestos. Este ejemplo de conexión entre el palacio y el paisaje circundante lo encontramos en el Raso de la Estrella de Aranjuez, que se configura como una evolución de la calle única de Caprarola.
Desde el siglo XVI el Palacio de Caprarola se convirtió en uno de los modelos que inspiraron la realización de palacios señoriales en toda Europa, tal es el caso del Palacio de Aranjuez, que combina características del palacio italiano con algunos aspectos de las villas campestres. El mismo Isidro G. Velázquez trabajó en Aranjuez, en las obras de la Casa del Labrador.
Aparece, así mismo, en la selección de edificios más importantes del siglo XVI en la obra
Civitatis orbis terrarum, publicada entre 1572 y 1618 y que
reúne cerca de 500 planos y vistas de estos edificios. Realizada por Georg Braun y el grabador Franz Hogenberg, se conserva una
copia en la Bbliotéca Nacional. (p. 134)
Caprarola, junto a otros lugares como Palestrina o Tívoli, revestía un interés particular para los artistas españoles pensionados en Italia, por la presencia de monumentos significativos a nivel arquitectónico de época clásica y renacentista. Fueron muchos, además, los artistas, no solo españoles, que representaron este palacio, tal es el caso de
Gaspar van Wittel (1653-1736) Giuseppe Vasi (1710-1782), etc