Gutiérrez Solana, José
Madrid, 1886 - 1945
Los disciplinantes
Departamento: Museo
Nº Inventario: 1452
Datación: 1933
Dimensiones: 51 x 82 cm
Técnica: Óleo sobre lienzo
Procedencia: Adquirido con cargo a la Herencia Guitarte el 8 de abril de 2003 a la Galería Leandro.
Observaciones: En la obra de Gutiérrez Solana la referencia a Goya es una constante, ya que más allá de la alusión a determinados cuadros o figuras es un influjo general y profundo. Con todo, se acerca a Goya con una visión muy personal, que va elaborando obras del maestro en clave sombría y distorsionada. Se ha señalado la identificación excesiva de ambos artistas como pintores de un mismo mundo, cerrado en sí mismo, supersticioso y violento, obsesionado por la muerte: la España negra, cruenta y dramática, expresada en trazos ásperos y paleta oscura. Estas interpretaciones parciales llevan a no deslindar lo "goyesco" de lo que es en realidad "solanesco", ya que a Solana no le interesa en Goya la luz, el color ni la precisión del dibujo. A los catorce años fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde asistió regularmente hasta 1904 y donde tuvo oportunidad de contemplar las obras del aragonés.
Otro de los motivos que recorren la pintura de Solana, las figuras de encapuchados y penitentes, responden a las de Goya en la
Procesión de disciplinantes de la Academia (nº
0674). Son visibles en esta obra préstamos muy directos como el flagelante que aparece de espaldas con faldellín blanco y los encapuchados del segundo término tocando trompetas. Junto a estos, flanqueada por dos cirios como un paso procesional no iniciado todavía, la talla de Cristo en la cruz a gran tamaño acentúa la austeridad y dramatismo del conjunto, con el negro cabello natural tan frecuente en la escultura barroca española. Incluso la mujer arrodillada de la izquierda evoca las que en Goya aparecen de espaldas, como dos siluetas negras. El friso de personajes se sitúa muy próximo al plano del cuadro, ante un perfil amurallado en el que reconoce la ciudad de Ávila. Una vista que conduce a recordar el conocido Cristo de la Sangre pintado en 1911 por Ignacio de Zuloaga, donde figuran los mismos cirios y la misma cabellera. Cinco años antes, en el madrileño Nuevo Café de Levante, Zuloaga elogiaba una Procesión en Toledo presentada por Solana a la Exposición Nacional, sin saber que el joven pintor estaba presente en la tertulia. Solana se dio a conocer y poco después regaló aquel cuadro a Zuloaga.
En la parte trasera del lienzo, sello con la cara del pintor y un número de catálogo del Círculo de Bellas Artes de 1950.
Exposiciones:- José Gutiérrez Solana, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, mar. - jun. 2004.
- Passio. Las Edades del Hombre, Iglesia de Santiago el Real, Medina del Campo, Valladolid, may. - nov. 2011.
Bibliografía:- VV.AA., José Gutiérrez Solana, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2004, 90 - 91.
- VV.AA., Passio, Las Edades del Hombre, Iglesia de Santiago el Real, Medina del Campo, Valladolid, 2011, 466.
- BONET CORREA, Antonio (coord.), Real Academia de San Fernando, Madrid. Guía del Museo, Madrid, 2012, 321-322.
Fotografías: Pablo León
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